El señor L es muy de derechas, pero tiene ramalazos ínclitos que le alejan de esa derecha carca y rancia que tanto perjudica, la que tiene las consignas más contrarias a la libertad aunque se cubra con el manto del liberalismo. ¡Ellos hubieran perseguido a los liberales antaño! Alguna vez he defendido al Señor L, también conocido como Mario Vargas Llosa, no su pensamiento, sino su coherencia dentro del mismo, y que no fuera tan rancio como la mayoría de nuestra derecha, algunos apuntes tan simples como alejarse del Partido Popular en España o apoyar el mensaje del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en nuestro país.