¿Comprar vacaciones y horas libres a los policías?

A veces, o no entendemos o no queremos entender. Es curioso que el candidato que llevaba la bandera de las 8 horas y el trabajo digno (vale, en teoría llevaba esa bandera) permita que la ministra del Interior, Pilar Mazzetti (ex ministra de Salud) proponga sandeces como la compra de vacaciones a nuestros cansados policíasTambién en El Comercio.
En el Derecho Laboral hay un tema importante, que es la protección de la parte débil (el trabajador) de la parte capaz de imponer sus condiciones (y que tiene el poder disciplinario, de organización y un largo etcétera), para ello, entre las condiciones del contrato, hay una serie que están puestas por la ley, ya sea de forma fija o como un mínimo (dejando a la negociación colectiva o individual el posible aumento de la misma), teniendo temas como las vacaciones una especial protección y regulación (lo vemos con los feriados).

¿Por qué? Sencillo, el descanso es necesario. Y ante la necesidad económica y el miedo al despido (como la posibilidad desde el inicio de que sea una causa de no contratación) las vacaciones perderían su propia existencia si se dejaran a manos de la decisión del empresario el cumplirlas o pagarlas sin que se cumplan, lo mismo con los días de descanso y demás detalles (como la jornada máxima laboral). En Francia, hace no mucho, perdieron la guerra de las 36 horas semanales con la introducción de la posibilidad que por acuerdo de las partes se pongan hasta 48 horas semanales de trabajo ¿Qué pasa en la práctica? Toda empresa fuerte impondrá una jornada mayor a las 36 horas a sus trabajadores.

Si necesitamos más policías, que se entrenen y se saquen a la calle. Si necesitan estar mejor pagados para que no tengan que volverse secuestradores, corruptos o delincuentes en cualquiera de sus formas (una verdadera lacra entre nuestras fuerzas de seguridad) para llegar a fin de mes, que se haga. Pero estos "medio apaños" de "con lo que tenemos, les hacemos trabajar más tiempo y así solucionamos el problema" son parches inaceptables desde cualquier punto de vista que pueden redundar en un perjucio global (policías más hartos y cansados, que no es lo mismo tener vacaciones largas que unas cortitas y que hay trabajos que cansan antes que otros)…

Es un poco como el tema de los Serenazgo ¡¡vaya reemplazo más malo para las fuerzas policiales municipales!! Todo por el ahorro de cuatro duros y tener seudopolicías peor preparados (que ya es todo un logro en un Perú con policías de tres al cuarto). No son soluciones a un problema, son parches de dudosa eficiencia.

Y todo ello dentro de un gobierno aprista que brillará por la ausencia de contenido social y avances en el mundo laboral, con medidas como esta se abre la típica caja de Pandora en flexibilizaciones mal justificadas.

Ello me recuerda, a ver cuando el Estado pone en orden a los trabajadores de su administración y reconoce la informalidad que sufre, con tantos contratos de arrendamientos de servicio que en realidad son contratos laborales sin los beneficios sociales que debiera corresponderles (rayos, hay departamentos enteros en que ninguno tiene Seguridad Social o vacaciones ni nada porque todos son "prestadores de servicios externos", aunque lleven ahí años trabajando en exclusiva con todas las notas para considerarlo, jurídicamente, una relación laboral de manual).

Alan García, lleva poco tiempo en el gobierno y ya se perfila como un incumplidor de cuanta promesa hiciera con tintes de izquierda, por forma directa o indirecta, da lo mismo. Y aún hay gente que ve en la jugada de los ministros una neutralización de la derecha… Aish.

Pena de Muerte en Perú para los violadores, un paso que no debemos dar.

Es curioso que en los tiempos que corren, con las banderas de la Democracia y los Derechos Humanos como estandartes propios se siga debatiendo las bondades de la pena de muerte. Es curioso, pero patético (una cosa no quita a la otra). Recuerdo más o menos bien las clases de Derecho Penal I y la breve pero intensa discución que generó los fines de las penas, por supuesto, hay quienes creen que sólo es el castigo y la intimidación lo que deben buscar (en este contexto, la pena de muerte podría cuadrar) otros tantos ven más fines en la misma, entre los que destacan temas como la reinserción social (difícil, pero toca buscarla).

Desde la víctima

El tema es peliagudo, ¿Por qué la sociedad debiera soportar a esas lacras que resultan violadores y demás? se preguntan muchos y cometen el mayor de los errores, ponerse en la mente de la víctima para pedir el castigo. Es lógico que una víctima pida el mayor castigo posible para con el agresor, no sirve de nada y no es aceptable, pero es completamente normal que la ira haga decir o pensar con el hígado. Pero el Estado no es ni puede ser nuestro sicario personal, nuestro vengador anónimo y pagado por todos. Hay quienes piden pena de muerte para ladrones y corruptos, sus argumentos sólo están llenos de venganza y hace tiempo que decidimos, por el bien de todos, dejar la venganza en sentido estricto para entrar en un sistema penal que, aunque aún le falta mucho para ser siquiera bueno, resulta aceptable.

Fuera del argumento "desde la víctima", no hay ningún otro que sustente la pena de muerte ¿Sale caro mantener a un preso? Sí. ¿Y? También lo es mantener la ayuda a los discapacitados. Lo sé, no es lo mismo desde una perspectiva "moral", donde un agresor culpable ha cometido un acto prohibido y repudiable, y el otro ha tenido una muy mala suerte, pero si hablamos en plata el tema se asemeja más de lo que parece. de todas maneras, y para abandonar la tal vez desafortunada comparación, si de cien podemos salvar y que vuelva la sociedad al menos a uno ¿Acaso no ha valido la pena? ¿Por qué hablan tanto de la Libertad, la solidaridad y la sociedad si son incapaces de intentar mejorarla? Antes se exiliaba a los miembros "no aptos" para la sociedad, se les desterraba. Muchos aportaron buenas cosas en otros países, al menos como un ciudadano más. ¿Vamos a regresar a ese sistema? No, peor, los mataremos.

Ilógica interna y disfuncionalidades varias

las violaciones de menores no suelen ser actos planeados, tienen más que ver con distintas patologías y enfermedades que, sin ser exculpatorias, están ahí y no las podemos obviar con tanta facilidad y alegría como para ponerles la pena de muerte. Un asesinato de un niño se pagaría más barato que una violación, siendo el primero posiblemente planeado y el segundo un arrebato (insisto en que no exculpo al violador, ni mucho menos), pudiendo ser el primero un sicario que se dedica a ello y el segundo, posiblemente, un don nadie que realmente no conoce la ley. El primero ha cometido un crimen irreparable, ha costado una vida en el sentido estricto de la palabra y su pena, si se produce esta reforma, será menor que la del segundo (desde el marco legal, no la pena en concreto que luego les corresponda, ese es otro tema).

En realidad, quien viole a un menor, si se produce la reforma, tendrá razones para matarlo, total, ya le cae (en abstracto) la máxima pena posible. Algo que actualmente no pasa. Las penas deben tener armonía interna, estar graduadas, no puedes poner a un hecho despreciable pero que no es el más grave la máxima pena. No es lógico, no es funcional.

¿Por qué lo propone el APRA?

No me cabe muchas dudas. No lo hacen por convencimiento de que así mejorará la situación, ni de lejos. Lo hacen por temas electorales. Es una de las pocas promesas que cumplirán y les saldrá muy barato hacerlo, tendrán el apoyo público y da la impresión de una férrea lucha contra uno de los tipos delictuales más aborrecidos por la sociedad. En otras palabras, se quieren marcar un tanto.

¿Qué nos costará ese tanto? Pertenecer a la CIDH y la vida de los condenados -sean inocentes o no, me da igual-. Es un precio demasiado alto como para resultar mínimamente aceptable. Si tenemos los pros en una mano ("la sociedad se libra de lacras") y los contras en la otra, nos caemos por el peso de la segunda mano. Si ponemos el precio en la segunda mano, también se nos romperá la mano por ese peso. Pero las razones en los "pros" del APRA son otras, son las dichas en el párrafo anterior, ganarán así puntos frente al electorado y para mantenerse en el poder, todo vale. Que se vayan un poquito a la porra de mi parte. Por unos objetivos electoralistas van a realizar una reforma constitucional que nos ocasionará sólo problemas.

Reforma constitucional necesaria

Para poder introducir la Pena Capital para los delitos de violaciones de Menores (¿se dan cuenta que la mayoría de edad de la víctima rebaja inmediatamente la pena en abstracto?) habrá que reformar la constitución (que la contempla sólo para uno de sus extremos) y denunciar un tratado internacional la mar de importante para nosotros. Se me ocurren muchas reformas constitucionales necesarias como para perder el tiempo en una negativa, es como si reformásemos la norma suprema para quitarnos el derecho a voto, para quitar el sistema electoral y reemplazarlo por la nada de la dictadura del primer pringado que tome el poder o, en fin, cualquier metida de pata que se les ocurra.

De hecho, el tema de la inseguridad ciudadana está patente en nuestras tierras, y se tiene que abordar desde muchos puntos distintos, pero no se me ocurre peor forma que un cambio legislativo para aumentar el alcance de la pésima solución que supone la pena capital. Las reformas que conducen a claras reducciones de derechos en pro de la seguridad o de castigar al culpable no sirven de nada. Y su precio, ya mencionado, es demasiado alto.

