Se presenta como histórico: La comunidad Internacional decide ser un poco menos inhumana y prohibirá el uso de bombas de racimo. Con ese titular todos sonreímos, todos asentimos pensando «por fin, por fin», todos pensamos en los civiles mutilados o asesinados por bombas «seguras» (para quienes las lanzan, se entiende), mientras que los gobiernos que las compran y utilizan niegan que se hayan lanzado, aunque vídeos y pruebas varias demuestren lo contrario.