Pueden leer el comunicado en euskera (en vídeo o en PDF) o una traducción al castellano realizada por la gente de Gara. La banda Euskadi Ta Askatasuna (ETA) tras echarse flores por su labor para la «liberación del pueblo vasco», los costos que ha pagado y demás, y resumir, a su manera, los caminos para solucionar el conflicto vasco de forma más o menos plural (dicen: «Desde Txiberta a Lizarra-Garazi, pasando por Bergara. Desde la Alternativa KAS a la Alternativa Democrática») declara que «el País Vasco se encuentra en un momento importante, en una encrucijada», donde «la lucha de años ha sembrado nuevas condiciones políticas».
Para ETA el sistema autonómico está agotado, y es necesario el cambio político para construir una nueva Euskal Heria y acusan al Estado español de una ofensiva fascista para evitar la independencia, así pues, ETA llama a los ciudadanos vascos a: apoyar el proyecto independentista; crear condiciones para el proceso democrático; y responder a la represión que sufren los luchadores por la libertad. Afirma el comunicado que ETA está por:
«el compromiso con una solución democrática, en el compromiso con una solución democrática para que, a través del diálogo y la negociación, los ciudadanos vascos podamos decidir nuestro futuro de forma libre y democrática. Si el Gobierno de España tiene voluntad, ETA está dispuesta, hoy igual que ayer, para acordar los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático.»
Tras estas declaraciones llama a la «comunidad internacional» para que eche una mano en la negociación para una «solución duradera, justa y democrática». Y así llegamos a la parte más relevante del documento (el resto lo hemos visto en más textos), en donde ETA afirma:
«ETA hace saber que ya hace algunos meses tomó la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas.»
Cierto, no es la primera tregua de la banda terrorista, las ha declarado de todo tipo y forma, la última de amargo recuerdo pues lo que empezó siendo una oportunidad acabó con la muerte en los aparcamientos de la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas, en Madrid. Una tregua que se inició en el 2006 y acabó oficialmente en el 2007, aunque el atentado fue a finales de diciembre del año anterior (por más que desde ETA se dijera que permanecía en tregua), y si bien es cierto que la postura escéptica prima en las declaraciones de los miembros del gobierno (lógico por otro lado), no podemos cerrar los ojos ante una oportunidad, y como dije en el 2006 en «Diálogo con ETA, un camino a la Paz. Porque negociar no es rendirse»:
«Está claro que con medidas policiales jamás se acabaría con ETA, no con el apoyo político que cuenta, aunque no mayoritario, sí bastante amplio en cierto sector de la población vasca (y no tan vasca), el diálogo es la única puerta para salir de este tipo de situaciones, a fin de cuentas, en Irlanda del Norte no les va tan mal (y eso que tienen un gobierno unionista de lo más propenso a quitarles la autonomía, pero hay más correa por esos lares para aguantar las tonterías del otro bando -sea el que sea-).»
No digo que el País Vasco sea como Irlanda del Norte, es solo un ejemplo de que la vía pacífica y política con bandas terroristas es o puede ser positiva, también podríamos hablar de Terra Lliure (y la negociación realizada con y por ERC) para entrar en una experiencia española más o menos reciente, lo que sí creo es que si hay una oportunidad para acabar por la vía negociada con ETA esta se debe intentar. El gobierno de la vez pasada debe aprender algo: Los gestos son importantes, y algunos de los reclamos de ETA son perfectamente realizables (como es el acercamiento de presos) o incluso deseables (derogación de la ley de partidos, o al menos su sustitución por una menos restrictiva), y otros podrían negociarse no con ETA, pero sí con el resto de interlocutores vascos (como es la posibilidad de convocar un referendo de autodeterminación, y esto vale tanto para el País Vasco como para el resto de pueblos españoles).
Del comunicado llama la atención que no se hable de Francia para nada, y eso que tres de las provincias de la imaginaria Euskal Herria se encuentran en ese país, se llama a negociar a España, pero no al otro vecino implicado. También es curioso y triste que una organización que se considera socialista ponga todo el énfasis en la «creación del Estado» y tan poco peso en la revolución socialista, cómo no tiene problemas en abrazar a la derecha siempre y cuando esta sea independentista…
En el lado político, hace unos días la llamada izquierda abertzale junto con los de EA llegaron a un acuerdo en que se pedía la vía pacífica y se incluían ciertos aspectos siempre ignorados, como la necesidad de resarcir a las víctimas (un gesto a las mismas nunca vistas), que pueden ser pasos más que positivos no solo a la reconciliación, sino al fin de la violencia política en esa zona de España (y en el resto del reino también).