Desde el Comité Provincial de Sevilla del Partido Comunista de Andalucía se abre el gran debate, tantas veces pospuesto dentro de Izquierda Unida: Que el PCE vuelva a presentarse bajo sus propia siglas si es que las cosas no cambian en la coalición de izquierdas. El próximo Congreso del Partido Comunista de España se presenta como la gran oportunidad de reconstruir la alicaída formación de izquierda, y redefinir su papel en la política española y dentro de Izquierda Unida.
Desde el Comité Provincial sevillano se teme que IU sea incapaz de salir de su propio agujero, también ven con malos ojos las prácticas que se dan dentro de la coalición y la propia estructura del mismo (más parecido a un partido que a una coalición, declaran) y piden que el PCE vuelva a ser lo que fue, un partido independiente (con capacidad de decidir, que no ceda todo su poder y presencia a Izquierda Unida) y autosuficiente (así pues, son críticos con la actual fórmula financiera). Desde el Partido Comunista se quiere recuperar una simbología ocultada por la actual dirección de Izquierda Unida.
En el informe del Comité se pide «un PCE que participe activamente en la recuperación de organizaciones y estructuras internacionales de unidad, colaboración y coordinación con los demás partidos comunistas y, además con otras fuerzas de la izquierda revolucionaria y transformadora», a la par que se pone en manifiesto cómo en Andalucía (donde el PCE sigue siendo un referente de la izquierda) la coalición de IU-LV-CA ha tenido mejores resultados en las autonómicas que en las elecciones generales, siendo ambas votaciones el mismo día (lo cual deja patente la política del Comité Federal de IU que propicia la fuga de votos a «lo útil», al PSOE).
Juan de Dios Villanueva, secretario provincial del Partido Comunista de Sevilla, tiene claro que el partido no es suficiente para conseguir la transformación social que debe buscar, camino que Izquierda Unida ha perdido en favor del pactismo simplista con el PSOE en las Cortes españolas, y en tantos otros sitios. «[C]ierto que el partido no es suficiente para acometer las grandes transformaciones que queremos para la sociedad y que hay que seguir desarrollando la política de alianzas, [hay que] reconducir y revisar gran parte de lo hecho hasta ahora», declaró el secretario provincial, a la par que recordó que «todo es cuestionable, menos la existencia del PCE».
La «Resolución del Comité Provincial del PCA de Sevilla 17/05/2008» (formato .doc) incluye una reflexión profunda sobre la realidad del partido, de la coalición de Izquierda Unida, de la crisis económica actual y, como no puede ser de otra forma, de las causas de la misma y las medidas que se deberían fomentar o exigir desde una formación anticapitalista y revolucionaria, como debe ser el propio PCE y, por extensión, Izquierda Unida.
El documento aprobado por el Comité hace un gran análisis de la situación económica de España y Europa, y cómo hemos llegado a ella. A su vez, avisa sobre el comportamiento del Estado, que para salir de la crisis causada por su inacción y el permitir la explotación de los trabajadores será favorecer a los grandes capitales, otra vez en detrimento de los trabajadores y todos los más desfavorecidos.
Desde el PCA sevillano se conmina a crear una izquierda alternativa al PSOE, en tanto que el comportamiento de IU dista mucho de ser una alternativa. «IU no ha actuado como una fuerza parlamentaria que, en función de su programa, puede llegar a acuerdos o tener coincidencias con el partido del gobierno. IU ha actuado como una parte más o como una especie de ala izquierda del proyecto de Zapatero», declara el texto del comité. Además, acusa a la dirección de IU de tener una «política de exclusiones y expulsiones, las refundaciones de IU encubiertas en distintas federaciones y el intento continuado de ocultación del PCE han ido cerrando un círculo que ya estaba dibujado en las cabezas de algunos».
La Crítica realizada desde el PCE sevillano es realmente feroz con la Coordinación general de la coalición, a la par que ven cómo puede llegar el fin de la izquierda anticapitalista española por la propia incompetencia de sus dirigentes y cabezas visibles, la falta de ideas y las «palabras vacías» que se repiten constantemente, como las de «refundación» (sin explicar qué significa) o «renovación» (cuando, por nombres y personas, no sería tal).
Por otra parte, desde el PCA se critica en gran medida ciertos sectores de IU-LV-CA pero se recuerda que en Andalucía la formación funciona mejor que en el resto del Estado en tanto que varios de los partidos que forman la coalición tienen claro «qué les une y qué les diferencia» y que la formación no se ha convertido en un apéndice del PSOE y eso lo demuestran en el día a día en el Parlamento Andaluz, así pues, el trabajo del PCA junto con el Colectivo de Unidad de Trabajadores – Bloque Andaluz de Izquierdas (CUT-BAI) da como frutos una IU antisistema, al menos en Andalucía.
