Creo que esta vez me ha quedado demasiado sensacionalista el título, pero es más o menos la idea que a uno se le viene a la cabeza cuando escucha hablar del actual ejecutivo del Perú, donde el Presidente quiere ser el verdadero centro de todo, ser quien da las soluciones para absolutamente todo asunto mundano y que, además, desea poder legislar sobre una serie de medidas penales. Sobre todo cuando ese poder legislativo, se sabe, sólo se usará para endurecer las penas y dar más poder al poder.