Google es lo que es, una empresa que pretende maximizar sus beneficios y nada más (¡descubro América!). Si para ello tiene que censurar, pues censura, si tiene que defraudar a hacienda, pues la defrauda (que todos lo hagan y quieran hacer no lo convierte en aceptable), si tiene que explotar a sus trabajadores (no a los que tiene más mimado), pues los explota, si tiene que comprar a la competencia, pues la compra, y si tiene que hostigarla, pues la hostiga. No hay nada nuevo bajo el sol. Ah, sí, que ha conseguido que su nombre sea sinónimo de «Internet» (como hace ya mucho Gates consiguió que el suyo lo fuera de «computación personal»), que la gente vea con buenos ojos una empresa que va concentrando no solo poder e información, sino datos privados de todo tipo y documentos de toda clase, que nos va separando del contenido cada vez más y todo esto mientras le sonreímos porque, ellos dicen, su lema no-oficial es «don’t be evil».