Vuelve el mismo debate, y vuelve sin más novedades que el llamado a un elitismo en el parlamento que jamás ha evitado que esa institución sirva para algo ni, por supuesto, asegurado mejores congresistas o mandatarios o, lo que es más importante, mejores legislaciones o gobiernos. Un titular que es toda una declaración de intenciones, y tal vez la primera mentira del texto, abre la sección de actualidad de hoy en Perú21: «¡Qué fácil es ser congresista en el Perú!». ¿Cómo que fácil? ¿Cuántos se presentan y cuántos salen? ¿Cuántos intentan presentarse pero no pueden? ¿Cuántas personas consiguen cientos de miles de votos? Eso no es fácil (se refieren, claro, a los requisitos personales para ser candidatos, pero obvian los requisitos para que una formación puede inscribirse y presentar candidatos).