Decálogo laico de IU

Estamos en campaña, y se debe notar en todos los frentes. Entre ellos, está el típico de «usarás la coyuntura a tu favor», como hace el Partido Popular con el tema del «canon digital» (aunque está más que claro cuales son las intenciones del PP, eliminar la copia privada dirigiéndonos a un sistema de de Derechos de Autor más parecido al estadounidense), la cabeza de la Iglesia entró con fuerza para patear la mesa de los debates e indicar por quién votar sin decirlo claramente (describiendo a «por quién no votar» e indicando que hay que elegir al menos malo con puntos para gobernar), a lo que el PSOE respondió, tal vez, con demasiada bilis y sin mucho tino político permitiendo a los jerarcas eclesiásticos contraatacar con un inteligente «no nos callarán», ahora Izquierda Unida aprovecha el debate para conseguir unos titulares en los medios, sacando un decálogo «para un verdadero estado aconfesional» (donde dicen aconfesional quieren decir «laico»).

En realidad, en el decálogo se habla «de todas» las Iglesias o religiones organizadas, salvo en el punto 1 y tal vez 10 que hacen referencia exclusiva a la Iglesia Católica. Aunque no es difícil leer entre líneas que realmente se refieren a la Iglesia Católica en todo momento, por ser quien más se ajusta a las «contras» presentadas por el decálogo. Algunos comentarios muy por encima sobre el mismo:

1.- Denuncia y revisión de los acuerdos con la Santa Sede

Justo y necesario. Recuerden lo que significa en el mundo del Derecho Internacional la palabra «denuncia», no es lo mismo que lo entendido normalmente. Acá quiere decir «retirarse de un tratado Internacional». Muchos dicen que los acuerdos con la Santa Sede son ya de la época constitucional, a eso hay que ponerle un gran «pero», en tanto que si bien se firmaron y ratificaron en la época constitucional (en tiempo más que récord), toda su tramitación y negociación fue previa, durante el fin del franquismo realmente, y se hizo, justamente, para mantener en todo lo posible las ventajas de la Iglesia Católica en España, y los tratados no se cumplen, hace tiempo que se pasaron muchos de los plazos y nadie denunció los tratados (esto incluye, por cierto, a los gobiernos del PSOE).

2.- Salida de la Religión de la escuelas. Las aulas deben ser para la educación y las iglesias y las mezquitas para las creencias

Poco puedo decir sobre este punto, salvo que estoy de acuerdo. Por supuesto, podríamos matizar: En las escuelas privadas se puede dar tanta religión como les dé la gana, siempre y cuando sea costeada por los centros (financiada como quieran, sin dinero público de por medio), y si quieren que sea parte del temario escolar, sin problemas, siempre y cuando no se quite ni medio minuto a los planes de estudio oficiales, y a sabiendas de que su calificación final no será en ningún caso oficial. La religión se puede enseñar perfectamente fuera de la escuela (o dentro de una clase de historia de las religiones, que no quieren los Señores de la Iglesia).

3.- Revisión de la política de los conciertos educativos. Fin a la selección clasista del alumnado

Totalmente de acuerdo. Se destinan demasiados fondos a centros privados que hacen lo que sea para pasarse por las narices toda la legislación educativa, sólo hay que ver cómo incumplen y trampean el acceso para crear colegios de clase alta pagados por todos los residentes (sólo hay que ver la diferencia entre la cantidad de inmigrantes por aula en los colegios públicos y concertados para comprobar mi punto, o las clases sociales a las que pertenecen los alumnos), y sale más caro andar persiguiendo a los incumplidores que la gestión totalmente pública de los centros. Ahora bien, esta medida sería francamente lenta de implementar, no se puede hacer de un día para otro ni mucho menos.