Consideraciones finales

No he entrado en desmenuzar argumentos a favor y en contra porque más abajo enlazo unos artículos que lo hacen bastante bien, sólo he dejado unos apuntes sobre la pena de Muerte y el APRA como impulsor de la propuesta.

Estoy totalmente en contra de la pena de muerte y me parece despreciable la utilización de un hecho como la violación de un menor para armar todo este revuelo y aprovecharlo con fines electoralistas, es de verdaderos canallas. Hace poco los medios aplaudieron a un perro por matar a una persona (como si la propiedad privada fuera más importante que la vida de una persona, nos ha jodido mayo con las flores), así que, enraigada una cultura de linchamientos públicos, no me extraña el favor popular ante una medida como la de quitar la vida a otra persona.

El Estado no puede tener el poder de ejecutar, es un mal comienzo el darle carta blanca para que pueda matar sin que la situación sea extrema o sin que medie necesidad (la persona ya está apresada, no es que nos encontremos en un tiroteo o salvando otra vida con un claro conflicto de intereses en que la muerte del agresor es el menor mal). Y cuando veamos que este tipo de crímenes no disminuyen ¿Cómo fundamentar todo el coste de implantar esta pena? Lo que es peor, cuando ejecutemos al primer inocente ¿Cómo justificarán dicha infamia?

Recomendaciones varias

A todo esto, he leído tres artículos muy interesantes sobre la pena de muerte que paso a recomendárselos, uno que aporta las opiniones tanto de Aurelio Pastor (coordinador de la Comisión constitucional) como de Walter Vásquez (presidente del Poder Judicial), uno que está a favor de hacer lo necesario para poder implantar la pena de muerte para las violaciones (en este caso, sería hacer una observación o denunciar la CIDH) y el otro recuerda el mayor peligro de la pena de muerte, que el Estado mate a un inocente por error. Así lo recoge el unañero Ocram, desde el Útero de Marita, en una entrada titulada "Contra la pena de Muerte" e ilustrada con uno de mis cuadros favoritos (Los fusilamiento del tres de Mayo del más que genial Goya).

Por otro lado, para recordarnos el tema internacional del asunto y algunos de los contras de la Pena Capital tenemos un buen artículo de José Alejandro Godoy en Desde el Tercer Piso, titulado "Una aberración jurídica en marcha". Es bueno recordar lo que significa la CIDH, es un seguro para todos los peruanos, es un seguro de vivir bajo la tutela de unos derechos que son para todos. Y renunciar a ella es regresar a las peores etapas del Perú, por la simple inseguridad que acarrean y la posibilidad para que los que ostentan el poder se pasen tres pueblos y medio.

Por último, un gran artículo firmado por Evaristo Pentierra en Perú Político nos trae a colación los argumentos a favor de la pena de muerte, los contrarios a la misma y unas consideraciones finales que, sin lugar a dudas, favorecen las medidas por la vida de las personas en un artículo titulado "Debatiendo sobre la pena de muerte". Esto es, se muestran contrarios a la pena de muerte tanto por razones de eficiencia (no es más efectiva que el resto de penas), como de seguridad jurídica (ante un error judicial, una ejecución es simplemente irreversible) y, de paso, nos recuerda el absurdo de la pena de muerte al ser una suerte de ley del talión ("aumentada", por cierto); pero nos recuerda una carencia en Perú, nuestro sistema penitenciario es incapaz de ayudar en la reinserción de los criminales a la vida social, y por ahí debieran comenzar las reformas.

Quechua en el Congreso: un pequeño paso para un idioma olvidado por el Estado.

Una de las lenguas oficiales del Estado es el Quechua (en las zonas en que predomine, junto con el aimara y otras lenguas locales según lo que marque la ley), no cabe duda que tenemos una gran población quechuahablante y algunos congresistas se niegan a hablar en castellano. En el Congreso, en un acto de sentido común no demasiado habitual, tras una discusión, decidieron que usarían traductores en las sesiones del mismo. A fin de cuentas, un reconocimiento de la multiculturalidad que es el entramado llamado Perú.
Hilaria Supa Huamán (del UPP, elegida en Cusco, que juró en quechua tras un rifi y rafe en que no quiso jurar en castellano) se negó a hablar en castellano (que, dicen, no lo habla demasiado bien) y se dirigió a los ilustres compañeros en quechua, idioma que la mayoría de congresistas no conocen.

A discutir, que para eso se les paga

Como no entendieron ni papa se inició un debate, sobre si se podía hablar en quechua en el congreso, de si no se podía, de si el Quechua sólo se puede hablar en las zonas donde predomine (los Andes, básicamente), que si todo en castellano porque para algo todos lo conocemos (por supuesto, la líder de la postura castellanista fue Martha Hildebrandt, lingüista tocanarices).

Por otro lado, desde el UPP se aprovechaba este hecho para hablar de discriminación cultural y todo eso, con lo cual, su postura se sostenía en la discriminación que, efectivamente, sufre el quechua desde la administración central. Cosa que queda fatal si son los congresistas quienes la promueven, una cosa es "dejar el idioma olvidado" y otra muy distinta oponerse a su uso en la casa de todos.

Al final, como ya adelanté en el párrafo uno, se decidió usar un traductor de quechua al castellano (¿También traducirás las intervenciones en castellano al quechua? Porque la nota no lo deja claro la verdad), así pues, quienes quieran expresarse en quechua podrán hacerlo sin que signifique una limitación en la comunicación de los congresistas. Espero que esta decisión también la tomen con los aimarahablantes…

Consideraciones varias

El argumento de "el quechua sólo en las zonas en que predomine" no se debería esgrimir en el Congreso del Estado, a fin de cuentas, ahí todos están representando a una parte del Perú y a todo a la vez (recordemos que la circunscripción electoral es múltiple), si una congresista es parte de una zona de predominio quechuahablante, es correcto y adecuado (por no decir que lógico) que hable en representación de los suyos en su propio idioma, que por algo lo tiene.

Entiéndanlo de esta forma, en el Congreso no se puede argumentar que el idioma predominante es el castellano por estar en Lima, es sólo una anécdota la localización del recinto donde los representantes de la nación se reúnen, cada uno lleva el trozo de tierra que representa, así que no vale con decir "acá en castellano", el quechua es tan de todos como el español, así que no le den vueltas a las cosas. Un traductor soluciona el problema.

El día en que dejemos de lado el hispanocentrismo daremos un paso adelante en el reconocimiento pluricultural del Estado, de nuestra población, y un paso en la integración (que no asimilación) de todos los peruanos sin necesidad de obligarles a abandonar lo que son o lo que tienen para una idea única de lo culturalmente mejor, que es lo que predomina, somos un país que tiende a convertir a sus miembros en alienados sin alma ni espíritu, y que olvida los otros idiomas en perjuicio de las poblaciones que hablan dicho idioma, desde la educación hasta el trato con la administración central.

Entonces… sí es verdad…

Una de las peores pesadillas de casi cualquier peruano (o mejor, de la mitad como poco de los peruanos) era ver a Alan García Pérez ejerciendo de presidente otra vez. Así pues, en el 2001 para evitar la pesadilla se votó por el inútil y nada carismático Toledo, marca de continuismo en lo económico, pero al menos 5 años para ver si aparecía un Chapulín Colorado dispuesto a salvarnos.
Pero no fue así, llegó una pesadilla aún más grande, y tres pesos pesados de lo más indeseables se peleaban por el poder del Universo, digo, del Perú. Tres males ahí, luchando por un puñado de votos, luchando por controlar alguna zona de este País que ya lleva un buen puñado de años desde que, un día como hoy, lo declararon independiente. Pero aún no sabemos hacerlo. Saltamos de la sartén al fuego, y tan contentos oiga. Y cuando se tercia, viene algún golpista para devolvernos a la sartén, donde hay un mango de dónde agarrarnos.

Pero una pesadilla futura levantó el veto del voto sobre una pesadilla pasada, y la demografía, una vez concentrados los votos en un objetivo único, hizo el resto, la superpoblada Lima con el norte costeño peruano decidieron que viviésemos ese sueño negativo de antes, antes del futurible negro futuro que nos esperaba con un proyecto de dictadorcillo de tres al cuarto, que ríase usted de los anteriores golpistas.

Ahora la segunda bancada más amplia controlará el ejecutivo, la gente de la estrella, aquellos que fundaron una irreal alianza latinoamericana con el bello gesto de pasar, de manos a manos entre universitarios en el gran México, una bandera roja con un mundo bordado en amarillo (¿O era sólo América? ¡qué mala es mi memoria!), el APRA, comandado por Alan García (el que fuera un nefasto presidente en el último lustro de los años ochenta), volverá a gobernar nuestro país, y no, no es una pesadilla.

Hoy veremos a Alan García jurar el cargo, después del circo montado por los congresistas, supongo que la juramentación de García no será menos, espero que suelten a los leones y haya crucifixiones y esas cosas que tanto animaron a los romanos durante un buen puñado de años. Lo necesitaremos. Con una política en el limbo entre llorar y reír de pánico, poco más nos queda que entretenernos con nuestros llamados otorongos (pobre buen animal, caerle el sanbenito que le ha caído), montar una buena, como consuelo de tontos. Otra cosa, difícil.

El continuismo de García durante los primeros años (como poco) es patente, con algunos miembros ¿ilustres? de la Derecha peruana, unos dicen que se ha derechizado, otros que es una estrategia para neutralizar a la derecha, él se autocalifica del palo de Bachelet y Lula, si al menos fuera verdad lo que dice, si al menos pudiésemos confiar en un sujeto como él. Pero no podemos. No quiere que le tumben al primer gabinete así que ha apostado sobre seguro, con una configuración que no será tachada. Y que su actuar, como poco, será más de lo mismo.

