Javier Valle Riestra, entre el caudillo y la cosa juzgada

«Donde la arquitectura fujimorista, se quiere tener preso al arquitecto de esa obra», Javier Maximiliano Alfredo Hipólito Valle Riestra y González Olaechea, ex presidente del Consejo de Ministros

Javier Valle Ristra (como se conoce «en corto» al histórico aprista que dirigió un gabinete de Alberto Fujimori, y defensor de éste de forma pública y notoria) ha sido entrevistado por Beto Ortiz esta mañana en «Abre los ojos»), el constitucionalista que se salta el Estado de Derecho cuando le viene bien (porque este no solo es la carta magna, es todo el ordenamiento) dejó unas cuantas perlas de su visión del mundo (la cita de arriba es un ejemplo de cómo construir falacias) y sobre cuándo y por qué se producen las amnistías e indultos (y ese pedido de amnistía, es curioso cómo cuando lo plantea MOVADEF es lo peor del mundo, y cuando alguien como JVR lo dice nadie pone el grito en el cielo, cuando los efectos son los mismos. ¿tal vez porque JVR solo pretende amnistiar a algunos y MOVADEF a todos? Y eso que JVR habla de algunos militares golpistas como presos político-sociales, no presos comunes, con todo lo que ello significa)… Algunas cosas son tan tautológicas, como cuando dice que la Corte Suprema absolvió a alguien, es una absolución correcta, porque la CS lo absolvió, sin necesidad de conocer el caso, dice… ¿por qué? ¡Como si no hubiese errores tanto de condenas como absoluciones! En fin, pero nada de eso quería hablarles, sino de un detalle menor, la verdad, pero que me llamó la atención, declaró el jurista: «Yo fui perseguido por la dictadura militar de Fujimori, quisieron extraditarme, España presi… en el Consejo de Ministros presidido por el propio Caudillo, Francisco Franco, atención, este… cuando vieron mi caso decidieron rechazar la extradición, yo a ellos les había un poco como, como, como un izquierdista, como un rojo, pero no les importó, y yo me dediqué a hacer defensas».

Lo primero que llama la atención es eso de «dictadura militar de Fujimori», en tanto que él mismo defiende el régimen (aunque luego jura por la del 79, de la cual es padre, pero sin problemas dice que es más progresista la del 93, un cacao mental de mucho cuidado), así que puede ser, más bien, la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado (1968 – 1975), en tanto que Javier Valle Riestra, además, estuvo en España entre 1969 y 1977 (antes del 69 fue regidor en Lima y luego estuvo como diputado en la constituyente de 1978-80)… Bien, JVR aplaude que una dictadura no le extraditara hacia otra dictadura, habla que no les importó a los españoles que él fuera «rojo», cuando igual se le olvida que más «rojo» en todo caso era el gobierno militar de Velasco, y esto lo hace para hablar de la cosa juzgada, en una meada fuera del tiesto en el mayor sentido de la palabra.

Me llamó la atención cómo se dirige al «caudillo», y esto hablando del Estado de Derecho, los Derechos Humanos y demás, ¡que hablamos de una dictadura larguísima que no respetaba absolutamente nada! ¿Quería darle relevancia al tema de la cosa juzgada? Como digo, es un error poner el grito en el cielo por el fallo de la Corte Interamericana, para eso está esa corte, para decirle al Estado que tal o cual sentencia, actitud, decisión, lo que sea, es vulneratoria de los derechos humanos, y lo que vulnera estos derechos es nulo de pleno derecho (y lo nulo, como saben, no existe para el Derecho), la declaración de nulidad por la CS no deja de ser un mero trámite para formalizar ese hecho jurídico. Los sistemas judiciales tienen una serie de fases, una de ellas, ya superando al Estado, es la revisión por órganos supranacionales, que no funcionan como un tribunal nacional pero sí tienen suficiente «poder» para ordenar y reordenar, y eso está dentro del Estado de Derecho, es parte de él (como reconocía el propio JVR al hablar de lo supranacional).

El que una sentencia se declare nula (conforme a Derecho dicha declaración) no atenta contra la cosa juzgada, sino jamás un tribunal superior podría revisar una sentencia de uno inferior (algo, por otro lado, obligatorio en el derecho penal, deben existir dos instancias por lo menos), que haya sido la propia Corte Suprema quien deba declarar dicha nulidad solo se debe a que no lo puede hacer directamente la CIDH, sino que la misma solo puede ordenar que se haga, vamos, todo dentro de un proceso normal y dentro del funcionamiento del Estado de Derecho. No estamos hablando ni mucho menos de ir contra la cosa juzgada en tanto que el CIDH justamente puede revisar sentencias dentro de plazos determinados, al igual que se hace cuando un tribunal superior revisa lo que el juzgado inferior ha decidido.

Y todo esto mentando de paso al «Caudillo», ¡y dicho de tal forma que parecía positivo y todo su intervención! O como si negarse a la extradición hubiese sido un acto de justicia del caudillo respetando los derechos humanos, palabras que no entraban en el vocabulario político de ese genocida.

Por cierto, doctor Valle Riestra, los crímenes contra la humanidad son un tipo de delitos contra los derechos humanos, el genocidio es otro, no use uno para ejemplificar los otros.

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