El sábado 9 de Abril de 1977, conocido como el sábado santo rojo, el gobierno de Adolfo Suárez dio el paso definitivo para permitir la transición española hacia la monarquía parlamentaria: fue aceptada el alta del Partido Comunista en el registro de Asociaciones Políticas del Ministerio de Gobernación. Con esto quedó legalizado el Partido Comunista de España. Se superó así la clandestinidad de casi cuarenta años de lucha contra el fascismo del régimen de Francisco Franco, para pasar a ser un partido más en el pronto juego democrático de España.
Se suele mantener que fue Juan Carlos I quien obligó a que se legalizara al Partido Comunista, otros tantos dicen que fue una concesión de Adolfo Suárez y no faltan quienes defienden que el resto de partidos no participarían en un juego constituyente en el que no estuviera el partido Comunista, uno de los partidos con más implantación social y relevancia cívica en ese entonces. Todo ello está sazonado por esa especie de sacralización y heroísmo impregnado en todo lo referente a la transición, donde los hombres se volvieron una suerte de Dioses de la Democracia. «La legalización del PCE no fue una concesión ni de Suárez ni de Juan Carlos» nos recuerda Javier Navascués, Director de la Fundación de investigaciones Marxistas (FIM) y miembro de la Comisión Permanente del Partido Comunista de España. «Fue una conquista de las y los comunistas que la hicieron políticamente imprescindible. Al contrario, los herederos del franquismo especularon hasta el último minuto con celebrar unas elecciones sin el PCE. Hubo que arriesgar prisiones, e incluso la vida, en unos meses en los que la policía y las bandas fascistas andaban sueltas por las calles cobrándose la de gentes que reclamaban la democracia. Pero no habría cambio democrático creíble sin legalizar al PCE; es más, ni siquiera sería viable»1, Concluye el director de la FIM.
La aprobación del alta en los registros públicos del Partido Comunista fue acordada entre el máximo dirigente de los comunistas, Santiago Carrillo, y el presidente del Gobierno, era una salida pactada a una situación verdaderamente difícil. Santiago Carrillo se comprometió, por él y el partido2, a aceptar la monarquía constitucional y parlamentaria, junto con la bandera rojigualda que hoy ondea en todas las instituciones públicas. A la par, Suárez daba legalidad a un partido fuertemente reprimido y que el régimen veía como el mayor de sus enemigos, dentro de las filas del ejército aún franquista se vió este hecho como una verdadera traición por parte del ejecutivo heredero de Franco.
El recuerdo de la legalización del Partido Comunista no es otro que el de toda la lucha por la libertad frente al régimen Franquista, no hay que olvidar lo que fue dicho partido durante el franquismo, casi la única fuerza que frontalmente peleaba por los derechos de todos, que mediante una sólida organización mantuvo ese hilo de esperanza en todos los españoles que se negaban a hincar la rodilla ante el gran dictador. En palabras del periodista David Arrabalí:
«En esos años nosotros conquistamos la libertad para todos, en beneficio de nuestro pueblo, con la sangre de cientos de camaradas. El PCE quizás no hubiera sido legalizado y la democracia electoral no hubiera podido existir sin la contribución de todos estos valientes luchadores por la libertad, ellos fueron los protagonistas y nuestro recuerdo es para ellos en el XXX aniversario de la legalización del PCE. (…)
El Partido Comunista de España se convierte de esta forma en el protagonista indiscutible de la oposición antifranquista y pone contra las cuerdas a un régimen con un anciano dictador que se sentía agonizante y no podía resistirse a morir sino matando. El régimen como respuesta a esta lucha inicia una escalaba brutal de la represión y para asegurar el futuro de la dictadura nombran en 1969 a Juan Carlos de Borbón como sucesor del general Franco en la jefatura del Estado, este se convierte en dictador cuando en 1975 muere el general. Entre el año 1969 en que la dictadura restaura la monarquía y el año 1977 en que se legaliza el Partido Comunista de España, se produce un ciclo de luchas de todos estos movimientos bajo la dirección del partido en unas condiciones muy difíciles de persecución y represión, los comunistas encabezaban las luchas obreras, el movimiento estudiantil y las movilizaciones vecinales.»3.
Pero no todo es alegría, ni puede serlo. El PCE tras la legalización se vió inmersa en un periodo bastante largo de crisis interna, no sabiendo encontrar su sitio e inspirada, sobre todo, en la idea reformista más que en la revolucionaria, comenzaría un peligroso camino de cálculos electorales como forma de decidir políticas concretas4 (como el ferviente apoyo a los pactos de la Moncloa), en otras palabras, un PCE demasiado centrado en el corto plazo, que se hundiría en malos resultados electorales en los siguientes años ante un renacido y oportunista Partido Socialista Obrero Español (PSOE). «Ni el Partido había podido o sabido ocupar su posición de interlocutor central del proceso, ni arrebatado votos al PSOE (quien en el proceso de legalización del PCE no mostró apoyo alguno ni interés en la definición del asunto) ni había reconducido los iniciales descontentos en el seno de la organización»5, afirma el historiador Sergio Gálvez.
¿Hacia dónde va el Partido Comunista?
