Jornada de reflexión

principales candidatos

Para las elecciones generales de abril hice lo de recorrer y colocar el programa de todos los partidos y coaliciones que se presentan en la circunscripción que voto (Salamanca), luego recorrí dos temas que me parecían interesantes (laboral y Estado). Ahora estamos ante una repetición de las elecciones, ¿qué tanto podían cambiar los programas cuando los candidatos son exactamente los mismos? En esta entrada hablaré por encima de algunos temas relacionados con los programas en sí mismos y luego dejaré una tabla que recoge las propuestas de cuatro partidos sobre unas cuestiones que me preguntaron.

Lo primero: vamos a peor en la redacción y presentación de los programas. Acá se mezclan varias cosas que sé que es difícil de equilibrar: los textos deben ser concretos pero amplios a la vez, deben ser cortos y accesibles y deben decir mucho sin comprometer. O eso parece que intentan. Los partidos se han olvidado que existen correctores ortotipográficos y de estilo.

Entre tres de los cuatro principales partidos tenemos un programa que no explicita su marco de entendimiento de la realidad; de hecho, normalmente nos mienten bastante sobre dicho marco. Los programas están llenos de jerga propia de cada formación política (¡lo lógico!) que no significa lo mismo de un lado a otro, la falta de indicar dónde está el problema y cómo lo ve el partido hace incomprensible la medida propuesta (en muchos casos).

Así, tanto en el PSOE como en el PP ya terminó de desaparecer (ya en abril no estuvo) algo que antes hacían bien: valorar la situación actual y poner desde dónde parte su punto de vista (esto figura actualmente muy a grandes rasgos y para todo el texto), ¿por qué es importante este planteamiento? Porque permite entender qué significa, por ejemplo, «libertad», o a qué estamos haciendo referencia con determinadas medidas pues, según el punto de partida, las palabras tienen un significado u otro.

Esto en Ciudadanos nunca lo he visto y sigue en su línea; su programa es una batería de propuestas sin mucho desarrollo organizadas por temas. Podemos pensar que actualmente, con el acceso al resto de la información que hay sobre los partidos, contando las propias webs de los mismos, no es necesario este planteamiento; pero a mí sí me parece interesante que el programa explique las cosas, no solo proponga. En una expresión como «Ley de muerte digna» caben muchas posturas distintas bastante contradictorias entre sí. Ciudadanos tiene un programa en lectura fácil (que no he comparado con el otro, pero ya la medida en sí está bien), pero su programa ordinario, pensado para la Web únicamente, es incómodo de leer fuera del mundo virtual.

Unidas Podemos, por su parte, no tiene un programa común como tal, sí unos puntos de encuentro entre las distintas formaciones, así que me acojo al derecho de pasar olímpicamente de Podemos y centrarme en Izquierda Unida. El programa de IU es de la antigua usanza, una explicación larga de la situación en cada apartado y cuál es la visión del partido, luego ya entra en medidas concretas. IU falla, eso sí, en la maquetación del texto, en tener que leerlo entero para enterarte bien de qué significan ciertas cosas (no tengan problemas en repetir medidas, si la misma va para varias categorías, póngalas en varias), y en la parte ortotipográfica.

¿Por qué solo de cuatro y no de los doce? Primero, lo de siempre, no todos los partidos tienen programas (aunque parezca increíble). Luego, porque esta entrada viene de una pregunta concreta que me hicieron, que incluía cinco partidos. ¿Y el quinto que, si todo va tan mal como pintan las encuestas, puede ser el tercero en fuerza tras el 10N? Al margen que presentan el mismo programa (la batería de «100 medidas urgentes»), aunque lo «completen» con un «resumen ejecutivo del programa económico», vistos los dos debates electorales donde mostraron claramente su racismo, clasismo y machismo, que se llevan la palma, además, de mentirosos (y mira que tienen una competencia fuerte por parte de los demás), paso de darles cualquier tipo de visibilidad.

El cuadro resumen: como decía, en esta entrada daré un cuadro-resumen, teniendo en cuenta que los temas a tratar son «Familia», «Barrio» (aunque este es un tema más para las locales y autonómicas, algunas cosillas hay), «Educación» (no universitaria), «Trabajo», «Salud» e «Impuestos». Cuando planteo una pregunta tipo «¿cómo?» en el interior es porque no he encontrado el desarrollo de la medida y, dicho como está, no significa mucho.

En muchos casos son copia del texto del programa, pero en otras tantas tienen aportaciones propias (como cuando hablo de «una mal entendida «mochila austriaca»» o cosas por el estilo). Lo mejor es que vayan a los distintos programas, pues puede que me haya dejado muchas cosas, dentro de esos mismos temas, que a ustedes les interesa (y que, por lo que sea, me lo he saltado). Esto no deja de ser una elección subjetiva de temas y medidas que aparecen en los programas.

En fin, coloco la table (acá en PDF):

Resumen de las medidas de 4 partidos en 6 temas.

Oh, cierto, «otros». Si se fijan, son 7 filas. Bueno, esto era un elemento que me llamó la atención y lo quería dejar reflejado. Solo voy a comentar una que me llamó la atención (y por la que abrí esa fila): «Derogar una ley por cada aprobada». En el programa aparece así: «170_ Impulsaremos la simplificación legislativa derogando una norma por cada nueva norma aprobada». ¿¡Qué demonios significa eso!? O sea, en general, toda norma nueva deroga todas las anteriores que le contradigan (de hecho, puede afectar a más de una), sin contar con que la gran mayoría de leyes, decretos y demás son para modificar otras… pero, digamos, que se aprueba una ley sobre algo que actualmente no está regulado, ¿se tendría que derogar otra ley que funcione por ahí para cumplir con la promesa? Si no es así, si simplemente es seguir como estamos (las leyes ya derogan otras, o su trabajo es modificar otras leyes con lo que no generan «más» normas). Pero si realmente es ponernos a derogar leyes porque sí, eso no es simplificar nada, es hacer un desarrollo normativo de tontos. Otra cosa, que no es lo mismo, es impulsar una recodificación de los textos normativos, cosa que estaría bien.

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