Es incorrecto decir que el Perú es un estado laico, puesto que encaja mejor con un Estado Confesional Cultural o Histórico, esto es, donde una confesión religiosa está reconocida, desde la propia constitución, como importante en la formación de la moral, historia y cultura patria, estando esta confesión por encima del resto (en este sentido entiendo el artículo 50 de la Constitución Política peruana de 1993, cuya redacción es calcada al artículo 86 de la ya extinta Constitución de 1979), incluso se habla del respeto del Estado por las «otras confesiones», lo cual las deja subordinadas a la Iglesia Católica y su relación especial con el Estado. Aunque la interpretación «oficial», cabe recordar, de ese precepto es la separación Iglesia – Estado. Una separación, matizo, bastante especial, donde la colaboración es una suerte de matrimonio indisoluble
Esa previsión constitucional es la base de una serie de discriminaciones positivas en favor de la Iglesia Católica (de la jerarquía de la misma), así pues, el Estado se vuelve valedor de la moral católica en detrimento del resto de confesiones y de los no creyentes, a la par que la Iglesia (la jerarquía de la misma) blande su independencia para no plegarse en ningún caso a exigencias como democracia interna, rendimiento de cuentas públicas, transparencia, discriminaciones producidas en su seno, y otra serie de actos completamente rechazables en tanto que interfieren con libertades personales o afectan a bienes comunes sobre los que la Iglesia se arroga un derecho total. Lo que es peor, muchas veces dicho derecho es reconocido por nuestras autoridades.
Esta relación especial entre una confesión religiosa y el Estado peruano se ve plasmada en el Acuerdo Internacional entre la Santa Sede y la República del Perú, firmado a finales de la dictadura de Francisco Morales Bermúdez Cerrutti, hay que poner en relevancia que estamos hablando de una relación entre Estados en que se permite, de una forma u otra, que una teocracia gane favores del poder público de otro Estado.
Sobre las subvenciones existentes, poco puedo decir que no se haya dicho ya, y sobre el año en curso, cabe destacar las aprobadas en la Ley 29142, de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2008, publicada el 10 de Diciembre de 2007, que bien resume Tito Pérez en Iglesia y Sociedad, donde algunas de las partidas presupuestarias mantienen instituciones que hace mucho debieran hacer acabado para hablar de un Estado laico, o al menos, de una verdadera separación del Estado y la Iglesia (como es el Obispado Castrense, sin ir más lejos, al menos desde el 80 se les considera personal civil, y ya no incluidos en el organigrama militar).
Según el Instituto de Libertad de Conciencia (PROLIBCO) «los subsidios económicos y los beneficios tributarios concedidos a la Iglesia Católica fueron mucho más generalizados y lucrativos que aquellos reconocidos públicamente», donde el Estado paga sueldos (no importa la cantidad, sino el hecho en sí) a distintos miembros de la Iglesia, donde existe una serie de exenciones tributarias, desde los derechos arancelarios que algunas organizaciones eclesiales no pagan, hasta los impuestos sobre la propiedad de sus lugares de culto y otros edificios… Y ya si hablamos de la religión en la escuela tenemos un gran problema…
¿Cómo es posible que el Perú esté realmente estancado en este tema? Se van dando pequeños pasos en favor de Iglesias cristianas distintas a la Católica, pero se sigue marginando a los no creyentes y a los creyentes de confesiones no cristianas, estando no solo lejos del trato preferencial a la Iglesia Católica, sino en posición de indefensión o de discriminación directa frente a los grupos de creyentes católicos o cristianos. Mientras tanto, nuestro ejército seguirá pagando a religiosos católicos y obligando a asistir a los servicios de los mismos, en nuestras escuelas el Estado pagará la educación católica (con un maestro y temario elegido por el obispo del lugar), y quienes no quieran llevar la moral católica en la escuela, podrán hacerlo pero estarán en desventaja con el resto de alumnos que sí tengan esos créditos.
Mientras tanto desde la Iglesia se sigue mostrando una cara poco loable, lejana a su amarás a tu prójimo como a ti mismo, y siguen castigando a quien no piensa como ellos y manifestando brotes de intolerancia homófoba cada vez que pueden, y en ese sentido tenemos el conflicto entre Serge Schoombroodt y el homofóbico arzobispo de Arequipa, Javier del Río Alba, donde la Catedral (exenta de impuestos y que ha sido, más de una vez, beneficiaria de fondos públicos para mantenerse en pie) de cierra sus puertas al músico, con excusas insustanciales pero una peste de persecución por la homosexualidad recientemente conocida del músico.
Excurso: Me parece curioso -destacable- cómo la Iglesia quiere contar con sus propias normas, reconocidas de una forma u otra por el Estado, así pues, la Iglesia se puede saltar a la torera toda la legislación sobre personas jurídicas y constitución de las mismas en tanto que el Acuerdo ya reconoce personalidad jurídica a una serie de entes eclesiásticos y a los que cree la propia Iglesia (que, mediante la simple comunicación al Estado, ya tendrán personalidad jurídica).