4.- Autofinanciación de las Iglesias. Revisión de los privilegios económicos-fiscales

La situación ideal. Esto no significa que la obra social de las distintas iglesias no pueda ser financiada con fondos públicos cuando así sea necesario (las Iglesias tienen ONG y fundaciones, a fin de cuentas), ahora bien, en dichas obras no se podría hacer proselitismo con fondos públicos, diferenciándose correctamente la obra en sí con la parte de «propaganda». El resto, la parte eclesiástica, debiera ser totalmente autofinanciada, como el resto de grupos.

5.- Nueva Ley de Creencias y derogación de la Ley de Libertad Religiosa

Si no explican el para qué, no tiene ningún sentido, salvo lo bien que suena el cambio de nombre de la ley (es una Ley Orgánica, no lo olvidemos), hay puntos que hay que cambiar y actualizar, sin duda, pero un cambio global de ley sin más explicación, sin sentido alguno. Este punto bien podrían borrarlo o explicarlo bien.

6.- Nuevo Reglamento laico del ceremonial de toma de posesión en la Administración e instituciones públicas

Se me ocurren pocos actos que aún queden con intromisión fuertemente eclesiástica, muchos de ellos, por cierto, vinculados a la monarquía (que como IU es republicano y debiera plantear, siempre, su fin, no tendría sentido crear un ceremonial laico para un hecho inexistente), de todas formas, yo me cargaría la mayoría de ceremonias de este tipo (razón por la que no fui a mi graduación -como alumno que se gradúa, asistí como amigo de los graduados, con la invitación y tal-). En todo caso, actualmente no se jura por Dios, como en muchos países del entorno hispano, ni en los juicios ni en la gran mayoría de las tomas de posesión. Un poco innecesario el punto, pero más administrativo y simbólico que con efectos prácticos reales.

7.- Nueva Ley del derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (Ley de plazos)

Un poco sobre esto hablé hace poco, cuando se planteó la reforma en el Congreso. La postura de Izquierda Unida (y una parte del PSOE) es apostar por una Ley de Plazos del estilo de la inglesa, esto es, durante un tiempo (tres meses más o menos) el aborto sería libre, fuera de ese tiempo, según unos supuestos legales (peligro de vida para la madre, malformación del feto y alguno más).

En este decálogo este ítem sólo tiene sentido si lo entendemos dentro de las declaraciones de la Conferencia Episcopal Española, en realidad creo que es algo que se debe desvincular de la religión, esto es, hay laicos que están claramente en contra del aborto por plazos sin necesidad de partir de una idea de la persona según ninguna religión, es un error haberlo incluido en «este» decálogo, en tanto que no tiene que ver con el debate confesionalidad – aconfesionalidad y sólo sirve de mala respuesta a la Iglesia Católica.

8.- Nueva Ley de cuidados paliativos y ‘muerte digna’

Misma crítica que la del punto anterior, esto es, no tiene que ver, de forma directa, con el debate de confesionalidad – aconfesionalidad del Estado, por las mismas razones. Y eso que estoy de acuerdo con la necesidad de regular bien ambas cuestiones, y de reconocer la eutanasia bajo instrumentos jurídicos como el testamento vital (regulado en Cataluña, sea dicho), despenalizándola por completo, pero si hablamos de un decálogo de «laicidad», la medida no cabe como «laica».

9.- Desarrollo efectivo de la Ley de Memoria Histórica. Retirada de toda la simbología franquista de las iglesias. (Valle de los caídos)

