Cataluña: ¿independiente pero intervenida? [D=a=]

Vaya días. Hay momentos en que no se entiende lo que ocurre, que falta información de lo que está pasando y que nadie está dispuesto a darla. Así tenemos lo del jueves, unos dimes y diretes por todos lados. Una convocatoria de rueda de prensa del presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, se avisaba como el final del problema: disolución de la cámara catalana y convocatoria de elecciones. Se daba por hecho, los socios del PDeCAT, ERC, ya tachaban de traidor a Puigdemont (Rufián, diputado en el congreso, hablaba de 155 monedas de plata). Algo pasó, no consiguió lo que quería (que el PP, entre otras cosas, bajara la intensidad y quitara las medidas suspensivas de la autonomía; el PSOE estaba presionando para que el «155» fuera condicional); la rueda de prensa iba retrasándose. El Senado continuaba con el debate de las medidas pedidas para que el gobierno de la nación se hiciera con Cataluña. [Continúe leyendo en De Igual a Igual]

Sanciones en el Congreso: Unas de cal y otras de arena

Gustavo Espinoza Soto1 suspendido por 120 días2, José Anaya suspendido por 120 día3 y aprobada la acusación constitucional contra él4 y Margarita Sucari, de suspensión leve gracias a extrañas defensas, ha visto cómo un Congreso un tanto vacío5 era incapaz de aprobar la acusación constitucional6… Unas de cal y otras de arena en la tarea un tanto endogámica de enjuiciarse los unos a los otros para o aprobar sanciones internas o permitir que el poder judicial analice si la «falta» es más bien constitutiva de delito, y las consecuencias derivadas de ello.

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