Saben que por acá de cuando en cuanto hablo de alguna serie de televisión, normalmente es o para desahogarme (como la vez de un capítulo de los Simpson) o para poner al trasluz algunos brutales errores (como con la serie de abogados española), que duró un suspiro y medio, esta vez intentaré hablar bien de un producto televisivo… Una curiosa “serie” de sketches en Televisión Española: Ciudad K*. Serie planteada para el Canal Cultural que nunca tuvo una programación completa (ahí se estrenó el piloto), y tras la “fusión” (por llamarlo de alguna forma) con el segundo canal de TVE (este absorbió todo lo bueno del casi no nato Canal Cultural) pasó a la parrilla de La 2.
Desde hace unos pocos lunes (y si nadie lo remedia, por una sola temporada) el humor absurdo-intelectual, surrealista mírese por donde se mire, invade las ondas en binario de la mano del director José Antonio Pérez (también creador de la serie), con guiones de Jose A. Pérez (sí, no solo la crea y dirige, sino que la escribe, que es época de crisis y hay que multiemplearse), Javier Durán, Tomás Fuentes, Pablo Velasco, con un elenco de actores la mar de buenos, todos ellos de humor saben un buen rato, con un formato similar al de La Tira que echaron por la Sexta, ese sistema de usar los mismos personajes en una serie poco ordenada de situaciones para plantear todo tipo de chistes con referencias “culturaletas” (en el mejor sentido de la expresión), además, los personajes pueden verse en un sketch que no es propiamente el suyo. Pérez cuenta:
«Ciudad K es una ciudad donde el nivel cultural de sus ciudadanos es exageradamente alto. Estúpidamente alto. Esto no quiere decir que sean inteligentes, por supuesto. De hecho, el porcentaje de idiotas es bastante similar al de cualquier otra ciudad española, con la diferencia de que, en Ciudad K, Jürgen Habermas se da en FP.En Ciudad K veremos a jubiladas hablando con total naturalidad de las últimas tendencias web, de videoarte y de expresionismo abstracto. Encontraremos a un cura desesperado por la falta de fe general. Veremos la oficina de patentes, donde se registrarán máquinas del tiempo, ampliaciones de memoria humana y traductores de ladridos. Visitaremos el despacho del psicoanalista más reputado de la ciudad, un tipo con envidia de pene, pero de un pene distinto al suyo. Pasaremos por el prostíbulo más populoso de la ciudad, al que los hombres acuden para mantener las conversaciones que sus mujeres les niegan. En fin, lo típico de cualquier ciudad de provincias.»
La serie se emite los lunes a las 21:30 horas en TV2, y puede verse íntegra (o sketch por sketch, como vuestras mercedes prefieran), en la página web de TVE. Incluso, también en la Web, está «Ciudadano K -Actualidad independiente no determinista-», el periódico local, ya saben, ese que se compra junto con el Marca/AS/Sport y ABC/Mundo/El País…
Cierto es que si no sabes quién es David Lynch tal vez no entiendas un sketch completo, si el dadaísmo ni te va ni te viene el chiste final de un surrealista sketch con una chiquilla creadora en la KTV no lo pilles, si las leyes de la termodinámica te suenan a las instrucciones del termomix ese pues los exabruptos del tipo de la oficina de patentes no los comprendas, pero las situaciones son de por sí graciosas, y, en general, dios inventó Internet para algo, así que si un nombre no te suena, como puede ser Julio Médem (sobre todo si no eres de Iberia o docto en su cine -aunque fijo viste Lucía y el Sexo, aunque pensando en otras cosas, eh pillín-), la referencia a las metáforas visuales no te digan nada, pues lo buscas y aprendes, que tampoco es tan grave. Claro que si te gusta Paulo Coelho el programa te va a ofender… bien es cierto que si te gusta Coelho cualquier cosa que no sea exactamente igual a lo que ya conoces seguramente te ofenda.
Aunque no me termina de cuadrar eso de incrustar contenido no-libre, con los productos de TVE ya lo he hecho en alguna ocasión (más con la radio que con la TV), pero bueno, hoy les pongo un vídeo de uno de los sketch, en el psicoanalista:
Ciudad K – Capítulo 1 – Pisocanalista