«Abbas promulga una nueva ley electoral que veta ‘de facto’ a los candidatos de Hamás» titula El País a la noticia del día en tierras palestinas (porque ya los asesinatos -perdón perdón, los daños colaterales en la lucha global contra los malos- en Gaza no son tan noticia). Básicamente la ley crea unos límites ideológicos y de contenido claro a las propuestas electorales que se pueden hacer, mejor dicho, a las formaciones que quieran presentarse a las elecciones. Así pues, toda organización que quiera estar en las elecciones debe aceptar la «Carta de la Organización para la Liberación de Palestina» y aceptar los acuerdos firmados con Israel, ambas cosas rechazadas por Hamás.