Entonces… sí es verdad… Hoy lo veremos. García nos volverá a gobernar, con dos huevos que se presentó dos veces hasta volver a alcanzar la presidencia. A veces se dice que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen. También se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Un poco de todo es el caso del peruano. No. No. Sobre todo lo de tropezar con la misma piedra, el peruano es (somos) expertos en eso, con máster incluido. Una y otra vez caemos en lo mismo, por las razones que sean, sin merecimiento alguno más allá de nuestra propia terquedad.

Hoy, día de la declaración de independencia del Perú, día de júbilo nacional (entre otras cosas porque es feriado), toca asistir a uno de los momentos más patéticos de nuestra historia reciente, culpa de todos, para regocijo de algunos. Manda narices.

Pues eso, feliz día del aniversario de la declaración de Independencia. O algo así.

Transfuguismos

Palabra maldita, signo de traidores, estigma sobre la frente del político que le acompañará toda la vida, sospecha de corrupción. ¿Si? Bueno, no siempre. Tampoco deberíamos intentar limitarlo, no de forma legal, no con estúpidos juramentos "contra los traidores", ayer el Congreso fue una fiesta de cómo no se debe jurar o prometer un cargo como el de representante de la nación, hasta por Haya juran los condenados (y lo de poner un crucifijo y una biblia de por medio también sobra).
En fin, este mensaje es para apoyar la existencia o pervivencia del transfuguismo, sea lo que sea este pecado capital de la nueva religión política. Salvo en los casos de corrupción (compra de diputados) no veo por qué caracho el partido pueda o deba limitar al congresista, por un lado, hay que recordar que los mismos no están sometidos a mandato alguno, ni por lo prometido a sus electores ni por el partido que les sirvió de plataforma.

También hay que recordar que en Perú tenemos el voto preferente, así que el vínculo directo entre el elector y el elegido (todos sabemos que no siempre sale el primero en la lista) es algo más alto que entre el elector y el partido (máxime en un país en que los partidos duran un suspiro -salvo honrosas excepciones en cuanto a funcionamiento de partido- y los personajes saltan de agrupacion en agrupación y tiro porque me toca). Falta cultura de partido, pero esa no se consigue "impidiendo" el transfuguismo.

Si un partido incumple lo prometido o se desmarca claramente de la ideología del partido: ¿No está el político responsable -estimando que alguno profesional exista con esas características- en la obligación de contradecir ese partido o salir del mismo por respeto al electorado que le otorgó su confianza? ¿Si el partido vota en contra de lo que él considera que debe defender, no está facultado para no obedecer la disciplina de partido? Me imagino una situación como la del APRA cuando se juntó con los odriístas, todos los apristas de pro debieron salir corriendo de esa agrupación, lo hicieron unos cuantos (APRA-Rebelde nació) pero no los suficientes para impedir uno de los matrimonios más raros que el Perú ha visto en años.

Hay que considerar, también, que el transfuguismo es parte de la política, en tanto que los políticos no estén sujetos a mandato, nadie puede obligarles a permanecer con unas ideas concretas, o mantener simpatías con un partido, por más que se haya valido del mismo para llegar al poder. Intentar neutralizar, a priori, al tránsfuga, no es más que acallar a todos los votantes del mismo. Nadie tacharía de traidores a los miembros de UPP y PNP si al final se separan (alianza, por lo demás, electoralista y rara donde las haya), el tránsfuga es lo mismo pero a nivel individual.

Está claro que no hablo del tránsfuga de pago, de esos que venden sus votos (benditos vladivídeos que nos mostraron transacciones de lo más curiosas), de esos que sí traicionan todo lo traicionable por el poderoso caballero, siendo un gran ejemplo de cómo en vez de políticos abundan los mercenarios, de por qué nuestro sistema va tan mal, y de cómo la venta de posiciones en las listas para el congreso es uno de los más grandes errores de los actuales partidos (y cuasipartidos) que nos gastamos. Todo por el amante y amado que tienen, capaz de hacer que se humillen.

El caso de moda en el actual Perú es el de Torres Caro (por el que se montó el primer circo oficial de nuestro nuevo Congreso), antes fueron, sobre todo, los de Perú Posible (comenzaron muchos y terminaron pocos), en cada uno vemos perfiles distintos, y no seré yo quien defienda a Torres Caro (sobre todo porque lo considero un personaje que apaña su ideología al poder, a donde saque más tajada él se arrimará, se ve en su defensa -antes- por el fujimorismo). Y los casos del PP son singulares. ¿Alguien sin meter la pata podría decir el programa e ideología del PP? Y después de eso pasar revista sobre todos sus congresistas electos hace unos años para ver quienes responden a las mismas y quienes no. Porque vaya popurrí de partido.

Lo que digo, lo que defiendo, es que el transfuguismo no puede ni debe ser penado a priori, que es lo que se pretende (dejando sin voz -a efectos prácticos- a los tránsfugas), por el simple hecho de que no podemos sujetar o amarrar a las personas a un partido (caeríamos en una violación de la libertad política de la que debiera gozar el político electo, o cualquier ciudadano, es como prohibir a una persona dejar de militar en un partido, o penalizar con cinco años de no-militancia en ninguno el salir de una agrupación), ni dar carta blanca a los dirigentes de los partidos (que basándose en la disciplina de partido para acusar de tránsfuga al que no quiera votar como el resto del partido, ejercieran un verdadero mandato dentro del Congreso), máxime cuando los mismos aún tienen poca legitimidad desde sus bases (las elecciones internas son poco menos que un rito mal realizado, pero tiempo al tiempo, a ver si mejoran).

El día en que los congresistas sólo sean una tarjeta por marcar, simplifiquemos las cosas y sólo cojamos a un representante por partido (que pueda tener muchos asesores para los distintos temas de trabajo) y que su voto valga en el congreso el porcentaje de votos que obtuvo en las urnas. Es la única forma que se me ocurre para evitar el transfuguismo sin destruir las libertades y el sistema político-electoral existente (claro, porque lo cambiaríamos).

En fin, es un tema que mosquea sobre todo a los políticos (los jefes de los partidos ven que su poder cae en uno, dos o cinco escaños -depende del caso :P-, mientras que los chupamedias y lameculos ven menos posibilidades de ganar poder si su formación la pierde, pero no desperdician la oportunidad para el soboneo con sus "superiores" siendo más papistas que el papa en estos temas) que luego venden la moto en los medios y por lo cual, al final, todos hablan de traidores cuando, puede darse el caso, quienes traicionan al electorado son todos los demás del partido (esto sí que lo hemos visto muchas veces, prometen una cosa y hacen la contraria ¿no señor Alberto Fujimori?).

Perspectivas sobre el nuevo gobierno del APRA.

Será continuista, a primera vista, teniendo en cuenta el nombramiento anunciado de Luis Carranza Ugarte como Ministro de Economía (quien fuera viceministro de Hacienda bajo el ministerio dirigido por Pedro Pablo Kuczynski, durante el gobierno de Toledo), apoyado por el Confiep. Como siempre, las reacciones son de todo tipo, aunque en el fondo todos coinciden en que será continuista (en una breve nota, Ernesto dice adiós al cambio). Será incumplidor, esto no es raro en un partido que dice en cada sitio lo adecuado para ganar el respaldo del respetable, pero es negativo en tanto que nunca veremos una línea segura del camino aprista para la consecución de esos objetivos que se planteó.
Es (y será) incumplidor de su propia palabra, cuando acusaba a Toledo de apresurar mucho el tema del TLC y daba una perspectiva distinta a su aprobación, mencionando sin cesar que correspondería al próximo Congreso del Perú (ya electo o antes de que se produjeran las elecciones) el aprobar el TLC (con los cambios que ellos decían querer, pero que todos sabemos que eran imposibles), se apuntó sin problemas a la maratón para aprobar el TLC. Por lo bajo, como le gusta hacer las cosas.

Por otro lado, el primer ministro no será un "externo al APRA", todo parece indicar que ningún "externo" que suene bien en la dirección de los ministros acepta el cargo, por las razones que sean (acá podemos ver dos interesantes apuntes, uno de Ocram y otro de José Alejandro Godoy), así que tocará a Jorge del Castillo (mundialmente conocido por los chistes sobre Jorgito) el premirato del Perú. ¿Es una buena idea? ¿Deberían seguir buscando un externo aunque sea pura fachada sólo para cumplir una promesa electoral? Miren que hay promesas difíciles de cumplir (la mayoría) y otras fáciles, esta debiera estar en esa categoría, y parece que se cae solita…

Pero una de las grandes pegas del APRA fue, y es, su corrupción interna, los puestos de trabajo para la gente del partido eran demasiado descarados. Jorge del Castillo anunció que expulsarán del partido a un militante que ya estaba vendiendo puestos de trabajo (por 150 dólares). ¿Es el comienzo del fin del cáncer que sufre el APRA? ¿Será lo único positivo de un APRA que siempre ha sufrido esta dolencia, el librarse de ella?