Concuerdo en la mayoria, pero un detalle, los profesores de religion no son designados por el obispado, es algo que es asignado por el Ministerio como cualquier otro curso.
Que el temario sea elaborado por ellos, si, seguramente, pero ellos no pintan en el nombramiento.
Es mas te diria que en secundaria la mayor parte de las horas de religion que tuve se hablo de cualquier cosa menos del tema, a lo sumo hacer un resumen sobre algun tema o dibujo. Y para salvar las apariencias algo de catecismo… pero muy poquito… jiji.
Y con relacion a los «creditos», solo afecta a quienes quieren clasificar a los llamados examenes de «exonerados», pero no al alumno promedio, pero claro aun asi es una carga mas.
Otro si digo, que podremos criticar que no tengan mujeres en el sacerdocio, sobre el celibato, sobre su poca democracia.. etc etc.. ya que todo eso viene dado por la tradicion y no por la biblia, pero en cuanto a su posicion sobre la homosexualidad ya es algo diferente pues la biblia si es explicita en cuanto a ello, y mas bien de lo que pecan es de falta de comprension con lo que para ellos es un pecador.
Y con la Iglesia Jerárquica nos toparemos siempre. El punto es ese, la Iglesia Jerárquica que muchas veces desde sus cátedras petrinas no olfatea bien lo que sucede en la sociedad (que casi siempre ha sido un bicho raro o cuna del mal para ella). Al no olfatear bien pierde la capacidad de discernir bien, eso creo yo, porque si bien existe el Magisterio y las Enseñanzas también está el Amor y la Verdad que son cuestiones más profundas. Algunas veces siento que se traiciona ese Amor o esa Verdad y la Institución Eclesial sale a relucir su cariz humano y finito. Felizmente también existe la Iglesia de a pie, de los sencillos que ven y aman como Cristo ama.
Salud
D. Ernesto, en la biblia se describen las razones por las cuales hay que lapidar a una mujer, o se las minimiza al punto de ser vendibles, y no por ello debemos aceptar (ni la Iglesia lo hace) ese papel para las mujeres. Tres cuartos de lo mismo para los homosexuales. De todas formas, si fuera por un tema moral, Cipriani estaría guardando grandes distancias con el fujimorismo, y no lo hace. Pero no es lo importante, no es que rechacen como pecador a los homosexuales o que no acepten el matrimonio homosexual entre sus normas canónicas (con su pan se las coman), es que traten como delincuentes a los homosexuales, que si uno, por más que le reconozcan valía en el pasado, sale del armario, la Iglesia intenta denostarlo y apartarle toda la visibilidad.
Pero vayamos a lo que quise tratar acá, y que dejas un «algo» que me haces dudar: ¿Realmente quién tiene la última palabra sobre la contratación de los maestros de religión? Estuve buscando, y no encuentro el proceso exacto, ya no sé si el obispo proponía el nombre y la autoridad educativa lo ratificaba, o era al revés…
Ya, pero afecta, eso es lo que cuenta. Si se da educación religiosa en la escuela, no puede contar para la nota final o promedio, a no ser que sea una vaina en plan «historia filosófica de las religiones» o algo así, pero claro, el currículo no podría elaborarlo el obispo :P.
D. Milanta, totalmente de acuerdo. Cada vez tengo más la sensación de que la Jerarquía de la Iglesia (y parte de sus fieles) y las bases van por distintos lados, me pasa lo mismo con los sindicatos, los partidos, y resto de organizaciones de militancia y multitudinarias, ¿una nueva oligarquía en cada ámbito de poder? Fijo. Pero en el caso de la Iglesia tal vez es más sangrante, es más patente un discurso que va por un lado y una realidad que va por otro. Suerte que existe esa «otra» Iglesia, que merece no quemarse en el infierno :P.
Hasta luego y gracias a ambos por los comentarios ;)
Deja que te lo averigue (mi mama es profesora), pero puedo asegurar que al menos hasta los 80s la designacion de profesores era hecha por el Ministerio, ignoro si eso cambio en los 90s, pero lo dudo ya que el Sutep hubiera saltado, pues aun en esa epoca ellos eran uno de los pocos sindicatos que permanecia activo. Con respecto al programa …. facil facil que ahi estuviera la mano del Episcopado, asi como en el tema de la gestion de los colegios «religiosos-estatales» (nuestra version de los concertados).
Esto pasa IMHO, por creer totalmente analogas las realidades sociologicas de España y Peru, si bien en el dia a dia he visto que se trasluce el resentimiento por el rol jugado en la guerra civil, en Peru no ha habido una situacion equivalente en que haya contribuido a crear una aversion tan traumatica como la que vemos aqui, por el contrario he visto al menos dos encuestas en las que la Iglesia Catolica era una de las instituciones que inspiraba mas confianza y/o credibilidad en el Peru. Ahora bien, Cipriani bien poco esta haciendo por mantener ese capital de credibilidad, ya que ni de lejos se lo puede comparar a dos grandes cardenales como Landazuri y Vargas Alzamora.
