¿La Sexta laica y republicana? Ahora sí que estoy grata y extrañamente sorprendido. Ayer, en que se cumplía 77 años desde que se declaró la Segunda República en Eibar, La Sexta pasó una ficción documental ucrónica de producción propia bajo el más que claro «¡Viva la República!» como título. Hoy, 14 de Abril, declaración de la República en toda España allá por 1931 el canal dirigido por un grupo que desea hacerle la competencia «por la izquierda» (algo bastante sencillo en los últimos tiempos) a la gigante Prisa, ha recordado paralelamente cómo sí se hace un boicot a unas olimpiadas (y no como la pantomima en que ahora nos han inmerso unos gobiernos hipócritas).
Así pues, La Sexta ha dado bastante relevancia a la Olimpiada Popular que iba a celebrarse en España como boicot a las olimpiadas de Berlín de 1936, para así poner en relevancia dos características propias de la segunda república española: Un humanismo antiautoritario (recordemos que en el ideario republicano la idea de libertad como no-dominación es, sin dudas, primordial) y una apuesta clara por los derechos, que llevaron a España a denunciar y boicotear con todas las consecuencias unos juegos olímpicos, los de Berlín, que olían a fascismo y racismo por todos lados, que desde el propio logotipo poco tenían que ver con el lema tradicional de los Juegos, y que, como hoy, se dieron más como premio o deseo que como una apuesta coherente por unos supuestos valores humanos olímpicos. Así pues, en Barcelona se iba a celebrar la Olimpiada Popular, con amplia participación de atletas que justamente se vio truncada por el inicio de la guerra civil española tras la sublevación de parte de las tropas aquél fatídico 18 de Julio de 1936, un día antes del día de la inauguración. Realmente qué tiempos, qué diferencia, qué narices para sí enfrentarse a lo que se considera incorrecto y reprobable.
Junto con esto, sorprendente porque es uno de esos hechos que en los informativos no suelen tener cabida y, además, no suele debatirse en otros programas (entre otras cosas, porque ni los temas se plantean ni hay suficientes espacios de debate o de historia constructiva en las televisiones abiertas, ni siquiera en las públicas), así que son hechos olvidados más allá de los círculos de contrainformación (creo que ahí radica) que no viene nada mal cuanto menos una pequeña información de recuerdo en los medios generalistas pueden levantar la curiosidad por una historia oculta durante más de cuarenta años, una historia democrática y respetuosa con el movimiento obrero y popular.
¿Y el lado laicista? En muchos programas se deja caer una visión de España aconfesional de verdad, y tal vez la defensa de algunas medidas del gobierno (del que, tampoco olvidemos, es demasiado partidario también) como es la educación para la ciudadanía estaban dejando claro que el canal es, ante todo, laico. Lo cual es positivo en una sociedad que suele hincar la rodilla ante el poder fáctico de la Conferencia Episcopal y que hoy, como hemos visto todos, los ministros han jurado sus cargos ante un crucifijo (como pasó el sábado con Rodríguez Zapatero), y la cadena, por sí misma, ha comenzado una contracampaña (frente a la campaña de la Iglesia) para que los contribuyentes españoles marquen la casilla de fines sociales en vez de dar parte del IRPF a la Iglesia Católica.
No se han gastado mucho, claro que no, es en plan «12 meses 12 causas» (cortos y concisos, con personajes públicos) de otra cadena, en que los más famosos (y reconocidos como izquierdistas) de la cadena piden el dinero para obra social, y dejan caer algunas cosas que valen un Potosí por sí mismas, como recordar que el dinero destinado a las ONGD se gasta de forma directa en la obra destinada (las aprobadas, que ahí podemos sacar toda una discusión sobre la idoneidad del método en que se dan los recursos, pero ese es otro tema) y no en mantener la estructura de la ONGD (como, lamentablemente, sí pasa con el dinero destinado a la Iglesia, que forma parte de muchas otras atribuciones presupuestarias en favor de una sola Confesión). En este tema no recuerdo que ninguna cadena se haya mojado tanto frente a la Iglesia Católica (al margen del tratamiento nada condescendiente con noticias vinculadas con la Iglesia, cosa que ya es todo un avance en un país donde el Rey y la Iglesia son bastante intocables en los informativos, al menos en la forma de dar las noticias).
Por supuesto, todo lo que digo positivo de esta cadena de Televisión hay que cogerlo con pinzas, no hay que olvidar con qué pie patean y cómo tienen un gran gusto por tergiversar descaradamente mucha información nacional e internacional (lo que hacen con el tema venezolano es patético), aunque al menos normalmente dan un poco más de info en comparación con otras cadenas sobre diversas noticias (los dos lados, que diría aquél, o ese lado que nadie dice, directamente), sí pican el anzuelo y reproducen sin problemas propaganda imperialista de las agencias. En otras zonas no se la tragan con tanta facilidad, así que más bien hay que estar atentos en sus intereses empresariales en cada país, contando, por supuesto, la propia España.