Aprovechando los atentados de ETA

ETA ha puesto un coche bomba frente a una casa-cuartel de la Guardia Civil en una zona residencial de Burgos, la explosión, como otras tantas veces, ha causado muchos desperfectos materiales pero ninguna víctima mortal, sí muchos heridos leves sobre todo por cortes con los cristales rotos por la onda expansiva de la detonación. Pues bien, según los comentaristas y los oyentes de la Cope (al menos a los que pusieron su llamada en las ondas), la culpa, además de ETA, es del gobierno por negociar con la banda y del juez del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, por permitir homenajes a etarras. Y un poco de Garzón, por, en su momento, no buscar por todos los medios la ilegalización total de ANV que finalmente entró en varios ayuntamientos en las últimas elecciones locales.

Hay días que no sé por qué escucho la Cope (al menos ya no la uso para levantarme, creo que era demasiado castigo para no tener falta alguna en mi haber), hoy es uno de ellos. Para bien o para mal, todo atentado de ETA es una excusa para que todo tipo de políticos y politiqueros carguen sus tintas unos contra otros, realizándose verdaderos baños de sangre negra, y si el atentado no tiene víctimas mortales, mejor que mejor, porque sino lo políticamente correcto es lamentar la muerte y cerrar la boca, si solo se revientan ventanas ya se puede acusar al presidente de dar alas a la organización, los otros pueden acusar a los primeros de haber alimentado a la bestia, o de haber hecho lo mismo en el pasado, todos pueden decir que a Fulanito le viene bien la existencia de ETA (los unos lo dicen de los otros y viceversa), y así hasta cansarnos de ver acusaciones de todo tipo, que no nos cansamos en realidad. Y los comentaristas a sueldo (ahí sí que yo no lo soy, esto lo hago de gratis) se permiten las más grandes barbaridades, que para algo les pagan.

Uno de los tertulianos en la Cope medió un poco en favor de Pedraz, diciendo que su pasado es el de un Defensor del Estado de Derecho, que ha sido uno de los magistrados de la AN que más han perseguido a ETA, y demás, el resto se le tiraron a la yugular, que a ratos nomás hacía eso, que Pedraz ratificó que se puede insultar al rey (por lo de las pitadas al himno en la final de la Copa del Rey), que fue quien dijo que la Kale Borroka no es terrorismo (sino actos vandálicos), y que todo es culpa también de Garzón (no deja de resultar curioso cómo, sin venir a cuento de nada, comenzaron a atacar a Garzón) y todos juntos, contando al primero de los tertulianos mencionados, terminaron indignadícimos ciscándose en el auto de Pedraz sobre las manifestaciones de los filoetarras por permitir homenajes, y que diera gracia, el Juez, que ellos son unos demócratas de toda la vida que respetan el Estado de Derecho (no dijeron qué harían si no lo fueran).

¿Homenaje?
Lo que ha dicho el juez Pedraz es lo siguiente: a) El fin de las manifestaciones es criticar la dispersión de presos; b) impedir ex ante la manifestación, por su parte, vulneraría el derecho a reunión y manifestación de la gente; c) Que la autoridad competente para negar una autorización de la manifestación es el gobierno vasco en este caso, y que si ellos no la han rechazado, la AN no puede prohibirla.

Además recuerda que: Si se produce un homenaje a los etarras presos (y por tanto, se supera el fin manifiesto de la concentración), ahí sí el caso puede llegar a la AN porque la apología del terrorismo sí es delito (artículo 578 del Código Penal), pero mientras tanto, priman los derechos constitucionales.

En cierta medida, este auto del juzgado central de instrucción de la Audiencia Nacional me recuerda al fallo del Tribunal Constitucional que anuló el auto de ilegalización de la candidatura de Iniciativa Internacionalista – Solidaridad entre los Pueblos en algunos aspectos claves, y resaltaré uno: «Una vez más hemos de insistir en que la ‘izquierda abertzale’ como expresión ideológica “no ha sido proscrita de nuestro ordenamiento ni podría llegar a serlo sin quiebra del principio pluralista y de los derechos fundamentales a él conexos”» (FJ 10 pr 3 de la STC).

Estoy de acuerdo con el juez en casi todos los extremos, podemos entender que priman los derechos frente a los meros indicios de que se producirá un hecho delictivo (el enaltecimiento de los terroristas), y que si el fin es quejarse del régimen carcelario con el castigo extra de la dispersión no hay razón alguna para hablar de homenajes a etarras. No todo lo que tiene que ver con los presos de ETA proveniente de sus familias o filas tiene que ser considerado un homenaje, ya que si así lo hiciéramos, en este momento se debería procesar a todos los gobiernos vascos anteriores por aprobar subvenciones a las familias de los presos para costearse el transporte hasta las cárceles donde los tienen.