En ese contexto, se hace más que necesaria una reflexión interna del PCE para que se presente una alternativa real y antisistema al capitalismo del PSOE: «[L]a presentación de propuestas alternativas que supongan la intervención desde lo público en el mercado (frente a la práctica de inyectar dinero público para fortalecerlo, que es lo que hace la socialdemocracia) y no perder la perspectiva del objetivo de la construcción del socialismo».
También recuerda que el PCE es un partido republicano, y por tanto, nunca debe perder de vista la construcción de la Tercera República Española. «[L]a lucha por la III República española en el plano social, cultural, político e institucional, teniendo la suficiente valentía como para salirse del “régimen” con iniciativas como las puestas en marcha por la Red de Municipios por la III República».
Desde el PCE sevillano se reclama la ruptura del «pacto constitucional de 1978» (y con ello, ruptura con el carrillismo dentro del propio PCE). La resolución del comité hace suyas las diez razones para dicha ruptura expuestas por Antonio Romero.
Otro de los puntos tratados es el imperialismo y la paz, se recuerda que no basta con salir de Iraq y mantener, por otro lado, la participación en la OTAN y avalar, a fin de cuentas, las políticas de guerra en el mundo, reclaman la paz, «[l]a paz entendida como la desaparición de las causas que dan origen a los conflictos. La lucha por la paz va indefectiblemente unida a la recuperación de un gran movimiento antiimperialista en el sentido que defienden organizaciones internacionales como el Consejo Mundial por la Paz. Esto significa, en consecuencia, el apoyo a los movimientos de liberación de gran número de pueblos de América, Asia y África».
Sobre la Unión Europea: La construcción de una alternativa a la UE Neoliberal actual de forma conjunta con el resto de partidos comunistas del continente. Desde el PCE sevillano se recuerda que la formación comunista es de las más europeístas en España, que más claro tenía la ventaja que suponía la alianza, pero critica fuertemente la deriva neoliberal de la Unión, y cómo lo social ha quedado totalmente apartado, así pues, se hace necesario un cambio en la vertebración de Europa, de lo económico a lo social.
La «cuestión comunista» es fuertemente abordada por el Comité sevillano, manifiestan que es el «debate pendiente» en el PCE y que llevan años confundiendo el instrumento y la estrategia (IU) con el partido y el objetivo (la construcción del socialismo). «Tenemos que recordar que el proyecto del PCE es la construcción del socialismo y que para eso elabora estrategias y se dota de instrumentos, por tanto, IU ha sido un instrumento más de la estrategia y, como todos los instrumentos, se utiliza mientras sirve.»
La reflexión interna es necesaria:
«El debate para nosotros debiera ser como organizamos en nuestro ámbito geográfico, España y Europa, esa batalla frontal contra el capitalismo. Tenemos que revisar muchas de nuestras políticas que hemos dado por acertadas y que a lo mejor no lo son tanto y de recuperar prácticas y conceptos que fuimos dejando en el camino.
(…) El socialismo no puede ser otra cosa que la superación del capitalismo mediante la transformación de las estructuras económicas, sociales y políticas y la abolición de las clases sociales mediante la abolición paulatina de la propiedad privada de los medios de producción. El Comunismo es la sociedad sin clases ni estados. El debate, por tanto, se puede establecer en los nuevos sujetos a tener en cuenta, en las distintas formas para el acceso al poder (nunca en la negación de la conquista del poder político), en los cambios experimentados en el seno de la Clase Obrera, en las nuevas alianzas tanto coyunturales como estructurales, pero nunca en los conceptos. Las metas de los comunistas son las de siempre, la conquista del poder político por parte de la clase obrera y la construcción del socialismo como etapa de transiciópn a la sociedad comunista.
(…) lo que realmente tiene vigencia es el análisis marxista, el materialismo dialéctico y la economía política.
(…) Frente a la concepción del pensamiento burgués de los derechos individuales, recobra fuerza para nosotros la reivindicación de los derechos sociales. Y los tres pasos ineludibles para el proceso de construcción del socialismo son la conciencia de clase, la conquista del poder político y la abolición de la propiedad privada de los medios de producción»
La reflexión sobre el comunismo dentro del propio PCE es larga e interesante, pero no la vamos a abordar toda (ahí tienen la resolución del Comité), se exige o pide que el PCE vuelva a ser un partido de clase, que no abandone su propia identidad sólo para jugar en el sistema, un PCE sin complejos de levantar el puño desde una perspectiva marxista, que sirva como referente de un proyecto socialista y no sólo como una izquierda socialdemócrata dentro del PSOE (lo que viene siendo IU federal en los últimos años), piden un PCE que vuelva a las bases, a la política desde la calle y en todos los frentes, internacionalista y libre de personajes aprovechados. Un PCE que vuelva a ser el referente de los trabajadores ante el capital, la burguesía y el Estado capitalista.
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