«Cuídate bien del que te niega el acceso a la información, porque en el fondo de su corazón, tan solo desea ser tu amo» Anónimo.
Si algo podemos aplaudir de la actual legislación de Estados Unidos es la fuerte protección que recae sobre los que transmiten información (salvo en temas concretos como el nuclear), quien la saca o la vende sí puede ser procesado, pero quien la publica (aunque la haya comprado), por su parte, está a salvo de todo ataque… No todo, que ya hay más de uno que pide la horca para el fundador de Wikileaks, olvidándose de que si él cae será un mártir y su «monstruo» cobrará más fuerza que nunca. Tachar de terrorista a la organización o que asesinen a su fundador se ha escuchado de boca de asesores de alto rango canadienses o senadores estadounidenses.