Si hasta denunciarán a la fiscalía a su (ex)militante, que nunca ha mandado, y que se aprovecha de dicha militancia para ¿estafar? a la gente… O… o… o… ¿O todo esto no es más que la piconería de los militantes que sí pueden vender puestos de trabajo? Lo que sí está claro que cualquier lucha contra la corrupción será bienvenida, y que si el APRA consigue parar su propia corrupción interna, para ellos, habrá valido la pena los 5 años de gobierno y habrá lavado la cara en este aspecto (que ya es bastante).

Aunque claro, para algunos el tema del Ministro Carranza no es más que una jugada  (artículo recomendado por Ocram) de Alan para mantener cerca a la derecha (al "enemigo") y poder neutralizarla como oposición. No. Lo dudo mucho. La derecha será lo que quieran, pero ingenua no es. No tienen todo lo que tienen (esos mandatarios, esos empresarios, esas asociaciones de los que defienden un modelo económico determinado) chupándose el dedo. ¿Desde cuando la Derecha es inocente? Con un Ministerio en su poder controlarán más de lo deseable, mientras mantengan los números como a ellos les gusta no habrá fricciones, pero esto significa aparcar los programas sociales. Si García pasa por encima del Ministro de Economía para dichas reformas sociales, dudo mucho que la respuesta de la derecha sea "tranqui, aún tenemos el ministerio", las denuncias "desde dentro del gobierno" serán atroces (tanto en dureza como en contenido). No veo inteligencia en este movimiento más allá de "mantener lo que hay e intentar pequeñas victorias", que siempre serán insuficientes, aún menores a las conseguidas por otros socialdemócratas en otros países "similares" al nuestro (bien entrecomillado).

Ya me imagino a los de UN partiéndose la caja pensando "¿Y este pata cree que así nos neutraliza?". García no es iluso, así que dudo que piense como Aldo Mariátegui. Lo que quiere es quitarse el lastre de su anterior gobierno con un par de años de calma y estabilidad económica, exactamente igual que la Toledista (pero con alguien en el gobierno con carisma y verborrea de la buena -otra cosa no hará, pero García sabe hablar-). Luego, tal vez, intente algo de su programa. Eso sí, puede ser que mientras tanto hagan reformas sociales que no cuesten dinero (como Rodríguez Zapatero en España).

En fin, veremos cómo se desarrolla el primer año, o los primeros días, para ver qué tan continuista es, para ver si sacan más leyes compensatorias y si estas van, básicamente, para el norte azucarero (esos que todos son amigos del APRA, por cierto), veremos muchas cosas, será interesante (hay que ver el lado positivo de la situación negativa).

Golpes de Estado exitosos y líderes «autoproclamados» en Perú… Un brevísimo repaso.

Hay algunas búsquedas con las que entran a esta Bitácora que me dan ideas para escribir algunas entradas, esta vez alguien buscaba (posiblemente para hacer un trabajo/tarea) un resumen de todos los golpes de Estado en Perú (en concreto un compatriota entró con la búsqueda "golpes de Estado en resumen de Perú hasta la actualidad"), y ya que estamos cerca a nuestro aniversario independentista (dícese de la declaración de independencia), me parece una buena excusa para hacer un resumen de los golpes exitosos en Perú.
Porque son muchos, tanto líderes autoproclamados como golpes de Estado (y autogolpes, marca registrada peruana), los que han llevado la batuta de nuestro país, donde casi siempre han gobernado para sí, y cuando no pasaba esto, han metido la pata hasta el fondo. Nuestra historia republicana (de 1821 para adelante, siendo generosos) es un despropósito de ingobernabilidad, de rateros y de asesinos varios, que, a fin de cuentas, nos han ido hundiendo en la miseria a gran parte de la población de nuestro país.

Nadie Sabe para quién trabaja

En fin, supongo que como primer líder autopoclamado habría que mencionar a José de San Martín, cuyo cargo fue designado por el Ejército Libertador (que él comandaba). Nuestro libertador (quien proclamara el discurso de independencia del Perú), nacido en Misiones (Argentina), tuvo el cargo de Protector (entre agosto del 1821 a septiembre de 1822). En este caso hay que entender que éramos una colonia Española, no se pueden plantear elecciones "independentistas" en un entorno tan hostil como lo era el Imperio Español a las reivindicaciones independentistas de sus colonias.

Entramos en un breve periodo de inestabilidad, tras un golpe de Estado el Congreso designa Presidente del Perú a José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, la primera persona en asumir el cargo de Presidente del Perú (con todas sus letras, sus antecesores tuvieron títulos como el de Protector, Supremo Delegado, Presidente del Consejo de Gobierno). Presidente entre el 28 de Febrero de 1823 al 23 de Junio de 1823 (sí, duró más bien poco). Depuesto por Antonio José Sucre (que durante algo menos que un mes hizo de Presidente, aunque su título, realmente, fue el de Jefe Supremo del Ejército).

José Bernardo de Tagle (marqués de Torre Tagle), por segunda vez asumiría el poder supremo de Perú, designado esta vez por Sucre. Así es, el líder del ejército Peruano decidía quien tenía que ser el líder civil del País, y no al revés como se supone que funcionan las democracias (o países que intentan parecerlo, al menos). No lo cuento como "Golpe de Estado", porque, aunque no lo parezca, estamos en una época pre-independencia. Así pues, el puesto de Bernardo de Tagle era casi "interino", mientras Bolívar se aparecía para hacerse con el poder supremo del Estado (fue designado por el Congreso del Perú en 1824, todo sea dicho), quien designaría a los Gobernantes del país (con distintos títulos, siempre por debajo de él mismo).

En 1829 llega nuestro primer Jefe Supremo tras un Golpe de Estado Militar en toda regla. Antonio Gutiérrez de la Fuente (militar) gobernó el Perú durante un breve mes, aunque luego sería el segundo al mando del (primer) gobierno (también llegado por el Golpe) de Agustín Gamarra. Este militar cusqueño soñaba con la anexión de Bolivia al Perú (no con un Estado Federal, como salía en los planes bolivianos). Es una época de luchas entre caudillos y militares por el control del país. Sí, igualito que ahora, 180 años no han cambiado mucho las cosas en nuestro desangrado país.

Parecía que la democracia volvería a Perú, unas elecciones, un congreso, y un "presidente provisorio" (Luis José Orbegoso) durante el periodo de diciembre de 1833 a febrero del 35. Pero en ese tiempo nos dimos el lujo de tener a otro presidente (en paralelo, durante algo menos de un mes en 1834), cuyo título fue el de Jefe Supremo Provisorio, y respondía al nombre de Pedro Pablo Bermúdez (militar). Un Golpe de Estado reconocido sólo en algunas ciudades peruanas, apoyado por Agustín Gamarra, se enfrentó al gobierno de Luis José Orbegoso y, por suerte, fracasó.

Pero el débil gobierno de Luis José Orbegoso no resistió un segundo golpe de Estado, comandado por Felipe Santiago Salaverry, General con tan sólo 28 años (título ganado en 1833). Este sujeto que combatió  contra Bermúdez al lado del gobierno legítimo del Perú, pero, en algún momento se le cruzaron los cables y se fue para Trujillo, donde se sublevó.

Confederación y tal

Bermúdez mantiene el control del Sur del país y se enfrenta contra Salaverry, es apoyado por el presidente de Bolivia, Andrés de Santa Cruz, con la condición que LJ de Orbegoso permita la consecución del sueño de Santa Cruz (la que fuera Confederación Peruano Boliviana). Santa Cruz se hace con el poder en la declarada (por él mismo) Confederación Perú-Boliviana. Luis José de Orbegoso se quedaría con la presidencia del Estado Nor-Peruano (siendo sucedido por José de la Riva Agüero), mientras que en el Estado Sud-Peruano gobernarían Ramón Herrera y, en el ocaso de dicho efímero Estado, Pío Tristán.

Restauración Republicana en Perú

Se inicia una guerra civil, encabezada por Gamarra (sí, ese militar ya mentado) y con apoyo chileno. Ya que es un levantamiento contra el gobierno ¿lo consideramos Golpe de Estado? En fin, que el Congreso, una vez depuesto Santa Cruz, nombra a Gamarra como Presidente Constitucional. Es 1838 y Gamarra mata la Confederación, para iniciar una guerra de conquista y anexión sobre Bolivia. Gamarra durante la Batalla de Ingavi (18 de Noviembre de 1841) muere en combate. La muerte del líder peruano y el fracaso del ejército peruano en dicha batalla desencadena la victoria Boliviana, que consolida de esta forma su Estado y soberanía nacional.

Inestabilidad total en el mando del Perú

Juan Crisístomo Torrico, militar (para no variar), el 16 de Agosto de 1842 realizó un Golpe de Estado contra Manuel Menéndez, sucesor en la dirección del Perú tras la muerte en 1841 de Gamarra. Como dato "curioso", este militar era de los adeptos a Gamarra, pero el poder puede más que el seguidismo en este tipo de casos y se levantó contra el delegado en el cargo por Gamarra. Poco después de asumir el cargo, un 17 de Octubre de ese mismo 1842, Juan Francisco de Vidal realizó un golpe de Estado. Juan Crisístomo Torrico se exilió en Bolivia desde donde "conspiró" contra Vidal y, luego, contra Manuel Ignacio de Vivanco. Luego ejercería de Ministro de Hacienda (cuando mandaba Ramón Castilla) y embajador en Francia (hasta su muerte). Francisco de Vidal gobernó entre Junio de 1842 y marzo del 43.