Cabe recordar que el principio general con todos los presos es que cumplan condena en donde tienen el arraigo familiar, porque, además, se considera que ello ayuda o puede ayudar para la reincersión del reo en la sociedad una vez que cumpla la pena impuesta (un fin constitucional del sistema carcelario), y que son básicamente los presos de ETA la excepción a la norma, que como medida de presión se les manda lejos de sus casas (y por ello, los que presos que públicamente se enfrantan con ETA son «premiados» con el acercamiento, por eso además, en la negociación con ETA de 1998, la emprendida con Aznar a la cabeza, se acercó presos -y bastantes- como gesto político de diálogo).

Rafael Reig hace unos días habló sobre el tema, y como concuerdo con lo que dice, lo cito:

«A mí el razonamiento del juez me parece impecable: ninguno de los actos tiene como objetivo ensalzar la conducta de los presos ni enaltecer sus delitos, sino protestar contra la dispersión. Yo también estoy en contra: la condena debe cumplirse en el lugar más próximo al de arraigo del condenado. Me parece un derecho básico y al Estado también debe de parecérselo, porque realiza grandes esfuerzos para que los españoles puedan cumplir condena en España, si son apresados en otros países (hay tratados internacionales al respecto). El castigo es la privación de libertad, no hay que añadir el cumplimiento de la condena en el quinto pinto (con el castigo añadido para sus familias, por tanto). Por lo que yo sé el juez se ha limitado a constatar que no puede impedir la libre expresión del rechazo a esa medida.»

Aun así, parece que entre los lectores y oyentes de medios como la Cope, ha calado el discurso que lo que permite el juez son los homenajes a etarras (no es lo que dice el Auto, no está «permitiendo homenajes», está diciendo que mientras no haya pruebas o se hayan realizado el enaltecimiento penalmente castigado, él no puede actuar, que es tremendamente diferente), por ello no es raro encontrarnos con que en LD se titule así la noticia: «Pedraz insiste en permitir los homenajes a etarras y desestima el recurso del fiscal», o el de ABC sobre el recurso de la fiscalía: «La Fiscalía recurre ahora el permiso de Pedraz a los homenajes a presos etarras», mientras que en El País, por ejemplo, prefieren un titular algo más parecido a la realidad: «Pedraz sigue sin ver motivos para prohibir el apoyo a los presos», otros medios, como El Correo, eligen la vía del medio y ceñirse a la petición y el rechazo: «El juez Pedraz rechaza investigar el homenaje a los presos en Villabona». Hablar de apoyo o de homenaje es muy distinto, se puede apoyar sin homenajear, no se puede homenajear sin enaltecer (lo que es el delito).

¿Permite el juez los homenajes o considera que no hay indicios de los mismos y que las manifestaciones, en principio, no son para homenajear sino para criticar una política gubernamental concreta (dispersión de los presos condenados por terrorismo)? Porque son dos cosas totalmente diferentes, y el uso del lenguaje es todo menos neutral. No es lo mismo decir «el juez no prohibe una manifestación de familiares de etarras» que «el juez permite un homenaje a etarras», en el segundo caso corran a presentar una querella por prevaricación contra el titular del juzgado central de instrucción.

Y a todo esto, ¿cómo puede ser culpa de ese juez, al no prohibir unas manifestaciones que aun no se producen, que ETA ponga una bomba en Burgos? ¿No es una postura tremendamente demagógica?

Sobre lo de culpar a Rodríguez Zapatero, bueno, teniendo en cuenta que lamentablemente la negociación no llegó a nada y fue hace bastante tiempo, y que los del principal partido que apoyan también emprendieron una negociación similar en su momento, no sé con qué cara responsabilizan de eso al presidente, para una vez que no tiene la culpa de lo que pasa…

Excurso: Sobre lo ofendidos que se sienten cuando se insulta al rey, se quema una bandera y demás, no dejo de sorprenderme, ya saben que mi postura es favorable a permitir esas expresiones, pero sobre todo porque los mismos que ponen la forma y el fondo de las libertades civiles en Estados Unidos como ejemplo a seguir olvidan que allá tampoco sería delito silbar el himno o quemar una bandera, y no pasa nada con que no lo sea.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.