Carlos Bruce vuelve a insistir en un tema que ya presentó en el pasado: las uniones civiles entre personas del mismo sexo (del que hablé en su día; proyecto no aprobado y archivado en la comisión correspondiente –pdf-). En realidad, la timorata propuesta de hace tres años del congresista se basaba en un acuerdo contractual de contenido netamente patrimonial (y fue rechazado por poder hacerse ya con otras modalidades de comunidades de bienes), ahora va más lejos y plantea una «Unión Civil no Matrimonial para personas del mismo sexo» (Proyecto de Ley 02647/2013-CR). Ya comenzamos mal. Primero: ¿por qué una unión civil solo para homosexuales? La verdad es que, ya puestos, se puede regular también para heterosexuales en la misma norma (no, tampoco es lo mismo que una unión de hecho); segundo: ¿de verdad hacía falta lo de no matrimonial en el propio título? Si es una «unión civil» y no un «matrimonio» queda claro, desde el nombre, su contenido no matrimonial.