Parece que ayer se confirmó el absurdo: Ante la reforma inminente de la legislación laboral, la huelga general será para «después del verano», para el «29 de septiembre» en concreto. ¿Qué esperan los sindicatos conseguir a cuatro meses vista? Vale, bien, una HG no se organiza en un día, pero sí en 20 días o un mes (según declaraciones de ellos mismos), ¿por qué esperar cuatro meses para la HG? ¿Para que no sirva para nada? Si la idea era influir en la reforma parlamentaria del RDL, lo que habría que plantear es una serie de movilizaciones tras una HG cuando el tema se pone sobre la mesa, o sea, AHORA. Dejar la HG para el «29 de septiembre» es permitir que el tema se enfríe y asiente… Al menos en Euskadi y Navarra los sindicatos más representativos autonómicos han convocado una HG dentro de sus fronteras para el 29 de este mes (a la que se ha «sumado» CC.OO. de la zona, ¿por qué no hacen lo mismo a nivel nacional?). Será la segunda HG en el País Vasco bajo gobierno de López, por cierto.