El militar Manuel Ignacio Vivanco realizaría un golpe de Estado en abril de 1843 echando del gobierno a Justo Figuerola Estrada (sucesor de Francisco de Vidal), quien fuera también uno de los colaboradores de Gamarra contra la Confederación. Ya había intentado hacerse con el mando de Perú en 1841, al sublevarse contra Gamarra (y fracasar). Apoyó a Francisco de Vidal quien le otorgó el grado de General. Bueno, a lo que íbamos, tras su golpe de Estado se autoproclamó, sin ruborizarse ni un poquito, "Supremo Director de la República".

El militar moqueguano Domingo Nieto no estaba demasiado de acuerdo con Vivanco, así que como todo buen militar peruano de la época, cometió un golpe militar (en septiembre de 1843) y se hizo con el poder (bajo el título, menos pomposo, de Presidente de la Junta de Gobierno). Murió en febrero del 44 siendo sucedido por un breve periodo por Ramón Castilla. Mientras tanto, Domingo Elías acometía un golpe de Estado en el norte del País el 17 de Junio de 1844 (en paralelo con el gobierno de Ramón Castilla, una de esas guerras civiles intestinas en el Perú). Su gobierno termina algo menos de un mes después de comenzar. Manuel Menéndez asume por segunda vez el mando del país (por un día entero). Una serie de presidentes se suceden (dos más transitorios y dos elegidos de forma no violenta).

Se acabó la calma

El Mariscal Ramón Castilla, quien fuera presidente sucesor (autoproclamado) del golpista Domingo Nieto, también presidente electo entre el 20 de Abril de 1845 al 20 de Abril de 1851, decide que su sucesor electo, José Rufino Echenique, no debía continuar en el cargo y lo echa tras un golpe de Estado en enero de 1855 (encabezando una revolución de liberales). Una insurrección acaba con su gobierno en 1857 (en 1856 Manuel Ignacio de Vivanco se sublevó, pero fracasó ante el gobierno). Ramón Castilla vuelve al poder en octubre de 1858… En realidad, el periodo fue un popurrí de guerras civiles, insurrecciones y levantamientos. Un caos.

En noviembre de 1865, tras un breve periodo de tiempo de sucesiones legales, Mariano Ignacio Prado llegó al poder tras un golpe de Estado contra Juan Antonio Pezet, proclamándose como dictador. Tras dos meses de gobierno dejó el mando del país al militar Pedro Diez Canseco para poder presentarse a las elecciones (fue elegido, por cierto). Diez Canseco da un golpe de Estado y se proclama Presidente Provisorio durante unos 8 meses.

Durante cuatro días de julio de 1872, Tomás Gutiérrez asumiría la presidencia del Perú tras un golpe de Estado (título de Jefe Supremo). Capturaron al reciente electo Manuel Pardo. El presidente Balta (elegido por el congreso y en ese momento en funciones tras la elección de Manuel Pardo) fue asesinado por orden del hermano de Tomás lo que ocasionó un levantamiento popular contra Tomás Gutiérrez, que terminaron linchándole. Su cuerpo fue colgado en una de las Torres de la Catedral de Lima. Otra vez comienza un periodo de relativa calma tras la vuelta de eso llamado "elecciones" para elegir al mandatario. O sucesiones legales, al menos.

Nos acercamos al S. XX, la guerra con Chile trae Caos.

En 1879 Nicolás Fernández de Piérola Villena aprovecha la ausencia del presidente Mariano Ignacio Prado (y el inicio de la Guerra del Pacífico) y dio un golpe de Estado, proclamándose Jefe Supremo (¡¡Cómo les gusta este cargo!!). La invasión de la capital peruana (Lima) obligó a Piérola a renunciar al cargo de Jefe Supremo, en 1881. En paralelo al gobierno de Piérola durante 1881 existió una Junta de Notables con Presidentes provisionales y todo eso, que continuó su trabajo tras la renuncia del Jefe Supremo.

Andrés Alfredo Cáceres Dorregaray (conocido como Andrés Avelino Cáceres, ya que en aquella época todos los Andrés eran bautizados también con el nombre Avelino, y sus compañeros de la escuela militar le regalaron un reloj en el cual estaba grabado el nombre erróneo, que no fue rectificado) se proclama presidente de Perú en 1883 (de forma efectiva lo fue en el centro del Perú). Es una época en que los distintos mandatarios peruanos eran apresados por la fuerza ocupante, así que de orden y elecciones, más bien poco. Miguel Iglesias Pino de Arce, poco después del cese de Cáceres el 3 de agosto de 1885, se autoproclama presidente, para que poco después el mismo Cáceres (y sus seguidores, claro) consigue la renuncia de Iglesias (que continuaron su sublevación en Arequipa) entrando durante un periodo transitorio Antonio Arenas, quien tenía la labor de convocar elecciones que son ganadas por Cáceres.

Otra vez, época de presidentes elegidos o sucedidos de forma legal. No es que haya estabilidad, pero al menos no llegan al poder a punta de tiro limpio. Una tranquilidad que para esta entrada no resulta demasiado interesante.

Siglo XX, vuelven los golpes

El Jefe del Estado Mayor, Coronel Óscar Raymundo Benavides Larrea, encabezó, el 3 de Febrero de 1914, un golpe de Estado contra el presidente (elegido por el Congreso, del Partido Demócrata) Guillermo Billinghurst (que entre otras cosas, había decretado la jornada de ocho horas para los jornaleros del Muelle y Dársena del Callao, regulado el derecho de Huelga -¡¡reconociéndolo!!- y que, en 1913, había comenzado el plan para construir casas para obreros en Lima y Callao), la oligarquía peruana aplaudió al Coronel. Óscar convocó elecciones (no sin antes un bonito ascenso a General).

Augusto Bernardino Leguía Salcedo volvió al poder, tras un amago de fraude electoral derrocó a Pardo, disolvió el Congreso y asumió el poder provisional del país, todo ello con el apoyo de los militares (esos militares ¡¡cómo nos defienden!!). Convocó a una asamblea constituyente (¿les suena? ¿les suena?). Juró como Presidente Constitucional el 12 de Octubre de 1919 (tres meses después la Constituyente promulgó la Constitución de 1920). No hace falta recordar lo desastroso que fue el gobierno de Leguía en cuanto a los derechos de los ciudadanos, libertades y demás. Fue reelecto como presidente, aunque fue el único candidato (así era difícil no salir elegido). Y en el 29 era otra vez reelegido y ya cansaba.

Vuelven los Militares

El 22 de Agosto de 1930 el Comandante Luis Miguel Sánchez Cerro realiza en Arequipa un pronunciamiento contra Leguía (vamos, él lo encabezó, pero bien respaldado que estaba contra el presidente). El 25 de Agosto Leguía renuncia, le sucede Manuel María Ponce Brousset que dura dos días en el cargo. El Comandante Luis M. Sánchez no está por la labor de mantener gobiernos civiles y corruptos (el de Leguía fue especialmente corrupto y clientelista) y el 27 da un golpe de Estado militar.

Creó un Tribunal de Sanción para juzgar a Leguía y sus amigos, enriquecidos por la corrupción y clientelismo y que habían arruinado al Perú. Este sujeto convoca elecciones, no sin antes establecer el voto obligatorio para todos los mayores de 21 años. Dejó el cargo a la Junta de Gobierno para presentarse a presidente. Oh sorpresa, es elegido. Acusaciones de fraude.

Comienza una época de persecución a la oposición, un atentado contra el presidente (que deja a Sánchez gravemente herido), de la asamblea constituyente echó a los apristas, parte de la marina se subleva. Trujillo es tomada por apristas que son brutalmente reprimidos, siendo ejecutados tras juicios sumarios, que ya tuvieron más tiempo que otros tantos (cientos) de ejecutados de forma ilegal (sin siquiera juicio sumario). Mientras tanto, el Comandante fue ascendido a Coronel, y luego a General (qué bueno es ser presidente, en dos años subes dos escalones militares). Vamos, paz y amor. Un fanático aprista mata al General Sánchez el 30 de Abril de 1933 (poco después de la promulgación de la Constitución del 33, que prohibía participar en las elecciones a los partidos de organización internacional).

Al día siguiente el General Óscar R. Benavides era elegido presidente por el Congreso, con la misión de terminar el mandato de Sánchez. Convoca elecciones (en 1936) y mientras se contaban los votos las anula (una suerte de "cuasi-autogolpe", mantiene su puesto de Presidente aunque había acabado su mandato), a fin de cuentas, ganaba el que tenía el apoyo de los apristas y eso no podía permitirse (continuó con la represión contra los movimientos obreros y el aprista)… Pero esa es una historia que por este barrio no nos concierne. Se vuelven a convocar elecciones en el 39.

El General Manuel Arturo Odría Amoretti realiza un golpe de Estado militar (llamado por él mismo como "Revolución Restauradora") contra el presidente electo José Luis Bustamante y Rivero (desterrado tras el golpe) en 1948, aprovechando la inestabilidad política causada tras la ilegalización del APRA. Por supuesto que un militar como él no sería menos que sus antecesores, se dedicó a perseguir a comunistas, dirigentes obreros, apristas, y demás. Reprimió todo lo que pudo, y algo más. Dejó el cargo para presentarse en las elecciones (1950) en las que fue arrestado y deportado el único contrincante que tenía, el General Ernesto Montagne (apoyado por la Liga Nacional Democrática). Si es que ¡¡¿¿Cómo se le ocurre presentarse a unas elecciones??!! Como si el Perú de entonces fuera libre… Aish.

