Cumpliendo todos los pronósticos, Pedro Sánchez fracasó en su intento de investidura en primera votación. Solo consiguió el apoyo de su partido (los 123 del PSOE) y del regionalista cántabro (1 voto del PRC). Desde finales de abril se debió abrir la negociación que pareciera (no sé qué tan real es) que comenzó «de verdad» a finales de la semana pasada. Las dos principales formaciones de a acordar (PSOE y Unidas Podemos) tensaron demasiado la cuerda y casi nos llevan a la situación de 2015… bueno, eso aún puede pasar.