¿Y estos son los defensores de los Derechos Humanos?
Es difícil, descaradamente difícil, mantener la frase como «cárceles secretas» cuando los gobiernos de los países donde dichas cárceles existieron (o existen) sí las conocían. Es cierto, los ciudadanos no sabíamos nada de ellas, pero cuando se comenzó a hablar de los vuelos con secuestrados hacia Estados Unidos (Guantánamo en la mayoría de casos) los gobiernos se apuraron a declarar que se hacía a sus espaldas. Luego se supo que no, que los gobiernos conocían dichos vuelos y sus paradas (muchas de ellas en España, gobierno opositor a Guantánamo y la guerra de Iraq, al menos sobre el papel… ¡cuanta hipocresía!), ahora sabemos, además, de un acuerdo expreso (secreto, eso sí) entre muchos países europeos (esos tan defensores de los derechos humanos), la OTAN y Estados Unidos en la que se prestaba colaboración para los secuestros internacionales y el establecimiento de cárceles secretas y, por supuesto, ilegales.