Y es ataque a la educación pública, no a la educación en general, ni a los profesores en particular (aunque son estos los que más sufren). En Madrid la cosa está clara: Se bonifica fiscalmente (en el IRPF) a quienes llevan a sus hijos a colegios privados (hasta 1800 euros al año), ojo, privados, ni siquiera concertados, que también se ven favorecidos en sitios como Madrid (al punto que en los últimos años algunos colegios públicos se han privatizado para luego concertarlos). Los concertados no mejoran la situación de los docentes, en realidad la precariza.