«A mí la foto de España entre Hugo Chávez y Fidel Castro no me gusta. La de España entre Tony Blair y George Bush sí, proque ahí está la base de la política atlántica, porque ahí está la base de los grandes valores que quiero que se queden y extiendan» declaró, feliz y contento, el ex mandatario español José María Aznar. Entiendo que «no le guste» ni Chávez ni Castro, pero de ahí a preferir «la foto» de las Azores, con lo que ello significa, es otro cantar. Entiendo perfectamente que Aznar hable del cínico libre mercado occidental como una salvación, mientras mantiene un discurso democristiano más anticuado que la propia jerarquía de la Iglesia, pero de ahí a defender lo que pasó en las Azores, sobre todo a vista de las consecuencias de esa decisión…
Aznar en México
En unas pocas horas de estancia en México, José María Aznar, es presidente del gobierno español, consiguió que la izquierda le declarara persona non grata, sin olvidar que aún no le perdonan el apoyo inequívoco de Aznar al entonces candidato del PAN, y actual presidente de México.
En su incansable cruzada de mezclar churras con merinas, decidió que el terrorismo «tradicional» latinoamericano junto con el «radical islámico» son una amenaza real en Latinoamérica ya que existe una cooperación entre los mismos. Me pregunto, en este punto, si ese peligro es tan real como el ataque con Armas de Destrucción Masiva por parte de la Iraq de Saddam Husein, o si lo sabe realmente de buena tinta, de esas que corren por la CIA por toda la ayuda que el terrorismo islámico recibió, en su momento, de las arcas de Estados Unidos, porque los Talibán (por poner un ejemplo por todos conocido) siempre fueron un «mal menor» frente a los Soviéticos (por más que ya se conocía, de la A a la Z, el sometimiento que ejercerían sobre la población afgana, ahora tan denunciado -guerras mediante- por los mismos que lo favorecieron).
Por supuesto, Aznar no dudó en vincular el islamismo radical con el gobierno venezolano de Hugo Chávez, que pecará de muchas cosas, pero dudo que por ahí vayan sus alianzas. Es cierto que cierta amistad tiene con gobiernos del estilo del Iraní, pero occidente no duda en pactar con gobiernos opresores de esa zona del mundo, como el que rige en Kwait o el de Arabia Saudí. Tampoco hay que olvidar que todos lavan el dinero en los mismos paraísos fiscales (muchos de ellos más que relacionados con «occidente», como son Panamá o Gibraltar).
Aznar también se ganó la ira de la embajada de Irán en México (no es que el gobierno iraní sea el más tolerante del mundo, así que ganarse su desaprobación es algo sencillo, basta con criticarles). ¿Por qué se enfadó la embajada? Por unas declaraciones del tejano Aznar, durante una cena a la que fue invitado el embajador de Irán (aunque no asistió en persona, sino que mandó a un diplomático que se retiró al oír a Aznar) en las que calificó al gobierno de Irán de autoritario y corrupto. Que Aznar hable de autoritarismo suena hasta gracioso, para quienes hemos visto cómo manejó la mayoría absoluta entre el 2000 y el 2004, y sobre todo, cómo se tomaron ciertas decisiones (como la de participar en la guerra de Iraq). Desde la embajada de Iraq se tachó a Aznar de «discípulo» de Franco, así como se recordó la participación del gobierno español «en la invasión inhumana e ilegal a Irak, donde contribuyó a la matanza de su pueblo inocente y su destrucción», como también acusaron a Aznar de «festejar el bombardeo del régimen israelita al Líbano y el asesinato de los palestinos indefensos». Estas dos últimas cosas también son ciertas, sin lugar a dudas.
De Libertad y Democracia (y Estado de Derecho)
Y con eso último me quedo, para retomar la declaración de Aznar en que prefiere «las Azores». ¿Qué significa la foto de las Azores realmente? ¿Es esa Democracia y Libertad que llena la boca de Bush, Aznar, y hasta Blair? Está más que claro que NO. Sólo es imperialismo, del de siempre, donde la palabra libertad es sinónimo de dominación (económica o militar, da totalmente igual), y Democracia es la forma de llamar a los gobiernos títeres del Imperio. Iraq se conquistó con argumentos mentirosos, donde los gobernantes que apoyaron o llevaron a cabo la invasión ya conocían la mentira, pero de cara al público decidieron mantenerla hasta que resultó imposible, y en ese momento, Iraq ya estaba conquistado, sometido, y en guerra permanente (eso es lo que allá se vive). Sin olvidar el tan mentado Estado de Derecho por parte del trío de las Azores, Estado de Derecho que se vulnera sistemáticamente no sólo en Iraq (y Afganistán, otra de las perlas de la cruzada de Bush), sino en los países que se dicen defensores de los mismos (Estados Unidos, sobre todo, conoce qué es el autoengaño y la mentira constante para vulnerar todo lo que significa ese Estado de Derecho que quieren extender), y sin olvidar, claro, que el Estado de Derecho se vulneró desde la propia invasión.
Más de 200 mil muertos representa esa foto. ¿Y para qué? Control de una zona estratégica, eliminación de un rival, venganza personal, petróleo (un petróleo que, al parecer, se iba a vender en euros, cosa que a los intereses estadounidenses no convenía nada), economía armamentística, desviación de la atención pública, generar miedos. Y muchas razones más (ya que es absurdo simplificar todo al «petróleo», siendo una razón más, pero no la única).
Aznar se sigue equivocando al defender a ultranza su decisión, lástima que esto no lo haga con otras de las medidas que tomó (como el diálogo con ETA), y sí se «pare» a defender lo indefendible, a hablar de democracia donde hay autoritarismo y violencia, a hablar de libertad donde hay dominación, subyugación, y hablar de Estado de Derecho donde no existe, y desde donde se vulnera.
Si el legado de Aznar es lo que representa esa foto de las Azores, como él se empeña en que parezca, espero que nadie lo siga. Nunca más. Es mentira, miedo, y asesinatos masivos. Ese es el legado que defiende.
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