Lo único rescatable como positivo de esas elecciones (supongo que no hace falta que diga quién las ganó) es que seis años después se convocarían otras, en las que ganaría Manuel Prado y Ugarteche. En las elecciones del 62 ningún candidato obtuvo el preceptivo tercio de los votos necesarios para que el tinglado funcionara correctamente, 10 días antes del final del mandato de Manuel Prado y Ugarteche se produce un Golpe de Estado Militar mediante la cual Ricardo Pérez Godoy se hace con el poder del Estado (una Junta Militar es la que gobierna). Dura un año en el cargo y es sucedido por otro militar. Quien convoca elecciones (anula las anteriores, las del 62, aduciendo un fraude en las mismas…).

Últimos tiempos

El Presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el General Juan Velasco Alvarado, derrocó, mediante Golpe de Estado Militar, al presidente electo Fernando Belaúnde Terry el 3 de Octubre de 1968. Los seguidores de Acción popular fueron reprimidos, entre otros muchos.

Uno de los miembros destacados del gobierno de Velasco, el General Francisco Morales Bermúdez, se sublevó, llevando a cabo un golpe de Estado Militar contra la dictadura el 29 de agosto de 1975, proclamándose como Presidente Constitucional de la República del Perú al día siguiente (manda narices, un presidente constitucional que no ha sido elegido de forma constitucional en un régimen anticonstitucional). Comienza la transición a la democracia.

Dos presidentes seguidos terminaron sus mandatos, no sin problemas (el terrorismo, la corrupción, pobreza extrema, inflación de aúpa, etc.) y en 1990 fue elegido presidente Alberto Kenya Fujimori Fujimori, el 5 de Abril de 1992 se saltó toda separación de poderes y la constitución vigente para llevar a cabo un autogolpe de Estado, con el apoyo de Montesinos y del Ejército. Cerró el Parlamento, echó a todos y convocó una constituyente. Entre el 92 y el 95, el título de Fujimori fue de "Presidente del Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional", esto es, fue un gobierno golpista con todas las letras. En noviembre de 1992 sorteó un intento de golpe por parte del General de División Jaime Salinas Sedó y otro, en octubre del 2000, de Ollanta Humala.

Conclusiones

Es raro que el gobierno de Toledo no haya sufrido un golpe de Estado (exitoso, quiero decir, ya que el Mayor en Retiro Antauro Humala se levantó en el 2005 contra el gobierno), sobre todo por la baja aceptación que tenía, nadie pudo alzarse como caudillo contra un presidente, que aunque nadie quería, tampoco metía mucho la pata (dejaba pasar las cosas y tenía un puntito inútil de populismo).

En fin, esto se ha extendido más de lo deseable, nuestra historia republicana es un sinrazón de guerras por el poder, de reacciones contrarias a los cambios sociales, de persecución, de… de todo lo que no puede catalogarse como "bueno". Ahora podríamos estar hablando de los últimos 25 años como de sucesiones entre presidentes electos, sin verdaderas crisis políticas en plan guerras civiles ("de las de antes") a pesar del conflicto armado (contra el MIR, SL y MRTA), pero no es tan fácil, tuvimos entre medias un presidente que dio un golpe de Estado a su propio gobierno, y que se presentó a las elecciones cuando constitucionalmente no podía (por más Ley de interpretación auténtica que sacara, ese tipo de leyes no pueden sacarse), que ocasionó un pequeño vacío de poder tras la renuncia de Fujimori, recuperando una cierta normalidad política que, esperemos, continúe un buen tiempo (no desde un punto de vista continuista, está claro que necesitamos urgentes cambios sociales y políticos, pero sin abruptos que no han beneficiado nada en todo este tiempo).

Lo malo es que la amenaza militar, o por parte de Militares (estén o no retirados) continúa ahí, la tenemos encima. Es un lastre que será difícil de salvar en un país hundido en la miseria, en la corrupción, en amiguismos y clientelismos y en tradiciones en que eso de democracia no es que suene utópico (no sólo la formal, sino la sustancial), sino que la población (parte de la misma) ve en el autoritarismo la necesaria salida a nuestros problemas, por tanto, ven en la no-existencia del Derecho (entendido como los poderes sometidos al Derecho) un buen método (cuando es el más ineficaz de todos), ojo, y eso no es anarquismo (no se confundan).

Maratón en el Congreso. TLC aprobado.

No pensé que se apurarían tanto, se adelantaron un día de lo acordado (¿para evitar disturbios con las manifestaciones previstas para hoy?), y en una sesión maratónica (por más que Diez Canseco tratara de retrasar la aprobación) se dijo "SÍ" al Acuerdo de Promoción Comercial Perú – Estados Unidos (APC), también conocido como Tratado de Libre Comercio entre los dos países mentados (TLC). Por otro lado, la postura del APRA ha sido mucho más "amable" con el TLC de lo que creía (de lo que había leído, aunque en respuesta a un comentario de Don Evaristo mentaba el hecho de la ambigüedad del APRA).

Sobre la aprobación, dimes y diretes.

En fin, vamos a lo que vamos. En el Congreso (¡¡a las 2 y 33 AM!!), por 79 votos a favor, 14 en contra y 7 abstenciones se votó que sí a la ratificación del TLC, así que el apoyo ha sido verdaderamente mayoritario en la cámara, la derecha peruana y parte de lo que dice ser izquierda han votado a favor de la norma. No he leído en ningún medio quienes votaron a favor y en contra (y he leído unos cuantos, supongo que saldrá en ampliaciones de la noticia) y me pregunto si el APRA votó a favor de la ratificación (por los números, perfectamente pudieron no ir a la sesión la mayoría de los parlamentarios apristas)… De todas formas, si fueran consecuentes con la campaña electoral y las declaraciones previas a las elecciones de primera vuelta, debieron votar que no, o mejor, que todavía no. Si han votado que Sí, habría que preguntarnos: ¿Qué ha pasado con las declaraciones de García contra el TLC actual? ¿Qué ha pasado con ese "vamos a renegociar" que repitió en campaña? ¿Qué ha pasado con ese "Toledo no firmes aún" que decía antes de que se firmara? Mentirosos hasta la tumba, supongo.

Diez Canseco se ha mostrado algo picón (todos sabemos que apoya la campaña de "TLC así NO"), y afirma que llevará la norma de ratificación al Tribunal Constitucional (antes que se votara en contra una propuesta de dicho congresista para llevar a la Comisión de Constitución el TLC, Ántero Flóres-Aráoz, presidente de dicha comisión, recordó que el TLC ya ha pasado por la misma, y que tiene su visto bueno).

El debate, en realidad, ha sido corto (los tiempos para el debate, quiero decir). Se dieron dos horas para que los grupos debatieran, con escaso tiempo para todas las bancadas (por ejemplo, el que más tiempo tenía era Perú Posible -que tiene más parlamentarios que el resto-, con un total de 35 minutos, y los que menos, los no agrupados, 5 minutos, vamos, ni a saludar les daba tiempo). Diez Canseco propuso que se usaran dos días para el debate, igual que se hace con los Presupuestos de la Nación, pero no, le mandaron a la porra con una sonrisa en los labios, todo estaba listo para sentencia, el debate no era necesario. Por lo visto.

Porque esto no es bueno para todos, Compensaciones aprobadas.

Todos sabemos que el gobierno gringo da ayudas a su sector agrario, esto no es ni oculto ni nada (hasta la OMC ha fallado contra EUA por las ayudas que da a productos como el algodón), así que en Perú nos pondremos a hacer lo mismo, se han aprobado cuatro leyes compensatorias para el agro. Para tres productos, el algodón, maíz amarillo duro y trigo, al ser los más amenazados por los producidos en EUA.

El monto de compensación es de 560 millones de soles, para un grupo de congresistas esta cantidad no servirá para nada (por ser demasiado baja), por otro lado, también se cuestiona que sólo se compense a los productores de estos productos (sabemos que el APRA quiere incluir a los azucareros como poco), ya que no se ha tenido en cuenta el impacto del TLC sobre otros productos. Otra de las críticas va en dirección al tiempo en que funcionará el fondo, unos 5 años, mientras que el TLC es "ilimitado" y que en EUA los subsidios son, también, ilimitados (esto es, en 5 años la compensación y equilibrio competitivo se irían a la porra, claro que se puede ampliar el fondo y la vigencia de estas leyes).

Para el ministro de Agricultura, Manuel Manrique, todo está correcto, viento en popa, las compensaciones bien calculadas (sobre el monto que ya no necesitarán pagar sobre el arancel en el país de los gringos), y que no se han incluido otros productos, puesto que en la vigencia inmediata del TLC éstos son los productos afectados (oiga, sea previsorio y ponga normas transitorias a futuro para las compensaciones sobre otros productos, no esperen a que en un futuro tengan que sacar leyes compensatorias sobre esos otros productos).

Lo triste, Trifulcas en el Congreso

Patético, realmente, que haya trifulcas en el Congreso, no me refiero a guerras dialécticas, con alguna broma, y tal vez algún insulto, entre los congresistas, vale y pase, hasta divertido resulta. Me encanta ver a la gente en las galerías del Congreso con pancartas a favor o en contra de algo que se vaya a votar.

Pero no. Los de UPP han dado el paso equivocado, unos quince de esa gente se puso tonta e interrumpieron la sesión (vale y pase que tengan los carteles, pero molestar y gritar sobra), y Marcial Ayaipoma, ni corto ni perezoso, los mandó desalojar, a la calle y tal. Los humalistas se resistieron. El presidente del Congreso suspendió la sesión y llamó a un fiscal. Para "dejar sentado que estas personas cometieron un delito al perturbar la sesión del Congreso", según Perú21. Esto es pasarse tres pueblos, espero que no vaya a más.

