«Es inaceptable por ser sospechoso» dice Rajoy. ¿Sospechoso? ¿Acaso la copia es algo ilegal? ¡¡Un delito debe ser para que se considere a alguien sospechoso de copiar!! En todo caso, se pagaría por ser culpable sin serlo, no por ser sospechoso. Rajoy comete el error de ligar el canon con un hecho ilegal (justo uno de los mitos y mentiras que denunciaba sobre el canon). Es triste que Rajoy, jurista él, no entienda la diferencia entre «lo legal» y «lo ilegal», y que uno no es «sospechoso» de hacer algo «legal»; no me extiendo más porque ya hablé de eso en el artículo enlazado. El Partido Popular ha protagonizado el caso de esquizofrenia colectiva más extraño en la actual legislatura, primero votó que sí a una enmienda de Entesa Catalana de Progrès en la que se pide al gobierno que elimine el «canon digital» (¿y el analógico?), para luego desdecirse por medio de la portavoz de cultura para, finalmente, decir que votaron lo que creían conveniente votar. Ahora Rajoy dice que recién el lunes su grupo parlamentario decidirá qué votar en el Congreso. Lo lógico es que votase lo mismo que en el Senado, ¿no? Bueno, según parece, se abstendrán…
Día: 15 de diciembre de 2007
Los autores y sus derechos, notas variadas
Habría que indicar, al comienzo de todo, que uno de los grandes problemas de la «propiedad intelectual» viene del nombre con el que se le conoce, ya que como «propiedad» es muy especial, y porque los derechos que confiere la ley (y los tratados internacionales, sobre todo los primeros firmados) aunque tienen un importante contenido patrimonial (en donde el concepto de «propiedad» gana cierto sentido) su base real son los derechos morales1. Por eso los derechos sobre una obra nacen al crear la obra y no es necesario ningún registro, ni publicación, ni nada de eso, siendo los registros, además, simplemente declarativos2. Una vez dicho esto, y entendiendo que es lógico que el autor tenga ciertos derechos básicos sobre la obra (tan básicos como puede ser la paternidad de la obra, el derecho a publicarla/distribuirla o guardársela para sí), otros son más discutibles, ya sea por su existencia (la remuneración por copia privada como el más discutido) o por su duración (el tiempo en que se protege los derechos patrimoniales a mucha gente le parece excesivo, muchos abogan por la desaparición de los mismos tras la muerte, lo cual a mí me plantea serias dudas3).