«Mmm, eso huele a un derecho social… Creo que deberíamos acabar con el mismo», terció uno que iba por ahí con una biblia neoliberal, digo, con el TWSJ de ayer. «Definitivamente es algo insostenible, mejor tirar de pensiones privadas», dijo un agente de seguros. «¡Qué gran idea! Además, nosotros gestionamos mejor eso que el Estado, mastodóntico que no sabe hacer dinero, no como nosotros», se apuntó un banquero, justo ese que ayer pidió un rescate billonario (con B) para su banco, pero que ha quintuplicado su sueldo los últimos años, y que ha quebrado al menos un fondo de pensiones recientemente. Pieza a pieza van desmontando el Estado del Bienestar (para lo poco que ya queda), y lo que no se quita de lo público al menos se remata para que tenga una eficiente y recontra cara «gestión privada»*.