En este momento, Alberto Fujimori, ex presidente del Perú, debe estar pensando lo barato y cómodo que sale asesinar, torturar, delinquir de todas las formas habidas y por haber, y encima declararse como victorioso moral de una guerra contra la Justicia, la Razón, la Lógica, y todo cuanto podemos considerar bueno y correcto. Lo sé, sueno más absoluto que lo normal, pero es por la rabia que me da al leer que el magistrado chileno, Orlando Álvarez, ha dictaminado (en la primera instancia del proceso de extradición) que no, que no se puede extraditar a Fujimori. Comparto la indignación de Gamarra.