Yehude Simon vive en una realidad alternativa, donde el APRA es de izquierdas, él un revolucionario en un gobierno socialista y se cumplen los derechos humanos a rajatabla, además, se da la curiosa circunstancia de que el gobierno ha puesto todo de su parte para reparar a todas las víctimas del conflicto armado interno y evitar la impunidad de cualquier participante en delitos de todo tipo, sobre todo los de lesa humanidad; tienen especial celo en que los tribunales, contra el Derecho nacional e Internacional, no prescriban los casos contra altos dignatarios todo en pro de la justicia. Es la única explicación que encuentro para que Yehude El Traductor Simon haya declarado lo siguiente: «Se venía diciendo constantemente que en principio, ni el presidente de la República ni el Poder Ejecutivo dijeron no al museo (…) Hemos dicho siempre que eso pasa por la necesidad de una reconciliación, pero nadie dijo no«. Eso o el primer ministro es un cínico que miente más que habla.
El Presidente de la República, Alan García Pérez, rechazó la donación (no oficialmente) para un Museo de la Memoria queriendo que el dinero (dos millones de dólares) fuera a parar a «ayuda social» y no para un museo. Yehude Simon, presidente del Consejo de Ministros y representante del gobierno aseguró que habían presentado una «contrapropuesta» al gobierno donante para hacer «mejor uso» del dinero. El ministro de Defensa declaró que el dinero fuera a un mejor propósito que un museo. ¿Eso no es rechazar el museo?
El canciller del Perú, José Antonio García Belaunde, declaró: «creemos que no es el momento ni la oportunidad para crear un museo que va a mantener abiertas las heridas (…) aviva demasiado las diferencias o los conflictos en el país». ¿Eso no es rechazar el museo?
Alan García Pérez atacó a quienes defendían el Museo de la Memoria en los términos de reflejar el trabajo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR, que, no lo olvidemos, fue un ente creado por el Estado para investigar lo ocurrido y cuyo informe no gustó mucho al poder vigente ni, por supuesto, a los aspirantes al poder y antiguos tenedores del mismo) y dijo, recién ahí, que si se ampliaba «la oferta» del gobierno alemán para la construcción de un museo con «todas las perspectivas» (esto es, quitar peso al informe final de la CVR y dar más peso al oficialismo militar).
Pero García reconoció que «se rechazó el dinero alemán«, aludiendo además a que aun no nos hemos reconciliado. Ese rechazo del Museo fue apoyado por gente tan cuestionable como Cipriani. ¿Eso no es rechazar el museo?
Yehude Simon también declaró: «No sé si este sea el momento de construir el Museo de la Memoria». Y que faltaba la visión de las Fuerzas Armadas en el Informe Final (mentira, en el Informe se constata la visión de las fuerzas armadas, claro que se cuestiona, ¿desde cuando lo que se diga desde el oficialismo suele ser cierto? Más aun cuando recordamos la historia de impunidad de nuestras fuerzas armadas). Las palabras de Simon son de rechazo utilizando la figura retórica de atenuación. ¿Eso no es rechazar el museo?
García, en aquella ocasión, volvió a desinformar (mentir) sobre lo que dice el Informe Final de la CVR (IFCVR), ya que aseguró que se debería incluir a los soldados y oficiales muertos como víctimas, algo que YA HACE el IFCVR, todos los militares e integrantes de fuerzas y cuerpos de seguridad heridos o muertos en combate figuran como víctimas, no así los terroristas muertos en combate.
Ahora sí, aceptaron el Museo, metiendo todo el militarismo que puedan y contentando a Mario Vargas Llosa. De repente sí es momento del museo, si ayudará a la reconciliación, sí cerrará heridas, sí se puede usar el dinero para un museo y no para «mejores» obras, de repente el gobierno siempre fue pro-museo. Yehude se acaba de leer 1984 y quiere ser el Ministro de la Verdad.
No fastidien. De verdad, acéptenlo señores del gobierno, metieron la pata hasta el fondo con un tema que no hubiese hecho correr ni la mitad de la tinta si desde un comienzo hubiesen dicho sí, bien caleta hubiese pasado, y el museo desperdiciado.
En realidad, gracias a los excesos verbales y de celo del actual gobierno el Museo (aunque aun poco el conocimiento general sobre el tema) ha ocupado más páginas de periódicos que si lo hubiesen aceptado desde un primer momento.
No pensé que Yehude iba desempeñan tan pobre papel como primer ministro, se ha graduado de traductor del gobierno, y peor aun, de cínico, un día dice una cosa y luego dice otra, “no quise decir lo que dije”, parecía un tipo mas inteligente y sagaz, pero Alan garcía a logrado lo que se propuso, ha sacado del camino a uno de los posibles candidatos a la presidencia, aunque, ahora conociéndolo más a fondo creo que nos ha hecho un favor, un personaje tan tibio como él, no creo que pueda ser un buen gobernante.
Salud Robertofelipe
Me pasa lo mismo, pensé que Simon sería más elegante en su función de bombero, más sincero al menos, pero nada, «traductor» puro y duro, en un papel más inexplicable incluso que Del Castillo (cuya amistad y lealtad con el presidente explicaban muchas cosas).
No sé si lo ha sacado de la carrera presidencial o lo ha encumbrado a la misma pero *con* el APRA, y no sé qué es peor…
Hasta luego y gracias por el comentario ;)