¿No queríamos recortes ni privatizaciones? ¡Toma dos tazas! Rodríguez Zapatero ayer no solo decepcionó, sino que ha ido más lejos de lo que parecía que iba a ir: Se traviste de CiU o PP (según se mire) y presenta como propias medidas que estos dos plantearon en el pasado cercano, y lo hace sin matices ni arreglos sociales, nada, medidas, encima, que ahora son tachadas de inconexas e insuficientes, aunque «por el buen camino» (¿qué camino? ¿el de la ortodoxia liberal-económica? ¡intolerable!). Se ofrece: Menos prestaciones sociales (entre ellas se acaba con la prestación de 426 euros para los desempleados que han agotado su prestación contributiva); rebaja de impuestos para las pequeñas y medianas empresas (que además se amplía su definición para que entren más empresas en esta categoría tan favorable, con lo que es una doble rebaja en realidad), rebajas varias para los autónomos también, cambio de régimen de los funcionarios en la Seguridad Social (en favor del régimen general) y privatizaciones.
Poco le queda al Estado como público puro, y esos pocos se van a ir vendiendo a pedazos. Son empresas que en general dan beneficios, con lo que desde tiempo atrás el capital privado quiere hincarles el diente, así tenemos las Loterías y Apuestas del Estado (se creará una sociedad y se privatizará casi un tercio de la nueva), que es una pequeña mina de oro para el Estado que irá a manos privadas (me pregunto si quitarán los beneficios fiscales de los premios de dichas Loterías y Apuestas, en tanto que pierden su carácter enteramente público y sería competencia desleal con respecto a otros juegos de loterías y apuestas), también se propone privatizar el 49% de AENA (los servicios aeroportuarios), con lo que ya se explica la belicosidad de blanco con los Controladores Aéreos en las bajadas de sueldos (hacerlo más atractivo a los inversores, además, una vez que se meta el capital privado eso de «todo por decreto» se volverá imposible) y de paso se propone privatizar la gestión de los dos principales aeropuertos de España, Barajas en Madrid y El Prat en Barcelona (años luchando para ver quién los gestiona, si el Estado o la Comunidad Autónoma, y va el Estado y privatiza su gestión, con dos narices).
Ojo, se ofrece privatizar lo que mejor va en cuanto a lo público, se quiere «capital ahora» a costa de perder los rendimientos futuros que dan o pueden dar esas entidades, y todo en favor de grandes inversores (no del pequeño ahorrador), es una medida que no ayuda al ciudadano para absolutamente nada, pero que sí hace feliz a ese «mercado», ese que en España representan unas pocas empresas (que hace unos días se reunieron con el presidente del gobierno, curiosidad de la vida), aunque no sean los principales demandantes de empleo (que lo son las PYMES, por si alguien dudaba).
Lo otro son recortes sociales para los nuevos funcionarios (que pasarían, como menciono párrafos atrás, al régimen general de la seguridad social), recorte de prestaciones sociales (lo de los 426 euros, único ingreso de muchas familias) y rebaja de impuestos directos (en un país que sigue por debajo de la media europea en presión fiscal, donde las PYMES están más cerca de tributar como en Irlanda que como Suecia), porque, en cuanto a la subida de los indirectos, no solo se defiende, sino que se recuerda que en los países del entorno ya están en base 2 y en España aun estamos en base 1, con lo que tendremos que rezar para que no caiga otra subida del IVA (con lo que el sistema en general se vuelve, nuevamente, menos progresivo, más injusto).
Pero este es el aperitivo, quedan dos grandes caballos de batalla aun:
- Reforma de la negociación colectiva (tanto el PP como CiU piden, básicamente, cargársela, aunque hablen de «reforzar la negociación a nivel de empresa y así tener más flexibilidad»), siempre dicen que «quedó pendiente» de la «insuficiente reforma laboral» (esa que nos sacó a la calle en huelga general), reforma con la que la CEOE y los partidos de derecha no están incómodos para nada, si votaron en contra o se abstuvieron fue solo por fastidiar (y por ser «insuficiente»);
- Pensiones… Sí, tal vez no lo de los 67 años (aunque ya vemos cómo van en otros países del entorno con el tema), pero sí fijo una ampliación de los años que se usan para calcular la pensión (en cristiano, que será menos posiblemente) y una dificultad para cobrar la pensión completa en todo caso (otra vez la idea no es que la gente trabaje hasta los mil años, sino más bien que).
¿Lo siguiente que puede «caer»? La sanidad, el dichoso copago. El otro día escuchaba a Duran i Lleida hacerle ascos al copago si es que este tenía un fin recaudatorio, pero si era para una buena causa «habría que hablarlo», buena causa entiéndase como ahorrarse unos quintos básicamente o dar más entrada a capital privado (que tanto les gusta a los que prefieren los cheques a los servicios públicos puros). ¿Y la educación? Esa, aunque no nos querramos dar cuenta, ya cayó. Falta la puntilla en plan tasas como las de Cameron en Reino Unido (ese plan que tanto le gustó a Rajoy).
Desmantelan un paupérrimo estado de bienestar y lo dejan en los huesos, en un estado que simplemente sirve (y en exclusiva) al gran capital, que anuncia rescates y le presta dinero a los rescatadores para que estos puedan sacar un beneficio aun mayor de dichos rescates mientras exigen medidas que los «tranquilicen» que significan siempre más ortodoxia, más de lo mismo, más beneficios para ellos, más desigualdad, más sociedad de privilegios y privilegiados, menos justicia en definitiva.
La única buena noticia de «ahorro» que se ha anunciado es esa de ajustar las medicinas recetadas (y sufragadas o total o parcialmente por todos) y no entregar cajas con más comprimidos de los necesarios, realmente el Estado (en su concepción amplia) se ahorrará una millonada, las farmacéuticas están que trinan porque era un negocio redondo realizando una sobreventa (así, si te recetan 12 pastillas te darán las 12 pastillas, no una caja con 16 o 20 comprimidos), y esto se anunció hace unos cuantos días, no en la nefasta sesión de control de ayer.
Excurso: Va, una buena noticia (al menos en principio) entre todas las medidas: Reducción de costes y trámites en la fundación de una sociedad de capital… Ahora, no es la primera que se toma en este sentido…