Para los amigos, todo, para los enemigos, LA LEY. Esa forma de pensar es doblemente peligrosa, por un lado, resulta un desprecio a lo que es un Estado de Derecho, la propia idea de «igualdad ante la ley» se basa en que no se debe distinguir al amigo del enemigo, por otro, eleva a norma aceptable lo que no es más que discriminación, y de una forma bien cínica. Sí, estoy hablando de cómo Amaiur se quedó sin grupo por unas décimas (y eso que intentaron que no contara su parlamentario electo por Navarra), una aplicación la mar de estricta del reglamento en una cámara donde sin problemas se han montado grupos con solo tres integrantes, donde los préstamos de diputados (como lo que ha hecho UPyD y FAC esta legislatura, y BNG con IU/ERC la pasada*) o el hacer la vista gorda sobre los porcentajes han permitido a varios partidos tener grupo propio (PNV y ERC, IU ya ha sufrido la aplicación estricta en el pasado).