Y bueno.. tan perverso como puede ser, la logica detras de la accion comentada, es la de no dar como valido (y el permitir participar en una actividad relacionada con la iglesia podria asumirse como «legitimacion» del sujeto) un comportamiento que ellos no consideran adecuado. Y sobre la biblia se supone que para la mayoria de los efectos mucho de lo dicho en el antiguo testamento ha sido sobrepasado por el nuevo (de no ser asi no comeriamos cerdo), Jesus perdono a la adultera, pero en una de las epistolas si que se menciona al menos el travestismo como reprobable.
Parezco abogado del diablo, pero lo que no dejo de ver es que en algunas cosas la Iglesia si es coherente con sus fundamentos, y en otras (como la actuacion de Cipriani) se olvida de estar con el que sufre.
Salud
En Perú se da algo curioso, la gente presume que eres cristiano. Así, directamente. Y si no «especificas» qué «cristianismo», por norma presumen que eres directamente católico. No son pocas las veces que cuando entramos en debates sobre la Iglesia o las creencias, alguien suelta un «yo soy católica, como todos».
Pero sí veo que cada vez la cabeza de la Iglesia se va alejando de las bases (no sé, será también porque a veces me entero que tal o cual orden a la que no le tengo animadversión se van a otras jurisdicciones eclesiales para que ciertos personajes con demasiado poder y presencia mediática no les tomen los votos y esas cosas, o las persecuciones que sí existen a gente de la Teología de la Liberación y cercanos). O si se prefiere, que en Perú pasa lo que en otros países, un divorcio entre dos Iglesias Católicas, esas de la Obra o Sodalicio, y por otro lado los de la Liberación y similares. Y mira que desde muchas formaciones cristianas no se persigue o condena la homosexualidad, teología en la mano siempre. Al margen de eso, la Iglesia Jerárquica lleva años buscando que algunos le cojamos verdadera manía, no es necesario que se quemen Iglesias o se pongan con el bando ganador (aunque ya lo hicieron en el fujimorismo, en el velasquismo, ahora…).
En Perú la Iglesia siempre ha sabido estar con el poder, y por eso se entiende que «dictaduras de izquierda» no se hayan enfrentado con la jerarquía católica, sino que hayan hecho suyos sus símbolos y demás (acá lo remarqué, pero el acuerdo con la Iglesia lo firmó esa dictadura militar, y lo ratificamos, debería añadir, en democracia).
Sobre el caso del músico belga: Sí, esa es la razón por la que no se le apoya. Podemos decir que es coherente, y en ese caso lo criticable es la postura oficial, siendo el Arzobispo alguien que «cumple órdenes».
Pero es otra vez cuando nos encontramos con la hipocresía de la Iglesia, en tanto que han afirmado que la homosexualidad del chico no tiene que ver (aunque luego se le escapó la perla que cito), que es un simple problema de cronogramas (aunque claro, si se les pregunta, te dirán que no hay fechas para él de acá a la eternidad). Homosexualidad y travestismo son cosas distintas, ojo con eso.
En realidad me encanta que plantee el debate :).
Y gracias por preguntar el tema de los profesores de religión en lo público a su progenitora. La norma, que sigo buscando, sería posterior a la segunda mitad de los noventa, era unas precisiones sobre una RM/DS del 96 o algo así…
Hasta Luego ;)
Ojo…. ahora esta de moda decir «cristiano» («se ha hecho cristiano» «se convirtio al cristianismo») para referirse a las iglesias evangelicas.
Te cuento, me comenta que en los 80s la cosa era sencilla, la ODEC se limitaba a firmar las propuestas enviadas por el ministerio, sin hacer ninguna averiguacion, por eso la situacion que te comentaba (de hecho una madre soltera dio el curso en su momento).
Es durante el fujimorismo que la iglesia se percata de la perdida de terreno ante las iglesias evangelicas, notan que se habian alejado, descuidado ciertos sectores, entre ellos el de la educacion (vamos que habian desperdiciado es medio durante años!!!), por lo que ahora si la ODEC se involucra mas en los nombramientos y contratos ademas de los cursos respectivos.
Salud Ernesto
Muchas gracias por la matización y la información. Si es que, el matrimonio indisoluble entre la (jerarquía de la) Iglesia y el fujimorismo no fue nada bueno para el resto de ciudadanos, y por lo visto hasta se espabilaron durante esos años en tareas que, aún teniéndolas, las habían «dejado de lado».
Sobre la «moda» de autodefinirse como «conversos cristianos» a los evangelistas y similares, cabría anotar algo, muchas de esas Iglesias son más conservadoras que la Católica en muchos aspectos (aunque suelen reconocer más margen de maniobra al Estado en algunos aspectos, como por ejemplo, el divorcio), y muchas rozan la definición de secta con más facilidad que las órdenes de clausura. Por otra parte, sí que me refería a «cristianos católicos» en los casos mencionados, aunque se agradece el apunte.
Hasta luego ;)
Es relativo, los Alianza y vinculados a las Asambleas podran ser mas conservadores pero no los calificaria de sectas, cosa que no dudo en calificar a los «Dios es Amor» por ejemplo.