¡De vuelta!

¿Echaron en falta este espacio? Lo dudo, pero igual. ¿Igual qué? Igual celebro la vuelta. Muchísimas gracias a FJ por el trabajo de recuperación de «Una Bitácora de Jomra», tras el desastre del Servidor (así, en mayúscula) donde solo se salvó De igual a Igual (es lo que tiene ser el ojito derecho del Servidor). Aun quedan cosas por volverlas a poner en su sitio (entre ellas la licencia, todas las imágenes de Garabatos) y algunas cosas acá y allá que se irán resolviendo (o no) poco a poco (o nunca). En fin, bienvenidos de vuelta a la Bitácora y esas cosas malas. Siempre pongo en este espacio enlaces a mis textos en la columna «Con Firma» de De Igual a Igual, algo que este mes no pude hacer, así que aprovecho esta entrada para poner todos.

Los coloco de más viejo a más nuevo.

Economía Nacional de Mercado y Humala

No soy quien para repartir «carné de izquierdista» a nadie, por supuesto, y siempre me han desesperado los ortodoxos que se levantan contra todo el que no les copia gritando «disidente» o similares, pero, lo siento, sigo sin ver en Ollanta Humala un candidato de izquierdas. En Gana Perú (el partido que lanza a Humala a la presidencia) por supuesto que hay candidatos de izquierdas, cuya militancia en ese espectro de la política peruana está más que demostrada en el día a día, en el trabajo con bases, en partidos comunistas o socialistas, en sindicatos de clase, en fin, en todo ese entramado «fuera de duda» y, sobre todo, de esas historias de vida de dedicación en construir una alternativa de país (y mundo) de izquierdas. Pero no sé si un gobierno de Humala, con él presidente y con una cámara cuya mayoría será para los grupos de derecha, podría ser calificado de izquierdas.
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Segunda vuelta a la vista

No tenemos partidos políticos, o lo que es peor, o demasiado irónico si se prefiere, el único partido político grande (y con inscripción propia) es el fujimorismo, cuyo fundador y ex presidente del país (que está en la cárcel por burrada y media) es el principal autor de la desaparición de los partidos en el Perú. Este «movimiento sin siglas» (las cambia cada elección) tiene un núcleo duro de votantes que le han llevado (más unos extras u ocultos) a segunda vuelta en un cómodo segundo lugar y aspirando, tal vez con más posibilidades que el ganador de la primera vuelta, a la presidencia del Perú. ¿Y el PPC? Nada, disuelto por su propia mano. ¿Y el APRA? Cada vez más dependiente de Alan García, sin él obtuvieron un resultado bastante discreto, si bien es cierto que el APRA mantiene una «institucionalidad de partido», con militantes y simpatizantes, pero ya no alcanzan al 10% del electorado, es un partido chico.
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Datos falsos para justificar un voto

Es difícil mantener, estos días, un diálogo no emotivo sobre los candidatos que han pasado a segunda vuelta en Perú, Ollanta Humala, de Gana Perú, y Keiko Fujimori, de Fuerza 2011. Ambos candidatos (que agrupan a menos del 50% de los votos emitidos, aunque más del 55% de los votos a partidos o válidos) levantan muchos anticuerpos en la parte de la población que no les votó, y se decidirá la segunda vuelta por el «voto en contra» («voto por Huamala para que no vuelva Fujimori», «voto por Fujimori para no tener a Humala», sin contar con el posible aumento de votos viciados o nulos), por ello los dos principales candidatos (como comentaba el otro día) se esfuerzan en levantar miedos sobre el oponente y quitar los prejuicios o cuestionamientos centrales contra ellos mismos (así Keiko se esfuerza en el «no a la impunidad» y Ollanta en no generar «miedo en la economía»), el papel de los medios de comunicación, en este sentido, está siendo bochornoso (gracias a Fuerza 2011 el Canal N hoy es menos plural, y el grupo El Comercio pone toda la carne en el asador fabricando noticias contra Humala).
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«Obrero, si no luchas, ¡nadie te escucha!»

El cielo amenazaba con aguar la jornada reivindicativa. No lo hizo. Al menos no durante el tiempo de las manifestaciones, sí luego, para el resto de actos. Pero la mera amenaza nos asusta. Hasta el cielo complota contra los trabajadores y se ríe de ellos. No queda otra que reconocerlo. Y nos hemos dejado vencer. Otros años les he hablado de la necesidad de recobrar las calles, de aprovechar las jornadas del primero de mayo para reclamar los derechos que nos pertenecen, como hicieron los mártires y demás miembros de la clase obrera durante todos estos años, durante esta lucha ya bicentenaria, hoy Kotler nos habla de recuperar la memoria para recuperar las calles. Hoy siento, como ningún otro Primero de Mayo, que nos han derrotado. Nos hemos dejado ganar, si me permiten el cambio de responsabilidades. Tal vez solo las batallas hasta la fecha desde el 2007, que no han sido pocas, y tal vez aun estamos a tiempo de revertir la situación y ganar «la guerra», tal vez, solo tal vez… La esperanza es lo último que se pierde, dicen, así que me sujeto a un clavo ardiendo: Esas personas que hoy sí salieron a la calle. Y con ello mantengo la esperanza de que podremos vencer, que la clase obrera triunfará.
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No se puede justificar nunca un ajusticiamiento

Vamos de dejar de lado todas las teorías «conspiranoicas» sobre Osama Bin Laden, incluso las que cuestionan que ese hombre existiera más allá de las cámaras de televisión, o todos esos que aseguran que ya estaba muerto (en el 2001 por una enfermedad, en el 2007 asesinado, etcétera) y asumamos que, al menos, todo lo central de la noticia es verdad tal cual nos la cuentan los interlocutores del gobierno estadounidense, a saber: Osama Bin Laden se encontraba en una mansión en Pakistán, a escasos kilómetros de Islamabad (capital de dicho país); el gobierno de Estados Unidos dudó entre bombardear la casa o mandar a los Seals; mandaron a los comandos de la Armada y estos entraron en la mansión matando todo lo que se movía; lo hicieron sin conocimiento o autorización del gobierno pakistaní; dispararon a Bin Laden en la cabeza y otro en el pecho, él no iba armado aunque la situación, dicen los SEAL, era de tiroteo; tras la muerte, hicieron los ritos pertinentes y lo arrojaron al mar; la información para localizarlo salió tras la tortura de un par de personas en Guantánamo.
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Lo sé, poca producción para más de un mes, pero oiga usté, que es lo que hay. Gracias por leerme y todo eso.

2 comentarios en «¡De vuelta!»

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