Como minirreseña de hoy toca «Pow!», un juego diseñado por Reiner Knizia e ilustrado por Jonathan Aucomte, publicado originalmente en 2016 por Gigamic, aunque es una reimplementación de «Sushizock im Gockelwok», juego de 2008, casi sin ningún cambio.
Somos guionistas de historietas de superhéroes y queremos equilibrar las fuerzas del bien y el mal en nuestra próxima historia, así que tenemos que elegir la cantidad justa de personajes para esa obra en producción.
Con ese curioso planteamiento (¡no es un juego de lucha de superhéroes con supervillanos!) iremos tirando los dados para poder elegir las losetas con figuras de la luz o la oscuridad, dentro de un juego competitivo muy contenido en tiempo y material. Vamos al lío:
Características principales
- Tipo de juego: dados, familiar.
- Mecánica principal: tienta la suerte.
- Jugadoras: 2 a 5.
- Duración: 20 minutillos.
- Nivel de azar: altísimo.
- Dependencia del idioma: nula.
- Componentes: 5 dados, 24 losetas y un reglamento con 21 idiomas.
- Edad recomendada: 8 años o más.
- Sobre el tema: el juego es básicamente el mismo que el de 2008 que tenía temática de cocina… creo que eso lo dice casi todo. Solo para aclarar: lo único temático está en las ilustraciones.
- Nota sobre los materiales: dados gigantes personalizados, losetas muy buenas (y ligeras). No tiene más. Bueno, luego hablo del manual…
Breve explicación
El objetivo del juego es tener los máximos puntos posibles. La partida finaliza cuando se toma la última ficha del centro de la mesa.
La preparación es simplísima: se barajan las fichas y se colocan en hileras, las fichas azules (superhéroes) se colocan en una fila y la naranja (supervillanos) en otra; deben mirar en el mismo sentido y debe quedar claro que se «colocan» de izquierda a derecha (en esa dirección). Se dan los cinco dados a la persona que haya leído un cómic o visto una película de superhéroes de forma más reciente (no dice nada de cómo elegir a la primera jugadora en caso de empate con el criterio anterior).
Las fichas naranjas tienen puntos negativos, las fichas azules, positivos; al finalizar la partida, el montón de las fichas azules no puede ser más alto que el de fichas naranjas; toda ficha azul por encima de la altura de las naranjas se descarta. Lo contrario no afecta (tu columna de naranjas puede ser tan alta como quieras).
El desarrollo también es simple: la jugadora activa lanza los dados y, según el resultado, puede hacer una cosa u otra. Si no le gusta su resultado, debe separar al menos un dado (aunque puede apartar más) y relanzar el resto; en total, puede hacer 3 lanzamientos (esto es, lanzamiento obligatorio y dos más que son voluntarios).
Los dados tienen 4 posibles resultados, hay dos caras de escudo azul, dos caras de calavera naranja y una cara con bocadillo azul y otra con bocadillo naranja.
Cuando eliges o el escudo o la calavera, tomas una loseta del centro de la mesa según el color elegido (azul o naranja) y en la posición del número de calaveras o escudos. Esto se entiende mejor con un ejemplo, al finalizar la tirada, Menganito tiene 3 escudos y 2 calaveras, así que decide coger un personaje superheroico, tomará la loseta en la tercera posición de la fila azul; no puede elegir cual de las tres primeras, sino que debe sumar todos sus escudos e ir por la que corresponda. Si hubiese elegido un personaje del mal, sería la que ocupa la segunda posición (pues tiene dos calaveras).
La loseta que tomas la pones sobre la anterior del mismo tipo; en otras palabras, cada jugadora tendrá dos columnas, una azul (con los héroes y las heroínas) y otra naranja (villanos y villanas). Una vez que se coloca una loseta sobre otra, ya no se puede mirar la que está abajo (por parte de nadie).
Para elegir el bocadillo (globo de texto con una exclamación) debes tener al menos tres iguales, con lo que tomarías la ficha superior de la columna correspondiente al color de tus bocadillos (o sea, si tienes tres azules, tomas una ficha azul de la rival que quieras); si tienes 4 o 5 bocadillos iguales, puedes elegir la loseta que robas de una rival (pero de memoria, o sea, puedes decir «me llevo la tercera de tus villanas»). Esta opción no es «bloqueable» por la rival.
Hay veces que con el resultado no se puede tomar ninguna loseta, ni del centro ni de una rival; en ese caso, se coge la peor villana (la que reste más puntos entre las que quedan) o, si ya no quedan fichas naranjas, la peor heroína (la que sume menos puntos).