Los electos por la olla y otros seguidores de los mismos dicen haber sido agredidos por los seguratas del Congreso, aunque el único herido es un trabajador del Legislativo gracias a un golpe propinado por un upepista. Lo dicho, patético.

Después de la mecha se retomó el "debate" (bien entrecomillado), con todo lo ya contado.

La marcha convocada para mañana, día en que se había acordado realizar el debate ya producido (porque se adelantó), sigue en pie, acá un plano de la manifa.

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Sí o sí, Toledo quiere que se apruebe el TLC antes del cambio de Congreso.

Lo quiere legar. Eso está claro. Para el actual presidente Peruano (ya sólo en funciones), el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos debe ser aprobado lo antes posible por el Congreso saliente, más aún, si es este miércoles, mejor que mejor. Marcial Ayaipoma, actual presidente del Congreso, recuerda algo que ya mentamos por este barrio, el Congreso se debe limitarse a decir o no, no puede variar las condiciones o introducir cambios (como una novia ante el altar, igual igual).
El tratado es fácil de ratificar, exige sólo mayoría simple en el Congreso (esto quiere decir, cumpliéndose el quórum para que las decisiones del Congreso sean válidas, de los asistentes deben votar que sí la mitad más uno), así que los partidarios del "no" o del "aún no" deben estar atentos y no faltar a los plenos del Congreso, no vaya a ser que lo aprueben por la puerta de atrás.

Para el presidente del Congreso ahora toca ratificar el Tratado y terminar de decidir sobre las leyes de compensaciones a los sectores que saldrán perjudicados con el TLC, porque, señores,los defensores del SÍ saben que esto no es bueno para todos, el oficialismo que es bueno para la mayoría, pero hay sectores que se resentirán y por tanto hay que apoyarles económicamente para que no perezcan en el tratado.

Una pugna curiosa es sobre los azucareros, si necesitarán o no compensación, un lado dice que sí y otro dice que no… El APRA dice que los azucareros necesitarán compensaciones, mientras que desde el oficialismo dicen que eso no está nada claro, que no se sabe "cuá será el efecto del ingreso de la fructuosa americana" (palabras de Alfredo Ferrero, ministro de Comercio Exterior), ahora, el puntazo en todo esto, es que los azucareros están, sobre todo, en el norte costeño, esto es, en bastión aprista. ¿Una muestra más de clientelismo por parte del APRA? ¿Es que conocen mejor la zona? De cara a la galería la defensa de los azucareros queda genial, seguro que mantienen muchos votantes entre los mismos.

Toledo hace lo posible para que este tratado salga adelante, quiere dejar un "regalito" al próximo presidente, quiere ir a EUA y convencer al parlamento gringo que ratifique el tratado, quiere muchas cosas este sujeto ("Yo me seguiré fajando para ir a persuadir al Congreso norteamericano para que lo aprueben allí y lo dejo de regalito a nuestro país y al próximo presidente"), que dentro de un mes ya no será el Presidente, que podría dejar al próximo presidente la iniciativa de apoyar o no el TLC, porque aunque está en sus planes un TLC con EUA, está claro que García no quiere este TLC (por más que parezca que no tenga mucha idea del proceso de formación y aprobación de Tratados Internacionales).

A Toledo le obsesiona el tema, le trae loco la verdad. Sí o sí, otra vez muestra del quiero pero no puedo que es tan típico en el Presidente, si una idea se le mete entre ceja y ceja hará lo posible para que salga adelante, no importa el contenido de la idea, no importa qué apoyo tenga, no importa, realmente, los beneficios de la misma, lo que más interesa es, sin lugar a dudas, que su nombre figure como el que lo consiguió, como aquél que firmó y ratificó un TLC. No importa hipotecar a un país que ya no comandará, en el que su fuerza política sólo contará con dos escaños, nada de eso importa, habrá conseguido que su nombre figure en un instrumento internacional de la importancia del TLC.

Es el próximo Congreso, de la mano del próximo presidente, el que debe decidir si ratifica o no ese TLC, si intenta renegociar algunos puntos negativos antes de la ratificación (porque después o durante es imposible), y si se lleva el TLC a un referendo para que sean los electores peruanos, o sea, nosotros, los que decidamos el futuro del país. En todo caso, está claro que las fuerzas actuales en el Congreso no se parecen mucho al próximo legislativo, con eso en la cara no podemos pensar que el actual congreso está legitimado (que sí es legal, que eso no lo discuto) para aprobar el TLC, y Toledo ha actuado peor que el malo de una peli de dibujos animados al firmar en medio proceso electoral el Tratado, y ahora forzando a su grupo parlamentario a sacar adelante el TLC, con el visto bueno de la derecha peruana en general. Señores, ustedes ya no tendrán el mando, no definan lo que podrá y no podrá hacer el próximo gobierno desde antes de su llegada al poder.

Mientras tanto, Ollanta Humala anuncia protestas contra el TLC el 28 de Junio, que está dentro del rechazo de millones de peruanos al TLC, estos de forma radical, este TLC de ninguna manera, lo consideran un mayor mal que la pérdida de las concesiones hechas por los gringos mediante la Ley de Promoción Comercial y Erradicación de la Droga (ATPDEA por sus siglas en Inglés), que vence este año (ya saben, esa Ley que nos hacía ciertos favores comerciales quitando ciertas aduanas -sobre todo para productos textiles- en cambio a que les dejemos ayudar contra el narcotráfico o, en todo caso, meterle más caña a los "narcotraficantes"). Y ésta es la primera fuerza en el que será un parlamento nuevo (sin estrenar aún). Por no decir que el APRA insiste en que el TLC como está no debe aprobarse (segunda fuerza del actual y del próximo parlamento).

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Sobre plenarios y alianzas. UPP y PNP, te amo pero te odio.

Las elecciones locales son importantes, sobre todo para reafirmar los buenos resultados obtenidos, aunque dependan de una unión sin pies ni cabeza que se desarma por momentos. En el UPP decidían ayer si continuaban con la alianza electoral con el PNP (y se dejaban arrastrar por la popularidad del ex Comandante). Para Estrada (jefe de UPP) no hay medias tintas, o Humala acepta que el UPP mande en la alianza o se puede ir a su casa él y los suyos.
Para Torres Caro la cosa está clara, debe mandar Estrada, que no quiere ver ni en pintura a Ollanta (¿resentimiento? ¿piconería? ¿peloteo a la gente de UPP para que voten por él para algún cargo en el Congreso?). Pero este personaje es el típico que se pega al que tiene el poder o posibilidades de tenerlo, en gran parte, por eso abandonó a Ollanta tras su derrota electoral, ahora quiere estar con los que efectivamente mandarán en el Congreso, o que tienen posibilidades para hacerlo, y en gran medida se tiene que quitar de encima al nacionalismo representado por Ollanta.

Al final, como siempre, pesó el tema electoral. La alianza sólo se comprende así, pensando en la forma que surgió (la imposibilidad de participar en las elecciones y el ofrecimiento de UPP para ir de la mano) y lo mal que cuadran las dos formaciones políticas en una alianza que, sin elecciones encima, no se comprende. UPP decidió en sesión plenaria continuar de la mano del PNP, y por unanimidad. Sí, la alianza cuanto menos se mantiene hasta que finalicen las elecciones municipales. Cuando hay puestos políticos en juego es mejor no morder la mano que te da de comer.

En la comisión que decidirá las listas de candidatos para las elecciones locales ya mencionadas (municipales y regionales) que contará, además de con el Secretario General, José Vega, con 5 representantes, todos ellos dirigentes "de base" de UPP. Dicha comisión, de paso, se encargará de definir las condiciones en que se mantendrá la alianza con el PNP.

Por cierto, durante el plenario hubo algunos disturbios, en que un militante y un simpatizante salieron con "graves heridas en el cráneo", es triste que todo el pifostio se monte por una protesta contra la presencia del controvertido Torres Caro, un ataud como si fuera el de este sujeto y un simpatizante de Torres Caro realmente ofendido que entra a la pelea que acaba con dos heridos (uno él). Triste, más que triste.

Ya contamos la previa y el final de la historia (que se iba a decidir sobre algo y que al final se decidió), ahora nos toca hablar un poco sobre el invitado especial con el que contó la reunión uppista, Ollanta Humala, que se pasó por ahí para hablar. Era un discurso privado, pero como los periodistas en esencia son chismosos, se enteraron de parte del discurso. Para Ollanta, se está preparando un proceso de "demolición" contra ellos ("movimiento nacionalista") y que se están haciendo "tratos bajo la mesa" (supongo que en parte está pensando en su ex mano derecha Torres Caro).

Ollanta se retiró del acto antes de que terminara, realmente no era su roche, pero bien se pudo quedar para saber el final de la discusión, que le interesaba bastante. Aunque bueno, tal vez ya sabía el final de toda la cuestión, porque un voto unánime para una historia como esta es difícil de entender en un proceso de debate, todo estaría más claro de lo que parecía en los medios, o tal vez Ollanta tenía clarísimo que la sola idea de no sacar tanto rédito electoral les echaría para atrás con la decisión de ruptura.

