Para leer las encuestas sobre intención de voto, en realidad, más que el dato concreto nos debemos fijar en la evolución, sin olvidar siempre que son una fotografía no demasiado fiable de un momento concreto y que son manipulables (tanto la forma en que se usan o transmiten sus resultados como la forma en que se hace la propia encuesta), claro que siguen siendo «importantes e interesantes», y van más allá, sin dudas, de las «sensaciones» que sacamos de nuestro entorno (algo que se repite mucho). Así podemos ver, en la última publicada (de IPSOS APOYO), que Ollanta Humala está en alza (y el sorteo les ha regalado una oportunidad de oro, saliendo primeros en la cédula electoral), que Castañeda va perdiendo la carrera por el segundo lugar (y es el que, contra Toledo, más posibilidades tiene en una segunda vuelta). Las encuestas nos dicen, a su vez, que el techo de voto de Ollanta lo pone como el rival más fácil a batir en una hipotética segunda vuelta (hasta pierde con Fujimori -¡horror!-, con un 20% de indecisos, eso sí).