La partida finaliza cuando se toma la última ficha de la mesa; ahí se procede a igualar, por el lado heroico, las columnas, como hemos explicado antes. Si hay más fichas naranjas, no pasa nada. Se suman todos los puntos (teniendo en cuenta que las naranjas tienen puntuación negativa) y quien tenga más, gana. No pone nada de qué pasa en caso de empate.
Una opinión
Si bien menciono que el tema está pegadísimo, creo que sí influye poner uno u otro. Esto es, si me pones este mismo juego totalmente abstracto (solo números y símbolos), el de sushi (el original) y este, me llevaré de cabeza Pow! sin dudarlo ni medio segundo. El tema sí que importa.
El estilo gráfico del juego es de humor; sí, son personas vestidas con las mallas clásicas que toca para el mundo superheróico, pero hasta la elección de complementos y las expresiones están hechas con un sentido de humor muy claro, la propia batalla de la carátula del juego lo demuestra (miren cómo le aparta con la mano tras el puñetazo). Sobre el diseño, tiene un detalle bastante curioso que te permite encontrar muy rápidamente las losetas con más valor: el fondo tiene la línea de poder más grande si su número es mayor (fíjense en la foto del despliegue). Un acierto gráfico.
Es un juego de tentar la suerte absolutamente básico, con un puntito de interacción que le aporta mucho al juego (y evita que sea un solitario multijugador), así que más de una vez nos ponemos a buscar robar tal o cual loseta (no siempre la azul, a veces llevándonos el -1 que tiene encima una rival le puedes hacer más daño). Eso está bien. Al tener que sacar al menos tres iguales para proceder a robar, es bastante difícil conseguirlo, lo que permite, a su vez, que la partida no se eternice.
El azar está doblemente presente, con lo que tiras los dados y cómo quedaron ordenadas las losetas. Incluso a veces prefieres llevarte una loseta naranja antes que una azul para que sea imposible que tu siguiente rival tome esa de +6. En un juego a más de dos personas hacer esto pierde un poco de sentido, pero dependerá de las circunstancias.
El tener que mantener cierto equilibrio entre las dos columnas le da un puntito al juego que, de otra manera, no sería un juego, directamente. Esto, junto con la interacción mencionada, es lo que le dan chicha al juego. Pero no podemos olvidarnos que es un título de tirar los dados y ya. No hay mucha estrategia ahí. Algo de táctica, con tu resultado primero, sí. Pero todo en el cajón de la suerte.
El juego creo que escala bien casi a cualquier número de jugadoras, todo lo que ganas de entreturno a más gente se resta del tiempo de juego; realmente a 5 personas las columnas de cada jugadora serán bastante pequeñas y tendrás la sensación de haber jugado poco, pero te mantiene preso de qué le sale a la gente en sus tiradas. A 2 o 3 tiene un elemento táctico más acusado, siendo a 4 o 5 más «tiradados» puro.
El manual me llama mucho la atención, primero, porque de lejos es el que más idiomas tiene en toda mi ludoteca (¡21!, con esto tiene 66 minipáginas en total, sin contar el desplegable de ilustraciones) y, segundo, porque tiene una de las peores traducciones que tengo. Además, es una traducción «antitemática» que se arrastra en varios idiomas (no sé si en todos, pero un par que conozco dos o tres palabras, sé que está mal traducido). La iconografía está muy bien para el mundo superheróico de los cómics: bocadillos de texto, escudos y calaveras. ¿Cómo las llaman en castellano? Bueno, escudo y calavera tal cual, pero a los bocadillos les llama «pócimas» o «burbujas». «Pócima», es lo que más usa. ¡¡Pócima!! El manual está plagado de faltas ortográficas, con los signos mal puestos, con cambios de la persona y género no concordante (habla a veces de «la persona» pero todo lo demás está en masculino) con un mal uso del singular y el plural (el jugador […] pueden), con términos inhabituales tanto en los juegos de mesa como en los cómics (al menos si fueran de ahí, tendría justificación). Un desastre en tres páginas. Y con lagunas (a pesar de tener buenos ejemplos). En fin, por suerte el juego no tiene texto.
Para ir acabando, personalmente disfruto bastante con este título cuando tengo ganas de azar con dados (cuando prefiero alguito más de control o cartas, la opción es otra, claro), pero no es como otros juegos breves que te pican y terminas jugando varias consecutivas, este normalmente se queda en una partida y ya. Satisface lo suficiente durante la partida pero no da pie a otra de forma consecutiva.
Gracias por hablar en femenino en tus reseñas. Visibilizas de forma tan sencilla que en este mundo de ludopatia también somos muchas mujeres a las que nos gusta jugar.
Un abrazo