«En Libia la situación desborda las previsiones originales: Lo que comenzó de forma parecida (pero no igual) a las revueltas más o menos populares en Túnez y Egipto se convirtió pronto en una verdadera guerra civil, el gobierno del dictador Muamar el Gadafi no dudó en bombardear a su propio pueblo y perdió el apoyo de parte de su propio gobierno y de muchos de los líderes tribales que lo sustentan, el ejército se rompió lo suficiente para permitir a una facción tomar el control de una serie de ciudades más o menos importante, y Gadafi a la cabeza de su criminal gobierno contestaron de la única forma que saben: Con las armas. Bombardeos y tomas de ciudades se han sucedido todos estos días, mientras que el pueblo llano sufre y muere bajo las bombas y balas.» Continúe leyendo en De Igual a Igual.