Gracias al PP, que votó a favor sobre varios preceptos de la LMH (aunque luego se opongan públicamente al total aprobado), las iglesias se salvan de retirar la simbología franquista. Aunque sí creo que el Valle de los caídos debe ser «esterilizado» (por decirlo de alguna forma), y las iglesias (en general) al ser patrimonio histórico deben ser conservadas con parte de los fondos públicos, no sé hasta qué punto el Estado debe obligar a «remodelaciones» (sobre todo si tenemos en cuenta «lo incrustados» que están algunas imágenes), otra cosa es que la Iglesia lo haga como signo de limpieza interna (pero teniendo en cuenta que sus arzobispos piden votos para la Falange Española de las JONS, pues dudo mucho que condenen el franquismo al punto de querer borrarlo de sus templos). En todo caso, se podría distinguir entre obras comúnes y corrientes y otras realmente artísticas. En todo caso, sobre este punto de la ley de memoria histórica (la retirada de monumentos y demás) queda algo por decir, en tanto que colisiona con la ley de propiedad intelectual (pueden leer un apunte de David Maeztu titulado «La ley de la Memoria Histórica contra la Ley de Propiedad Intelectual» bastante interesante sobre este punto, es lo malo de la forma en que se legisla actualmente, se olvidan que el Derecho es un todo, y no muchas partes juntas).

No estoy seguro de lo apropiado que sea este punto dentro de un decálogo de laicidad del Estado, y, de todas formas, afecta de forma concreta a la Iglesia Católica, con la cual se podría «negociar» la retirada de signos (a cambio del dinero para mantener el patrimonio histórico).

10.- Reglamentación y apertura de un Registro de la Apostasía.

Medida tontísima. Lo que hay que hacer es obligar al efectivo cumplimiento de la LOPD con respecto a los apuntes en los archivos de bautizados de la Iglesia cuando se pide la apostasía, nada más y nada menos. El derecho de apostatar es netamente religioso, sería de lo más contradictorio abrir un registro de apóstatas y afirmar la separación del Estado con la Iglesia. ¿Quién escribe estas cosas en Izquierda Unida?

Desde esta bitácora he hecho campaña para apostatar (a la par que la Objeción fiscal militar), y ya hace años indiqué la posibilidad de que el Estado creara una suerte de base de datos sobre «ex fieles» con la cual el Estado controlara que la Iglesia Católica hubiese «dado de baja» (borrado los datos) de una persona concreta que haya pedido el auxilio del Estado en el cumplimiento tanto de la LOPD como del Derecho Canónico, aún así, realmente me parece mala idea por lo poco eficaz de la medida (aquella vez, cabe mencionar, lo dejé caer como una de las tantas «formas» en que el Estado podría cumplir con su deber de hacer cumplir con la LOPD sin inmiscuirse directamente en las confesiones, según la propuesta de la propia IU).

Es curioso que sea el Estado quien deba garantizar el cumplimiento del Código de Derecho Canónico, que es donde la apostasía tiene sentido (y está recogida legalmente -como recojo, por encima, en la entrada «España, Apostasía y relaciones Iglesias – Estado«). Está claro que no nos interesa en sí misma la apostasía, sino el que datos de carácter personal puedan ser borrados de registros privados, en este caso, los listados de la Iglesia de «bautizados». Sí me parece bien que IU remarque que va a hacer cumplir la LOPD en este aspecto, pero lo de crear un «Registro de la Apostasía» es una tontería (como registro público), al igual que reglamentar el proceso para apostatar (intromisión innecesaria en los asuntos propios de una Iglesia).

Excurso: Por cierto, ¿Se acuerdan de la entrada «Izquierda Unida contra Izquierda Unida«? al final se resolvió a favor de EUPV, que consiguió hacer valer sus listas y su alianza con Izquierda Republicana, presentándose bajo el nombre de Esquerra Unida I Republicana.

2 comentarios en «Decálogo laico de IU»

  1. Y luego se quejan porque estan desapareciendo del mapa politico. Concuerdo con la mayoria de lo dicho, dentro de cosas razonables hay cosas que han metido en el afan de que «sean 10″…. es que .. quedan bien los numeros redondos.

    Otro tanto me parece es de un robot que se han inventado basado en Llamazares..

  2. Saludos

    ¡¡Como el dibujito animado ese!! ¿Qué está pensando IU? ¿Que debe hacer el ridículo para conseguir salir en los medios? Parece como si disfrutaran haciendo las cosas mal o a medias (como este decálogo).

    Hasta Luego ;)

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