Se aprobaron los presupuestos del gobierno. En el último momento, si hoy no se aprobaban, los del 2007 debían servir para el 2008 y significaría un verdadero fracaso para la administración central en su intento de seguir en el poder. «No nos gustan estos presupuestos, pero prorrogar los anteriores es peor» declaró Herrera, portavoz del grupo conformado por Izquierda Unida e Iniciativa per Catalunya Verds, para justificar el apoyo a los actuales presupuestos, cuando en momentos anteriores, no votaron a favor (a sabiendas que su «sí» no era necesario).
El PSOE necesitaba mayoría absoluta para levantar el veto del Senado (a propuesta de CiU), y lo ha conseguido con el apoyo de IU-ICV, PNV, BNG, Nueva Canarias, Chunta Aragonesista y Joaquín Calomarde, el «tránsfuga» del PP que, por segunda o tercera vez, ayuda al enemigo mortal de su ex partido. Con todos ellos, el PSOE ha conseguido un total de 182 votos frente a los 165 del bando opositor, en el que se encontraron socios habituales del gobierno como ERC y CiU, junto con el PP, Coalición Canaria (un partido que normalmente apoya al PP, que tuvo un pequeño romance con el PSOE pero se rompió tras el pacto en Canarias entre el PP y CC para continuar en el gobierno), Eusko Alkartasuna y Nafarroa, entre todos ellos sumaron 165 votos. Con esto, Solbes podrá irse a la cama tranquilo, dar un euro de propina, digo, cincuenta céntimos, y festejar la navidad con la familia a sabiendas que sus cuentas cuadraron, no sabe cómo, pero lo hicieron. ¡Y fueron aprobadas y todo!
Esta votación ha sido interesante, por un lado tenemos un nuevo desencuentro entre PSOE y PSC con CiU, que viven en un quiero y no puedo constante, una relación difícil, EA y PNV vuelven a votar distinto, gobiernan juntos una comunidad y no consiguen acordar cómo votarán en el Congreso temas tan importantes como las cuentas, tal vez así están con Dios y con el Diablo a la vez, son una coalición de gobierno curiosa, son dos partidos interesantes donde uno recoge lo que el otro deja. ERC vuelve a cargar contra el gobierno, contra sus dos socios principales en tierras catalanas, aunque su postura es coherente, el presupuesto ya aprobado, según ellos, no cumple con el Estatuto de Cataluña (al que ellos al final dijeron que «no») en el tema de las inversiones, pero bueno, un desencuentro esperado, doloroso, pero esperado. Tal vez muchos (en el PSC y el PSOE) tenían esperanzas de ver a ERC con una «responsabilidad» parecida a la de IU-ICV, esto es, mejor lo malo que lo peor.
Este es uno de los temas en que coincido con IU, el gobierno habla mucho de que las cosas van bien (y se aferra a estadísticas, cual partido de derechas, para asegurar que el PIB sigue creciendo y que ya somos más ricos que Italia, como si fuese por mérito propio y no por la recesión que viven nuestros vecinos desde hace bastante tiempo), el gobierno español se ha «obsesionado» por el superávit y ha elegido a CiU como el mejor amigo para las leyes con cáriz económico, así pues, este gobierno «de izquierdas» tiene mucho de derechas a la hora de entender la economía y el cómo gastar, al punto que medidas que presentan como progresistas son bastante retrógradas desde un punto de vista de reparto económico (hasta Rosa Díez manifestó, hace no mucho, que la medida del cheque bebé no beneficiaba a las rentas bajas ni mucho menos, que no generaba reparto de riqueza, cabe indicar que ese no es el objetivo de la medida, pero un gobierno «progresista» debería tener siempre en mente esa orientación de sus políticas sociales).
Y es curioso, como resalta Herrera, que justo sea CiU quien provocó en el Senado la devolución de las cuentas al Congreso, para gran alegría del PP, y lo hizo por un tema competencial en el gasto del ministerio de Vivienda. Más absurdo difícil (de todas formas, existiendo una cuestión competencial en el aire, cabe indicar que existe el Tribunal Constitucional).