¿Por qué Arana?

Esa es la pregunta que a muchos peruanos nos ronda la cabeza. ¿Por qué él? ¿Qué méritos reales tiene? Y la respuesta que nos viene una y otra vez a la cabeza tiene la larga sombra de un búfalo y trae consigo los peores recuerdos de un aprismo que hasta el propio presidente debiera querer olvidar. Carlos Arana Vivar… la voz y el voto de los Agustín Mantilla.

«Con Arana al frente del Foncodes se regresaría a la época del fujimorismo», afirma sin despeinarse Pedro Francke, ex director del Foncodes. ¿Por qué irnos solo hasta la época del proselitismo gubernamental con Fujimori? ¡Con Arana regresamos al 85! Últimamente los viajes al pasado están servidos en bandeja.

Sabemos cuáles son los intereses del APRA en dar el Fondo Nacional para el Desarrollo Social (Foncodes) a un hombre como Arana, pero no entendemos que se haga con Arana. No es lógico que para llevar acabo dichos planes propagandísticos se haya nombrado a un personaje tan controvertido, en tanto que su tarea de mercadotecnia no pasa desapercibida en tanto que Arana es como el gran faro que anuncia la llegada de la estampida búfala, con el inefable Agustín Mantilla a la cabeza (aunque él habla de coincidencia en el nombramiento del cargo).

Y está más que claro que el marcaje sobre Arana es férreo. ¡Y lógico! Esta es la tercera vez que se le designa en un cargo político y las dos anteriores veces tuvo que salir por la puerta chica tras importantes cuestionamientos y puestas en jaque, denuncias mediante, hasta hizo tambalear al propio gabinete ministerial. Una de las veces, como viceministro de Vivienda, consiguió el récord de salir por la puerta falsa en 48 horas tras su ingreso.

No sé si es más triste saber que hay favores a Mantilla que aún no se terminan de pagar, y por eso Arana siempre está rondando puestos importantes en la administración de la República, o ver al jefe de Estado, Alan García, defendiendo a capa y espada a un cuestionado y cuestionable personaje. Que Alan diga que no existen irregularidades en la hoja de vida de Arana sólo nos deja creer en la ceguera del presidente o que nos toma por tontos al resto, si ya de su propio gobierno ha salido dos veces por esas irregularidades tan marcadas en la persona de Arana, hombre que no sólo trabajó «de joven» con Mantilla, como ha soltado Alan, si no que sigue estando muy cerca del búfalo vendido, y muchos lo apuntan como su testaferro de lujo.

Del Castillo, un poco más cauto y listo que su adorado García, mencionó que una golondrina no hace el verano, pero en el resto de cosas, pues la típica defensa entre compañeros, con los cuchillos listos para el navajazo fácil, o para secuestrar y agredir a dos periodistas en medio acto de desagravio al líder Mantilla, en el que participó Arana.

¿Qué tiene de especial Arana? Lo peor es que los cargos que le dan son un vale todo, que está ahí para que pueda manejar fondos, pero nunca lo hemos visto funcionar bien en la administración (ni durar en los puestos que asume) y lo único que conocemos de ese hombre, irregularidades en el CONSUCODE aparte, es que es un hombre fuerte de Mantilla y que fue uno de los animadores de la campaña presidencial. Ninguna de las dos cosas le permiten ser digno de los cargos a los que es nombrado, ni nos explican por qué se prefiere a Arana sobre otros compañeros apristas que no sean la mano derecha de Mantilla. Estoy (más que) seguro que en el APRA hay gente que vale para esos puestos, más que Arana sin dudas, más que cualquier Búfalo.

Pero volvemos a Arana. Volvemos a Mantilla. Volvemos al matonismo de ese APRA que es un cáncer para el propio partido de la estrella. Y ahora que está en el gobierno, para el resto de peruanos.

José Alejandro Godoy, amigo de revisar el portal de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, nos relata cómo ya el mes pasado Arana estaba cobrando de papá Estado gracias a una asignación como coordinador de la implementación de proyectos de infraestructura social, económica y de desarrollo productivo con los gobiernos locales y regionales (¿ha ejecutado toda la coordinación en menos de un mes y por eso ahora le dan otro cargo? ¿Dejará el trabajo ya pagado a medio hacer? ¿Lo hará otro? pregunto desde el desconocimiento).

Más sobre ARANA: En Desde el Tercer Piso, de José Alejandro Godoy, encontrarán toda una categoría dedicada a tan extraño y deleznable personaje de la política peruana.

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