No entraré en temas de dogmas de fe ni similares, los mismos están dentro de la propia religión (de todas y cada una de ellas) y es lógico que se declaren como realidad, pero hay desinformación que se debe evitar porque resulta una patética burla al conocimiento, a una realidad palpable y fácilmente comprobable, que no admite demasiada discusión. ¿De qué estoy hablando? Del sermón de un cura en el velatorio del Hospital Militar hace un par de días, en el cual el sacerdote desarrolló una extraña e incorrecta teoría sobre la importancia de Jesús en el mundo para todas las religiones partiendo del calendario que actualmente usamos.