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Pues.. hacia ningun lado lamentablemente.
Ya paso mucho tiempo, la poblacion ha «prosperado» por lo que las tesis reinvindicacionistas tienen menor calado, escenario usual cuando crece la clase media y de alguna forma todo lo que pueda sonar a «progresista» ha terminado plegandose en su mayoria al PSOE, en un intento de evitar dar espacio a la derecha, recordemos lo del «voto util» en las elecciones del 2004, se ha llegado a una posicion en la que se cede el espacio de izquierda a la cuasi centro izquierda del PSOE por evitar el mal mayor que es el PP. Problemas de la dinamica española y su regimen parlamentario, con un esquema «a la francesa» seria un poco diferente, creo.
Curiosamente hoy el ABC da una buena cobertura al tema:
http://www.abc.es/20070406/nacional-nacional/suarez-prueba-algodon_200704060253.html
Saludos
Vaya, no soy marxista, pero de hecho que es un aniversario para recordar. Si no se incorporaba al PCE, la democracia española iba a tener una pata coja.
En fin, cabe la reflexión para ellos en estos dias de festejos, dado que no han podido sacarle más votos al PSOE. Problema de buena parte de las izquierdas marxistas o de ex marxistas, bien lo sabemos aca en el Perú.
En fin, buen post.
Saludos
No está mal el artículo de ABC (gracias Don Ernesto ;) ), pero justo cae en los «errores» comunes que uno de los artículos que enlazo se queja, de ese «heorísmo» exagerado a las partes en la transición, olvidándose que, a fin de cuentas, todo era política. Pero en fin, buen artículo definitivamente. Es interesante ver la cobertura de diferentes medios al aniversario del PCE, casi desaparecido de la escena política pero que aún la vieja guardia de cualquier medio prestan atención, más por lo que fue que por lo que es.
Hay mucho voto útil, aunque IU no ha bajado tanto, en término de votos, desde el 2000 al 2004, el sistema electoral de circunscripción múltiple le perjudican de forma muy clara (no el sistema D’Hont como se suele decir), más de un millón de votos y cinco escaños es patético, sobre todo viendo la cantidad de escaños del PNV, Nafarroa Bai, CiU, CC, ERC, o cualquier otro. Y sí, en el 2004, en concreto, muchos que podrían haber votado por IU lo hicieron por el PSOE para evitar «el mal mayor», que no es otro que el PP (la derecha siempre ha sabido juntar mejor sus partidos para conseguir, en general, mejores resultados), pero, dentro de eso, no creo que el PCE deje de ser una opción (IU definitivamente sí, morirá, espero que muera en su propia podredumbre en la que lentamente va entrando -fale, lo admito, acá me ganan mis influencias del PCE, donde voy conozco sólo descontentos con IU-). Lo malo es que actualmente no se conoce el programa de IU (la dirección de Llamazares es débil), es simplemente un aliado gritón del PSOE, para tener algo así es preferible votar al PSOE directamente.
Don Godoy: Sin el PCE no habría sido posible la constitución actual. Sin más. Controlaba el «sindicato» principal (CC.OO.), y era seguido por casi cualquiera que se considerara antifranquista. Difícil creer en una democracia sin el PCE, así de sencillo. Ahora, con su «entrada en el sistema» (por llamarlo de alguna forma) se anuló por completo la faceta revolucionaria del PCE para dejar paso a una reformista sin el camino claro para lograr el fin del PCE, una república socialista (teniendo en cuenta que habían firmado y apoyado la Monarquía, en poco tiempo no se podían echar para atrás). Aún así, el conjunto de los españoles salió favorecido (es mejor esta constitución que el régimen de Franco, sin duda alguna).
Hasta Luego y gracias por sus comentarios ;)
PD: El PCE sigue siendo marxista, ahora más que en los últimos años. Hablando de partidos ex-marxistas, el PSOE es «muy ex», ya que hasta hace 1979 continuó defendiendo el marxismo desde sus propios estatutos (aunque en los años 20 declinó la entrada en la Tercera Internacional -y una parte del PSOE se refundó como el actual PCE-, seguían defendiendo el marxismo y teniendo como libro de cabecera el Manifiesto), y tres años después de abandonarlo, consiguió el mejor resultado de su historia… Pero ya son muy «centro», por decirlo de alguna forma. Aunque han conseguido que España mantenga cierta estructura de Estado Social, que no es poco…
Poco mas que decir Jomra, excepto que aun cuando a la distancia ya no es «heroico» y mas bien algo politico, dentro de lo politico seria ciego negar que Suarez se jugo un riesgo necesario. Por lo menos no neguemos dicho merito.
Saludos
Al César lo que es del César. Estoy de acuerdo en su «valor», el valor de ir contra el ejército y «aceptar» la legalidad del PCE (que no le quedara otra no significa que, si hubiera sido un cobarde, hubiera renunciado antes de legalizar al PCE -como otros del gobierno-).
La queja que realicé al artículo de ABC va más por el lado de hablar de que fue una concesión de Suarez en plan buen rollito o «perdonavidas», que tampoco fue así la cosa.
Hasta Luego y gracias por el comentario ;)