«Mmm, eso huele a un derecho social… Creo que deberíamos acabar con el mismo», terció uno que iba por ahí con una biblia neoliberal, digo, con el TWSJ de ayer. «Definitivamente es algo insostenible, mejor tirar de pensiones privadas», dijo un agente de seguros. «¡Qué gran idea! Además, nosotros gestionamos mejor eso que el Estado, mastodóntico que no sabe hacer dinero, no como nosotros», se apuntó un banquero, justo ese que ayer pidió un rescate billonario (con B) para su banco, pero que ha quintuplicado su sueldo los últimos años, y que ha quebrado al menos un fondo de pensiones recientemente. Pieza a pieza van desmontando el Estado del Bienestar (para lo poco que ya queda), y lo que no se quita de lo público al menos se remata para que tenga una eficiente y recontra cara «gestión privada»*.
Hablo esta vez del texto aprobado por el Pacto de Toledo que servirá como excusa para que un ejecutivo que tiene la cara de llamarse socialista recorte más el Estado de Bienestar (siempre amenazado, según los ínclitos bancos que harán negocios con el tema de las pensiones si estas dejan lo público al menos con más fuerza de lo que ocurre actualmente). Lo bueno del texto, lo único bueno, es la idea de seguir aumentando determinadas pensiones, lo malo es lo demás.
Por cierto, casi todos votos a favor (aunque con salvedades avisadas para el tema de retrasar la jubilación, lo del PP es curioso, porque está «a medias» de acuerdo con esa medida, en tanto que ellos proponen «incentivar la jubilación post 65», algo que, por cierto, ya existe), solo la izquierda se ha opuesto (el grupo de tres partidos, IU-ICV-ERC, y el BNG), lo malo es que la izquierda en el parlamento son cuatro gatos mal contados, aunque rocen el millón y medio de votos. UGT y CC.OO. están a punto de bajarse los pantalones en este tema, a la espera de negociar los afectados (que sean futuros y no actuales) del alargamiento, en el resto no ven los problemas…
El problema de fondo es que se está desarticulando poco a poco un sistema sólido de solidaridad intergeneracional, que si la pirámide poblacional ya es «rombo» se debería plantear una financiación mixta antes de eliminar dicha solidaridad, y se quiere ir pasando a un sistema mucho menos solidario y redistribuidor de capitalización, a ser posible, todo en manos privadas, así cada vez la pensión de jubilación será más pequeña y hará falta «completarla» con un seguro privado para que sea medianamente digna.
Esto trae consigo un problema fundamental, a la pensión privada solo podrán acceder determinadas personas, clases medias para arriba (las clases bajas no tienen capacidad de ahorro), lo que a la larga significa más pobreza y desigualdad, mientras tanto, unos pocos (los que manejan los fondos) se forran a costa del futuro de unos muchos. Además, se puede dar un crisis económica y por más reservas que se obligue a los gestores del fondo estos pueden quebrar (porque a los bancos también se les obliga y pasó lo que pasó), con lo que, sabemos, significa «solidarizar pérdidas», esos afectados reclamarán pensiones al Estado sí o sí.
En el fondo toda la reforma, contando alargar la edad a los 67, no es más que «pagar menos» cuando toque abonar la jubilación de cada pensionista. España, si mal no recuerdo, es uno de los países en que la gente, de media, se jubila más tarde en Europa (63 años), y en contra de lo que se dice, la crisis ha retrasado en medio año la edad media de jubilación (sí, muchas empresas han aligerado plantilla con prejubilaciones, pero han sido más los que se han visto en la necesidad de no jubilarse por mantener más cargas que hace unos años, por ejemplo, porque la pareja o el hijo se quedaron en el desempleo). Y hablamos de edad media, porque en ciertos sectores las personas con trabajos más privilegiados son los que más se prejubilan, no el «currito» de la limpieza.
Es un poco lo que viene pasando en otros países del entorno, es dificultar que la gente cobre el máximo posible, o mejor dicho, obligar a que cobren menos de lo que les correspondería antes de la reforma, y un medio para conseguirlo es exigir más años cotizados (peor que el aumento de la edad en Francia es el aumento de años cotizados necesarios) o el periodo usado para el cálculo de la pensión (en general, a más años menos se cobra, el PSOE ha salido diciendo que esto lo hacen por la cantidad de gente que se queda desempleada en los últimos años de su vida laboral, pues muy fácil, no aumenten a 20 los años que se computan sino dejen al beneficiario que elija esos 15 años que contarán).
Y a todo esto hay que agregar un mercado laboral con fuerte temporalidad, donde aunque no se quiera hay largos periodos en el desempleo, y esto perjudica, sobre todo, a las clases bajas trabajadoras, esas que no se podrán permitir seguros privados de complemento.
Si la reforma laboral fue antisocial, la reforma de la negociación colectiva será horrorosa, y la de las pensiones ya viene como una puñalada trapera, a la par que se van anunciando privatizaciones (de entes que encima dan dinero, no lo pierden), todo nos lleva al mismo sitio, y no es a la construcción de una sociedad más justa ni mucho menos.
Excurso: Me mosquea que este tipo de cosas las decidan personas que no serán usuarias del sistema general, sino que son unos privilegiados que encima blindan sus privilegios, pero nos piden rebajar nuestros derechos…
*Pocos son los sectores en actualmente sale más barata la gestión privada, curiosamente son los sectores menos rentables y más sociales a la vez, y que se afana la administración para privatizar puesto que no les interesa nada. Lo curioso, además, es que salen así de caros para el sector público por su propia legislación, la que eximen al privado de cumplirla (con lo que se ahorran costes por todos lados).