«La mayoría de los trolls y las chorradas vienen de «Pobrecitos Habladores» ¿Habéis pensado en eliminar los comentarios anónimos?
Lo hemos pensado. Pensamos que la posibilidad de hacer comentarios anónimamente. Algunas veces la gente tiene algo importante que decir, pero tienen miedo de que se les relacione con ello. Los comentarios de Pobrecito Hablador continuarán existiendo previsiblemente en el futuro.» del P+F de Barrapunto
Es interesante la nota «Aldo Mariátegui tiene razón» de Marco Sifuentes en el Útero; nota con la que, por cierto, estoy muy poco de acuerdo. Por un lado, termina siendo una defensa de no poder escribir anónimamente salvo un par de razones (un filtro previo para comentar, filtro realmente inexistente, como demuestran sus propios comentaristas), esto de por sí me parece increíblemente perjudicial; por otra parte, defiende como mal menor el ceder tu sistema de comentarios a Facebook.
Sobre la forma de eliminar anónimos: la gente de Útero pudo establecer un sistema de registro obligatorio que, además, pasara por la entrega de documentación fidedigna (por cierto, inexistente en Facebook). Adiós anónimos. Creo recordar que durante un tiempo El Comercio tuvo requisitos así de absurdos en su sistema de comentarios (ahora usan un sistema propio que, además, permite el registro mediante FB, TW y otras redes). Pero no es el punto, de todas formas.
¿Es bueno eliminar a los anónimos?
Entiendo, como hace Marco Sifuentes, que es un problema el tener que revisar los comentarios o tener la responsabilidad de borrar los comentarios manifiestamente calumniosos o injuriosos, además de los contrarios que afecten a derechos de terceros (y, por ello, perder tiempo de trabajo en esa tarea), pero todo ese es el peaje que se paga por querer abrir el debate (algo que hace Útero al permitir comentarios en sus notas, sumado a su gran flujo de visitas).
Hace unos meses, cuando FB se puso firme con el tema de las identidades reales, José Mendiola comentó en Hipertextual:
«Visto así, parece que el anonimato es un cáncer que debe abolirse de forma inmediata en las redes sociales, y todo para preservar el buen comportamiento y evitar insultos. Algo así debió pensar el responsable del asunto en Facebook, que obligó por decreto a los usuarios a utilizar sus verdaderos nombres. Muerto el perro, se acabó la rabia ¿el problema? que algunos usuarios, por motivos personales, prefieren no utilizarlos, y así el colectivo de drag-queens se levantó en armas por causas evidentes, dejando patente que esa política de rompe y rasga les ponía en una situación difícil. (…)
(…) [O]tro elemento que hay que tener en cuenta: al prohibir el anonimato en determinadas redes sociales o blogs, (…) se pierden valiosos comentarios de gente que, por cualquier motivo, prefiere no estar con su nombre real en primera línea de fuego. Como suele suceder en muchos casos, se trata de un difícil equilibrio en el que hay que sopesar lo que se gana y lo que se pierde.»
A todo esto, fueron varios los colectivos y personas que se vieron afectadas por la decisión de FB de exigir identidades reales, todos ellos querían y quieren usar esa red social y resulta que, por lo que sea, usar su verdadero nombre es un problema. Sifuentes, como todos los que usan el sistema de FB, en el fondo, está haciendo lo mismo.
¿Qué motivos se puede tener para no usar el nombre real? No es el tema de la responsabilidad legal que menciona Marco (publiques o no con tu nombre, todas las consecuencias legales se te deben aplicar; aunque el anonimato dificulte la tarea, no la imposibilita), puede ser justamente algo que él, en su nota, menciona:
«Si uno quiere vincular su nombre a comentarios como (…) y quedar en ridículo ante posibles contactos laborales, pues es su problema ante el resto»
Justamente por esa vinculación tan clara que genera la Red de Redes, la facilitad para buscar declaraciones pasadas o presentes, y la represión en que vivimos, resulta más que importante defender los seudónimos y el anonimato en la Internet.
