publicado originalmente en De Igual a Igual
foto: Keila A. Japiá para De Igual a Igual
Londres dejará de consumir petróleo venezolano. El nuevo alcalde de la capital inglesa, el más que conservador Boris Johnson, anunció que el acuerdo comercial y de colaboración entre el municipio de Londres y la Compañía Estatal de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y el gobierno de Venezuela se acabó.
Así pues, según informa Público, los transportes públicos de la ciudad británica ya no gozarán de un petróleo 20% por debajo del precio del mercado, por su parte el gobierno de Chávez perderá a los asesores ingleses que tenía todo el tema de planificación, vivienda, y transporte urbano.
Hay que tener en cuenta que, según el acuerdo que no tiene ni un año, se supone que con lo ahorrado el gobierno edil sufragaría el transporte público de unas 250 mil personas, entre desempleados y discapacitados. Esto es, la medida que se hará efectiva en agosto acaba con beneficios tanto para los venezolanos como para los londinenses.
El nuevo alcalde no ha anunciado renovación del a subvención a los 250 mil beneficiarios, en otras palabras, la «coherencia» del ultraconservador es doble, por una parte quita apoyo financiero y técnico a un gobierno que no le gusta y por otro elimina las ayudas sociales para los más necesitados. Digna coherencia de la derecha. El transporte público no es una necesidad para los más conservadores, y en esa línea debemos entender la eliminación de la colaboración entre Venezuela y la capital del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, se matan dos pájaros de un tiro.
Eso sí, el alcalde quiere cambiar los autobuses públicos por unos que aún no se fabrican, una cosa es no querer al transporte público y otra distinta es desperdiciar las bonitas comisiones que se pueden ganar, bajo la mesa, en un jugoso contrato de compra y venta de la flota de autobuses de una de las ciudades más grandes e importantes del mundo.
Gordon Hutchinson, secretario del Centro de Información de Venezuela de Londres, asegura que la medida eliminada era un buen ejemplo de colaboración «norte-sur» que beneficiaba a los más desfavorecidos de ambos países, así pues, declaró: «Los principales beneficiados de la ayuda técnica hubieran sido los residentes más pobres de Caracas. El acuerdo era un modelo ejemplar de cooperación Norte-Sur basado en el respeto y beneficios mutuos. Una idea excelente se ha sacrificado por ideología política». No estoy tan de acuerdo en que sea un gran ejemplo en tanto que el petróleo se conseguía mucho más barato que su precio de mercado, pero sí que la medida era buena para ambas comunidades y que la ayuda técnica al gobierno venezolano le podía venir bien, y que los desempleados y discapacitados londinenses agradecerían y bastante un transporte público subvencionado.