Un aniversario más de la Declaración de los Derechos Humanos, un año más para recordar el papel mojado.
Rubén Kotler tiene razón, es solo una declaración, más aun, se concibió como tal, cuando la ONU elaboró y aprobó la misma no lo hizo con fuerza legal, simplemente lanzó, la Asamblea, uno de sus brindfis al sol, un «nos gustaría que el mundo sea así, pero no nos comprometemos a que nuestros países, gobernados por nosotros, mueven un dedo para que dicho sueño se cumpla». ¡Tardaron decenios en poner en marcha los primeros y más básicos tratados de desarrollo de derechos humanos! Es cierto que en muchos países se asimiló dicha declaración y se le dio desde un (casi) primer momento valor normativo, pero no es menos cierto que fue y es puro papel mojado.