«Antes el poder económico influía en la prensa, ahora el poder económico hace la prensa.»
César Hildebrandt
Interesante entrevista la que publica Diario la Primera a su columnista y ex presentador de TV, César Hildebrandt, uno de los periodistas más respetados del Perú. La frase resaltada un poco más arriba condensa la opinión que le merece la prensa actual (y no es algo que se limite solo al Perú).
La pregunta es quién controla a quién, queda un poco en el aire el concepto del «poder económico», no es ni mucho menos homogéneo, existe una pugna entre grupos de poder los cuales controlan, cada uno y a su propia manera, los medios de comunicación de los que disponen, y entre ellos o influyen al gobierno, o lo controlan, o se pegan con él para aupar a su propia «alternativa». Y será que soy muy joven, pero no recuerdo que esto existiera en otro momento de alguna forma diferente. Ya no recuerdo quién repetía sin cesar aquello de «no existe la libertad de prensa, hay libertad de empresa».
Incluso medios «de izquierda» más de una vez han sido financiados y creados por grupos distintos al del medio solo para aupar o destruir a un candidato o una personalidad pública concreta, ahora se me escapa el nombre, pero uno fue usado por círculos cercanos al aprismo sin que los miembros de dicho medio (que actuaban con total honestidad) lo supieran, y era simplemente una pieza más en el tablero de ajedrez para impedir que el candidato de un determinado partido llegara a la presidencia, que fue atacado por derecha y por izquierda todo lo que se pudo y más.
¿Qué medios independientes, en el total sentido de la palabra, quedan? Medios comerciales, con llegada, y que no estén vinculados a partidos o sindicatos (por más que den información muy valiosa, que encima muchas veces es ignorada por la prensa «seria»).
Posiblemente lo que más se acerque en Perú a este tipo de medios esté en las radios locales, que ven cómo el gobierno les ha declarado la guerra descaradísimamente, ahí Hildebrandt vuelve a tener razón cuando declara: «A Alan no le gusta la prensa, la detesta. (…) Si él pudiera amarraría a la prensa, si el pudiera controlaría a la prensa.» Aunque para el ínclito periodista la prensa ya está controlada, supongo que no toda (a menos que él considere estar ya controlado), y por ello siguen pasando casos como el de Radio La Voz de Bagua. O el ataque furibundo del presidente a las bitácoras informativas (sobre todo) y la llamada a las barricadas para que sus fieles copen la Red de Redes en una guerra abierta.
Sobre la salida de Hildebrandt de Canal Once (actual RBC, en cuya cabecera, en los momentos que escribo estas líneas, aun aparece la imagen de Hildebrandt en ese horroroso fotomontaje)… pues qué quieren que les diga, es lo de siempre, un medio más o menos vendido que mantiene en su contenido alguna voz disidente para dárselas de plurales, como cuando Javier Ortiz escribía en El Mundo, sabes que eso no pega ni con cola y que tarde o temprano se acabará, en cuanto el medio intente «tocar» la línea del disidente y este anteponga su ética al plato de lentejas (para que esto pase el plato está más o menos garantizado de una forma u otra). Y así es como se explica que César Hildebrandt haya preferido no pasar por el aro en un tema sangrante, con intermediación del inefable Ricardo Belmont (¿por qué rayos le abrieron la puerta los de Frente de Centro? un ejemplo de ladrón metido a político que saqueó las cuentas públicas como alcalde de Lima y consigue entrar en el Congreso tras el fallecimiento de otro congresista). Lástima que se acabe el programa, seguía prometiendo mucho. Pero volvamos al contenido de esta entrada.
Daba vueltas, o pretendía dar vueltas, al tema de los medios independientes, estos, lo que se dice existir, existen, pero con poco alcance y menos recursos. Cierto que Internet se ha vuelto una forma barata de comunicar y ampliar audiencias, pero sin contactos y recursos, por ejemplo, no se puede sostener una Unidad de Investigación en condiciones, y las que ahora existen o se dedican a las anécdotas o simplemente rebotan información dada ya masticada y editada por quién sabe (salvo honrosas excepciones). Sin recursos poco daño se puede hacer al poder (político o económico, tanto da que da lo mismo). Sí, se puede dar información que incomode, pero no se llega lejos con ella.
Pascual Serrano (periodista español muy conocido por el proyecto Rebelion.org, y durante un par de años fue asesor editorial de Telesur) defiende que el futuro de los medios independientes (alternativos) está en los medios comunitarios apoyados por el gobierno de forma económica, donde el medio sea plural y democrático y pone como ejemplo las experiencias en Venezuela, Bolivia y Ecuador, pues bien, como ya sabemos, quien paga manda (por eso los anarquistas se niegan a recibir subvenciones para sus actividades), y como bien señalan (en varias ocasiones) medios independientes como El Libertario, en Venezuela (no sé si en Bolivia o Ecuador pasa lo mismo) el dinero solo va para los medios comunitarios adeptos al régimen, sino te quedas sin plata, y pasa lo que pasa, a la quiebra, sin recursos, lo mismo de siempre, con lo que el medio comunitario alternativo depende del Estado con lo cual nunca se enfrentará al mismo. Además, gobiernos como el de Venezuela descabezan las organizaciones sociales y «cambian», dinero mediante, o presiones varias, a los dirigentes por unos más favorables al chavismo, y eso bien lo saben los sindicalistas trostkistas del país hermano (entrevista en RTF).
Se cuenta una anécdota ocurrida en la Galicia bajo el mando de Fraga, una obra se representaba pagada con dinero público (como pasa con mucho arte por este lado del mundo) y era muy pero que muy anti-pp, en cuanto el líder gallego la vio mandó que no se renovara la subvención, «no les pago para que me insulten» dijo el mandatario gallego. Claro que son subvenciones muy discrecionales, pero lo mismo pasa con los medios subvencionados. Y eso pasa con la TV o la Radio públicas, pueden ser bastante imparciales, pero nunca serán antisistema.
Antes de acabar esta entrada totalmente intrusa (saben que ni soy periodista ni pretendo aparentarlo) que no va a ninguna parte, no quiero dejar de señalar algo que declara el columnista de La Primera: «lo central sigue siendo que aquí unos pocos ganan mucho, y muchísimos ganan poco». No creo que se necesite periodismo de investigación para señalar eso, ni estaba en ese plano antaño, cuando comenzaron las luchas revolucionarias (en cualquiera de sus momentos y lugares), pero sí que hay que recordar la labor a lo largo de la historia de los periodistas comprometidos, que incluso dieron su vida para un mundo más justo, y que informaban a la par que hacían pedagogía. Tal vez eso es lo que falte, más que grandes recursos para equipos de investigación de primera línea.
Sr. Jomra. Encuentro su blog muy interesante Soy un periodista peruano trabajando en Tokio y me gustaria hacerle una breve entrevista para el medio en el que trabajo. Si es posible escribame de vuelta para coordinarlo. Intente, sin suerte, buscar un mail suyo. Gracias por adelantado,
Pavel.