Reclutas menores, dos dramas
El Ejército no está haciendo su trabajo, acepta como buenas partidas de nacimiento o cualquier papelucho mal falsificado para reclutar jóvenes, no como «recién cumplidos los dieciocho», sino como «menores de edad», y encima los manda a las zonas calientes, de emergencia, esas a las que solo deberían ir tropas altamente entrenadas y bien pertrechadas, pero parece que el plan es agotar las balas del enemigo con nuestros jóvenes escudos humanos, y por otro lado tenemos una generación entera, en una zona deprimida del país donde eso del milagro económico peruano es cosa de limeños y narcos nomás, que tienen como única salida de la pobreza el engrosar las filas de las fuerzas armadas peruanas, aun cuando no cumplan el básico requisito de edad.