Lo malo es que no es una inocentada

Hace no mucho, Marco Sifuentes contaba en La República cómo su actual medio masivo había superado a El Comercio en visitas (no a todo el grupo, solo a ese diario), les recomiendo leer las notas sobre eso: «Mira aquí qué significa nuestro primer lugar», «El día después del periodismo» y «De qué estábamos hablando». Esto ha generado una tendencia a frivolizar las portadas de los principales diarios, donde no en pocas ocasiones el recopilatorio de «los mejores memes sobre la noticia del día» supera en exposición y trascendencia a la propia noticia glosada.

No es algo precisamente nuevo, los medios chichas atraen la atención con chicas y titulares vistosos; tampoco es raro encontrar con que lo anunciado en la portada tenía un mínimo desarrollo e importancia limitada.

El Comercio, en concreto, luchó contra las dos corrientes en ese medio (el serio) mientras que buscaba públicos para los otros perfiles posibles (Trome y Perú21), lo que permitía ganar bastante a la par que mantenían un medio serio (que pretendía responder a los antiguos cánones periodísticos) y un hermano menor también bastante atinado (era una lavada de cara rejuvenecedora, nuevos espacios para otras plumas, siempre con la misma tendencia ideológica, claro, pero con menos deudas y algo más arriesgado).

Pero de un tiempo a esta parte, la cabecera más vieja del Perú (si no me equivoco) ha decidido que su portada web debe ser un popurrí de no-noticias. Lo que llaman «redes sociales» (cosas que han visto por ahí, básicamente en Youtube, Facebook, Whatsapp, etc.), espectáculo (sociedad, TV, luces) y los deportes copan la primera plana, lo primero que ves, teniendo poco espacio para la actualidad en el Perú, en Lima, la política en general, las noticias internacionales…

A la izquierda de estos párrafos tienen una captura de toda la larga portada web, he señalado con círculos y cuadrados todo eso de lo que acá estoy hablando. Pueden dar clic para ver la imagen entera (se abrirá otra pestaña o ventana). No es una mera percepción, es simplemente lo que el editor web quiere que veamos primero; es la propia distribución de la portada.

Esta nota la encabeza una imagen de los destacados de la portada del diario: quince notas. Quince. Cinco son de «redes sociales», con lo que es el grupo más destacado. Cinco son noticias como tales: La principal sí que es política (y resalta el apoyo que está dando El Comercio a la reforma laboral, la ley pulpín, sin rehuir el tema crítico), dos noticias internacionales y dos noticias sobre el Perú (una de obras en Lima y otra de nuestro principal atractivo turístico). Así que tenemos que ese apartado de «redes sociales» (que no son noticias, en ningún caso) copa la portada igual que la suma de las noticias de las tres principales secciones de un medio como El Comercio (Política, internacional y actualidad). Luego vienen los espectáculos (3 noticias, más que Internacional) y Deportes (dos, más que política, igual que Internacional).

Pueden ver cómo hay que sortear innumerables notas supérfluas, «compartibles», eso sí (como indica Marco en las tendencias actuales), sobre la TV o un perro haciendo acrobacias reproducido en Youtube… lo malo es que algunas de estas sí que son noticias (la del periodista que podría ir a la cárcel), pero en vez de desarrollarse como tal, comprobarse y todo eso, lo que se hace es reproducir lo que otros dicen (y subrayar la palabra Facebook, más importante que el propio contenido de la noticia, por lo visto).

No es un tema de mala suerte, si escribo esto es porque todas las mañanas me levanto con portadas similares. Y así lo quieren, solo hay que ver la distribución de la web. Tenemos las noticias destacadas, donde brillan sobre todo las memeces (con perdón), luego el medio tiene tres columnas: una para todas las últimas noticias (en general, entran de todas las categorías), otra para deportes (la columna central) y otra para espectáculos. Así que DT y Luces tienen tanta o más relevancia que el resto de noticias.

La columna central, una vez acabado con Deportes, comienza a ser un expositor de todo lo especial de El Comercio (consejos, automóviles y otros temas), en la izquierda siempre hay contenedores destacados para Facebook, Youtube u otros, a la derecha enlaces a las notas más leídas.

El enlace a la zona blog rompe con las tres columnas brevemente, da sensación de que se acaba algo para comenzar otra cosa (y así es); las bitácoras sí que son «de todo», justo me salió en portada (como primera de la fila) una sobre Caballeros del Zodiaco. Recién debajo de eso está la zona de opinión. ¡Recién! Ahí están los enlaces a la editorial y a las columnas. En la web esas notas carecen totalmente de importancia. Están al lado de la cartelera y los suplementos comerciales. Justo encima de las galerías de imágenes que, también, son cualquier cosa.

Está claro que la portada ya no es para mí, parafraseando a mi señor padre. ¿Esa portada es digna de un periódico? ¿No es más propia de una web de mero entretenimiento que recoge lo que pasa en las mal llamadas «redes sociales»?

Me estoy centrando en El Comercio no solo porque es un medio que visito todos los días, sino porque ellos se venden como el periodismo serio que necesita el Perú. Al menos eso no lo demuestran en la portada Web.