Ley Pulpín: derogada

Igualito 097

Es una victoria de la calle. Gana Perú, con su vocero, puede dedicarse a atacar al aprismo, fujimorismo y toledismo por todos esos regímenes especiales contrarios a los derechos de los trabajadores; puede, además, recordar que primero votaron a favor de la llamada «Ley Pulpín» (Ley nº 30288, PDF), puede pasarse el día así y eso no quitará que el régimen que ellos plantearon tuvo una fuerte contestación en la calle (algo que no tuvieron los otros, por los motivos que fuera), que son todos los jóvenes y no tan jóvenes los que han conseguido que esos partidos cambiaran de opinión (aunque solo fuera de cara a la galería, por ahora nos vale: se derogó la ley Pulpín con 91 votos a favor, 18 en contra y 5 abstenciones, durante la sesión extraordinaria del Congreso. Siga leyendo…

Organización y lucha contra una reforma negativa

La ley Pulpín, o esa norma que lo único que hará es arrebatar derechos a los trabajadores jóvenes, ha sido contestada masivamente en las calles. Por supuesto, algunos prefieren ocultar el origen de todo y fijarse en los actos de violencia ocurridos (que, a pesar de todo, son anecdóticos simplemente), obviando que en la mayoría de casos la policía comenzó los desmanes; esa que reprime por órdenes del gobierno, esa cuyo arma son las bombas lacrimógenas y los palos.

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Trabajo precario, cortesía de gobierno y Congreso

«Beneficiará a unos 260 mil jóvenes que estarán en planilla y contarán con 15 días de vacaciones, pero no tendrán CTS ni gratificación.» (La República)

¿Cómo que beneficiará a esos jóvenes? Hace no mucho protestaba en esta página por una medida del gobierno que premiaba el incumplimiento de la legislación laboral, ahora toca señalar una cachetada a la juventud peruana. Para formalizar el empleo que ya existe no hace falta rebajar las condiciones legales del trabajo, sino aplicar la ley existente. Esto es, si las empresas no formalizan los contratos es, básicamente, porque no quieren; generar un régimen de precarización del trabajo como «gancho» para la formalización es disparar al pie, es hacer que los contratos que se celebrarían de todas formas se realicen con peores condiciones para los trabajadores.

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