Por favor, si comenzamos a pensar en la autocensura como algo positivo, en el qué dirán los posibles empleadores o contactos comerciales, lo que estamos fastidiando es la libertad de expresión, ¡ahora que habíamos conseguido canales que la facilitan!
En un país como Perú, creo que no tienen que imaginar mucho lo difícil que es realizar declaraciones a favor de la sindicación en una empresa (cuando día sí y día también se despiden a afiliados sindicales por el mero hecho de serlo), o comentarios a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo (esto en algunos laboros puede significar que tu jefe te despida), cuando tu empleador actual (o cualquiera futuro) es un firme homófobo.
No hablo de comentarios injuriosos ni del estilo, hablo de cosas que uno necesita expresar y tal vez por la propia realidad no pueda usando su nombre. No solo la gente incómoda (los casos que menciona Sifuentes y que parece poner como ejemplos) tiene derecho al anonimato, se me ocurren más casos (incluso, dos de mis opinólogos preferidos lo hacen bajo el manto del anonimato, ya sea por temas laborales ya por temas personales), y no todos como los mencionados o los enlazados en los afectados por la política de FB. El anonimato tiene valor y hay que defenderlo.
Por supuesto, la gente del Útero tiene todo el derecho del mundo a establecer las reglas de su casa, eso no lo discuto, sí los argumentos detrás de la defensa del uso del nombre real (¡incluso una de las razones por las que él está defendiendo este antianonimato yo defiendo el anonimato!).
Sobre el sistema de comentarios
No entiendo que alguien ceda sus comentarios a una empresa tercera sobre la que no tiene ningún control, le está regalando (junto a todos los que la usan) unos datos preciosos. Ya hice una rabieta en su día por esto.
No me voy a meter en el follón legal que el tema puede tener, pero sí en la cadena de responsabilidades: si tú pones un sistema de comentarios, eres responsable aunque el sistema no te deje hacer nada. Decir que tiene nombres y apellidos y que se dirijan a ellos (ojo: realmente FB no los comprueba, se pueden abrir cuentas falsas) es demasiado limitado, sí es escurrir el bulto y poner como excusa (porque es eso) que realmente no controlas los comentarios. Bien, pero decidiste no controlarlos. Y puedes decidir lo contrario.
Por cierto, el plugin que tiene instalado no elimina a los anónimos, se pueden poner comentarios (al menos ahora) con cuentas de Yahoo o Hotmail, las cuales no obligan a usar nombre y apellido real; máxime si las mismas se sacaron antes de ser obligatorio poner un número celular (aunque tampoco es que sea difícil usar números que no sean el tuyo).
Tampoco es del todo cierto que no puedan hacer nada con ese tipo de comentarios (o solo puedan avisar si son cuentas falsas), de hecho, tienen la opción de moderar (al menos previa a que se vea el comentario):
«Admins can choose to make the default for new comments entered either “visible to everyone” or “require approval before being visible to everyone” on the site (i.e., the comment is only visible to the commenter and their friends until a moderator sees and approves the comment), to help mitigate irrelevant content. (…) You can moderate comments from just this plugin inline. If you have specified your app id as the admin, you can moderate all your plugins using the Moderation Dashboard.»
No uso el sistema de FB, con lo que no sé hasta dónde llega, pero me parece claro que si la gente de Útero quisiera, no tendríamos que leer esos comentarios injuriosos y calumniosos (los que no somos amigos de quien los profiere, quiero decir).
«Si conocen un sistema mejor, avisen. En los comentarios de este post, claro.»
Aunque tenga cuentas en Hotmail y Yahoo, no las uso. Tampoco quiero poner media línea dentro del sistema de FB, así que no, por ahí no puedo comentar. Son muchas las noticias de Útero que comentaría, pero ellos han decidido impedirlo (como yo decido que me lo impidan al no pasar por el aro). ¿Mejor sistema que el de FB? Pues el de WP que ya viene; opinión personal, claro.
Una de las cosas interesantes de las bitácoras (aunque no fue algo que nació en ellas) es el tema de la intercomunicación (pingbacks y tracbacks mediante), el uso de esos sistemas como el de FB eliminan esta comunicación.