
La balanza comercial estadounidense es deficitaria; además, es un país que favorece y ha favorecido los paraísos fiscales y la ingeniería fiscal por parte de las grandes empresas estadounidenses (una lucha constante de la Unión Europea es que determinadas grandes empresas paguen sus impuestos en territorio europeo, aunque sea en los propios cuasiparaísos fiscales que ya tenemos –como Luxemburgo–, pero que al menos paguen algo por estos lares y no se vaya todo a una sede en un paraíso fiscal). Estados Unidos fue el gran promotor de los acuerdos de libre comercio, entre otras cuestiones, porque le favorecían por todos lados.
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