Son las más grandes empresas las que figuran en el registro de las más grandes sanciones; una de las razones es que se suele tener en cuenta el poder económico del infractor para poner la sanción. Uno de los principios básicos en todo el sistema de control es que infringir una norma no puede salir más beneficioso que cumplirla, y algo pasa con las de Competencia cuando, parece, por más que se termine sancionando, los infractores tienden a repetir en los procesos para, una y otra vez, pagar multas… pero que les quiten lo bailado, como diría aquel.