Por lo visto el APRA es el único partido que se opone al voto electrónico, coherente (¿¡coherente!? ¡Eso sí es noticia) con la postura mantenida en el pasado, dado que el propio García observó el anterior intento de aplicar el voto electrónico. La virtualmente electa para la alcaldía provincial de Lima por Fuerza Social, Susana Villarán, declaró:
«Todas las bancadas están de acuerdo con el voto electrónico, salvo la del partido de gobierno; ellos deben reflexionar, todo el país quiere estar a la altura del primer mundo, no dicen eso que el Perú está desarrollado, entonces por qué siguen con un sistema de votación del siglo pasado»
Que se lo pregunte a los holandeses, que han vuelto a esos «antiguos» métodos del papelito impreso. Que se lo pregunte también a todos los que han sufrido el sistema electrónico, su inseguridad inherente (y mayor que la del sistema convencional), la pérdida del secreto del voto y la falta de fiscalización real, a diferencia del método clásico.
Villarán confunde lo eléctrico con lo moderno, y lo moderno con lo útil. El sistema del papel, mejorable, es en todo caso superior al que usa máquinas eléctricas, tiene ventajas donde el e-voto tiene problemas, tiene garantías donde el sistema informático solo nos da promesas, y falsas además.
Hace una semana me explayé sobre el voto electrónico, y no quiero repetirme, así que por favor lean esa entrada… Siempre digo que no quiero repetirme pero soy como un plato rancio, repito aunque no lo desee. Voy a remarcar algo: La lentitud de nuestro conteo se debe a nuestra organización, no es intrínseca al voto con papeletas, mírese España u otros estados donde esté bien montado, en menos de 10 horas ya tienen resultados.
El voto electrónico traerá más problemas de los que resolverá, es un atraso, por más que parezca «moderno» y «desarrollado». No lo es.