¿Posición Común sobre Cuba? ¡Cuánta hipocresía!

Cuba, esa isla perdida en el mar y en la historia, tiene tantas particularidades en su encaje mundial que es difícil entender su importancia, por ejemplo, si solo nos fijamos en su PIB o en sus recursos naturales. No, la importancia de Cuba en occidente está, sobre todas las cosas, en el contenido simbólico que la isla tiene para unos y para otros, y claro, en su posición geopolítica y geoestratégica. Cómo será de «especial» la isla que existe una «Posición Común» acordada en el Consejo de la UE (PC de 2 de Diciembre de 1996, 96/697/PESC) que, a diferencia del resto de PC, no tiene como base ni un peligro para la seguridad mundial (como es el caso de la de Irán) ni situaciones de guerra (como lo son todas esas PC que se tomaron con respecto a Yugoslavia, sobre todo durante su desmantelamiento) ni grandes matanzas o golpes de Estado más o menos sangrientos (como la de Congo en su día, Burundi o la PC sobre Ruanda para normalizar el país tras el genocidio ahí producido), ni. por supuesto, misiones de seguridad o militares de países de la UE (como en el Congo, países de la ex Yugoslavia, etc.). No, nada de eso, solo un país que no se arrodilla ante el imperio. Y es una de las PC que más larga vida está teniendo (y ya van 14 años casi).

El Consejo decidió hace nada «mantener» esa PC pero, a su vez, flexibilizar su aplicación. El gobierno cubano mantiene que dicha posición común es un insulto para su país. Si en la UE les preocupara tanto la democracia como dicen, existirían muchas más PC como la dedicada a Cuba, sin ir más lejos, sobre todos los socios del oriente próximo, del magreb, de Asia oriental y de, entre otros muchos, Estados Unidos.

En Cuba (en términos tanto absolutos como relativos) hay muchísima menos represión que en China, pero sobre China no hay ni una posición común, más bien, hay tratados de Libre Comercio, hay impulso de la inversión acá y allá… ¿Y toda esa preocupación sobre los derechos humanos y la democracia? Bien gracias, mientras el sistema sea capitalista (aunque de Estado) y sea una relación económicamente beneficiosa, no hay ningún problema con ese país.

Lo mismo pasa si vemos muchos de los países productores de petróleo, por ejemplo, Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí, dos de los países en que los Talibán parecen moderados o casi feministas, comparados con cómo se trata ahí a las mujeres, donde la democracia es una forma de llamarle a la suegra de las familias reales, que gobiernan en régimen de monarquía absoluta, donde los derechos humanos solo llenan las viñetas de humor en los periódicos del régimen. ¿Y la posición común sobre sus regímenes para ayudar el cambio a una democracia? Inexistentes. Eso sí, les compramos petróleo y ponemos tiendas de Zara que facturan verdaderas millonadas.

Y así podemos seguir toda la tarde. Hipócritas.

Y esto viendo hacia fuera, si nos centramos en los derechos humanos y las democracias «dentro» de la Unión Europea, ¿qué encontramos? Expulsiones de gitanos en Francia, xenofobia y criminalización del extranjero en Italia, torturas en casi todos los países, apoyo en guerras ilegales por parte de España, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Alemania, entre otros, por no hablar de los encubrimientos a los vuelos de la CIA (todos a Guantánamo, la ironía suprema, hay una posición común contra el gobierno de la isla donde se encuentra Guantánamo, pero no contra el país que controla dicha base-cárcel donde todos los días se está produciendo secuestros y torturas, violaciones de los derechos humanos véase por donde se vea), torturas dentro de estos países, censura, etc…

Si al menos la PC sobre Cuba no fuera un mal chiste de una panda de hipócritas que son capaces de quejarse de los derechos humanos y la democracia en Cuba mientras ganan millones gracias a la falta de democracia y derechos humanos en China (por nombrar a otro país supuestamente comunista), podría decirse que la UE quiere un mundo perfecto, pero, qué va, quieren un mundo que sirva al mismo imperio que ellos sirven, que esté arrodillada al Capital como lo está toda la UE, y, por supuesto, que ni le rechiste a Estados Unidos nada.

Como dijo el canciller cubano hace un tiempo, si la UE quiere hablar de DDHH perfecto, pero De Igual a Igual, nada de uno poniéndose sobre el otro, sobre todo cuando sobran las razones para tachar esa soberbia de falsa y mezquina, de mentira supina.