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Querella presentada en Chile contra Alan García. Delitos de Lesa Humanidad

Bien caído. Como en su tiempo, cuando en España se instruyó el caso contra Pinochet (que por los favores que le debe Inglaterra a Pinochet y esa amistad entre canallas no pudo salir adelante), el Genocidio y otros delitos de lesa humanidad, señores, son crímenes perseguibles en todos los países. Querella en Chile contra el expresidente -y pronto nuevo presidente- Alan García. Noticia en el Comercio.
En nombre del Comité de Refugiados Peruanos en Chile (presidido por Víctor Paiba) unos abogados chilenos de Derechos Humanos han interpuesto una querella contra el ex-mandatario peruano Alan García (y virtual presidente del Perú), argumentan que en el mandato presidencial entre 1985 y 1990, se recurrió, de forma sistemática, a ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y torturas (habría que indicar que no responden al "genocidio" en sentido estricto -"perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso", de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio-, lo que no quita que sean delitos de "Lesa Humanidad").

Aunque en Chile (que el año pasado recién comenzaron la tipificación de los delitos de Lesa Humanidad y Genocidio, si no recuerdo mal) no prosperará dicha querella, están bastante "atrasados" en este aspecto (tienen un código penal predemocrático), y aún su Corte Suprema niega su competencia para conocer de los delitos cometidos por extranjeros en otros países, con lo cual el caso de García ni tocarlo (y si le sumamos la "buena relación" entre la mandataria chilena y el próximo presidente peruano, menos).

En fin, que está bien que se siga recordando lo pasado, que se exijan las responsabilidades del caso, porque ser presidente otra vez no le absuelve de lo hecho, al igual que todo lo pasado en el primer lustro de la década de los 90 no fue borrado por la reelección de Fujimori como presidente, esto no le absolvió, ni la aprobación de una nueva constitución supone que el delito de Sedición cometido quede borrado (incluso, en la nueva se sigue recogiendo). En fin, nada de borrón y cuenta nueva.  Que los hechos son más que graves.

Retomando el tema, Alan García no se quedó callado (nunca se queda callado, hablará bien, pero el candidato electo no sabe cuando mantener esa boca cerrada, ahora envalentonado por el triunfo electoral conseguido en las últimas elecciones generales), respondió algo que nada tenía que ver con las acusaciones, sino que decidió ir contra los activistas de derechos Humanos, "Están muy mal informados porque tienen todavía el entrampe ideológico y el deseo de ver que todo hombre socialista moderno y que no responde a sus ideas totalmente colectivistas o estatistas, tiene que ser molestado. Pero yo los comprendo, son siempre una pequeña minoría". 

Señor García, la información no depende de la ideología que se tenga (más aún, seguramente se han basado en el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación para tener mayor sustento en los hechos por los que se interpone la querella). De todas formas, lo que el virtual presidente peruano dice no es realmente una respuesta a las acusaciones, sino una salida por la tangente de las de toda la vida. ¿Qué tiene que ver el estatismo o la ideología en querer negar unas matanzas, torturas y desapariciones? ¿Qué tiene esto que ver con la posturita socialdemócrata de la tercera vía que ahora defiende?

Demonios, al más puro estilo de la derecha clásica, "es que estos son rojos", y con esto soluciona toda acusación o problema con un grupo de defensa de Derechos Humanos.

En fin Señor García, para decir eso, mejor se queda callado.

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Pequeño y breve repaso sobre los primeros años de La Violencia en el Perú

En Junio de 1978 el gobierno dictatorial avisa a los partidos políticos que participarían en las elecciones para el Congreso Constituyente (que marcaba la transición hacia una democracia) sobre la existencia de un movimiento subversivo, que para el Gobierno debía ser atajado empleando la fuerza represiva del ejército, aunque esto ocasionara una “mala imagen” del Perú en el extranjero. El gobierno teme una insurrección de tendencia izquierdista.
Poco después, en Septiembre de ese año, se cometen atentados contra líderes izquierdistas, son reivindicados por la “Alianza Anticomunista Peruana”, los políticos y medios de comunicación comienzan a rechazar en masa esta aparición del terrorismo en un país demasiado inestable como para echar más agua al cántaro.

Aunque desde el gobierno se teme más a las fuerzas subversivas de izquierda, se considera que los troskistas enviados por la IV Internacional tienen como objetivo apoyar al partido liderado por Hugo Blanco. Poco tiempo después, el primero de marzo del 79 muere un dirigente del SUTEP del Callao cuando iba a ser detenido por dos policías (en "extrañas circunstancias").

En 1980, en Mayo, el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso “pensamiento Gonzalo” (partido que se considera «marxista-leninista-maoísta», donde el tal “Gonzalo” es el propio Guzmán, que se autoconsideraba “Cuarta espada del Marxismo”) inició la llamada “guerra frontal” contra el Estado, que fue el inicio de la violencia interna “armada”. Se considera, adelantando un poco las conclusiones, que el 54% de los muertos o desaparecidos son causados por Sendero Luminoso (SL en adelante). En ese momento, SL contaba con unos 540 militantes y simpatizantes. Como decíamos, el 17 de Mayo en Chuschi (Ayacucho) cinco encapuchados entran en el local donde se guardaban las ánforas y padrones para las próximas elecciones presidenciales (primeras en 17 años) y quemaron once de ellas, SL reivindica como propio el ataque que no merece más que unas líneas en los periódicos centrales. Cuatro de los asaltantes fueron capturaros. Se inicia una época en que SL actúa básicamente en el norte de Ayacucho, en parte de Apurímac (Andahuaylas) y en Huancavelica. Comienza la llamada “Guerra armada sin armas” donde el SL comienza a robar el armamento y dinamita que usará en el futuro. La idea es crear grupos guerrilleros. En el 82 se oficializa el “Ejército Guerrillero Popular”, que es respondido a finales del mismo año por el ejecutivo habilitando al ejército para entrar como actor antisubversivo.

En Septiembre se dio el primer apagón en Lima, las acciones de SL pasaron de ataques a puestos policiales y autoridades locales en municipios pequeños del interior de Ayacucho a volar torres de alta tensión del sistema de interconectado de la Central Hidroeléctrica del Mantaro, en la Sierra Central, siendo la más grande central productora de energía eléctrica del Perú. Comienza el vacío del poder en las zonas más atacadas.

A comienzos del 82, SL ataca la cárcel de Huamanga, liberando a más de 300 presos, de los cuales unos 70 eran senderistas. El gobierno responde de forma desproporcionada, fuerzas de la entonces Guardia Civil matan a dos detenidos senderistas que, además, se encontraban heridos. Sus entierros fueron multitudinarios. Los ataques a torres eléctricas, sobre todo en Lima, iban en aumento, de las 9 derribadas en 1981 se pasó a 107 en 1985.

En 1982 aparece el MRTA (es fundada y tiene los primeros actos, como formar escuelas político – militares en Lima, asaltar bancos y algunas acciones para armarse), en 1984 comienza su actividad guerrillera como tal. Se proclaman como la alternativa a SL, que, según ellos, conduciría a la derrota al movimiento revolucionario. Responsable de un 1.5% de las muertes y desapariciones del conflicto interno. Intentó actuar de forma clara, al estilo de otras guerrillas latinoamericanas, siempre reivindicaba sus actos, decía sólo atacar a las “fuerzas represoras” del Estado y que no asesinaba población civil inocente. Aunque uno de los medios de financiación que mantuvo en todo momento fue el secuestro y el asesinato. Pero en menor medida, claramente, que los otros dos agentes de la violencia en el Perú, SL y el ejército peruano.

De todas formas, el proceder del MRTA era totalmente distinto al de SL, en 1985 ante el triunfo del APRA declararon un alto al fuego “parcial”, puesto que continuaron los ataques contra “blancos imperialistas” (cuando EUA bombardeó Libia en 1986, el MRTA puso un coche bomba en la residencia del embajador estadounidense) y fuerzas del orden agresoras. En agosto de 1986 ante la desilusión de las medidas adoptadas por el APRA, el MRTA retorna a las actividades contra el gobierno, acaba con el alto al fuego. Como breve adelanto, se toma como un antes y un después la toma de la residencia del embajador japonés en 1996, para muchos eso marcó el desprestigio final de la guerrilla emerretista.

En 1986, ya durante el gobierno de García, hubo unos motines en Lurigancho, El Frontón y Santa Mónica, reprimido por las fuerzas armadas, con un saldo de 244 muertes.

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Lo que acaban de leer es la parte de introducción histórica de la ponencia que hice para las Primeras Jornadas de Debate sobre América Latina (acá la crónica del día de la ponencia que realicé), por eso tiene un par de referencias a un futuro que en este artículo no se llega a tratar, y que ya subiré más adelante. Me pareció importante subir este pequeño resumen de esos primeros años de Violencia en el Perú a raíz de la entrada de ayer, esas fosas donde están unos cuantos ejecutados extrajudicialmente en el tercer año de esa nueva "Democracia"…

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Fosas comunes en Cusco, coletazos del terrorismo de Estado.

No hay que cortarnos un pelo en llamar a las cosas por su nombre, las fuerzas de seguridad del Estado se portaron, durante 20 años de conflicto, como una panda de mafiosos de gatillo suelto, llevando a cabo su propia justicia, el que no está conmigo está con ellos… ¿Para qué Estado de Derecho si se puede pegar un tiro al presunto enemigo? ¿Para qué juzgar a alguien si se le puede asesinar? Aunque durante el fujimorismo esto fue descarado, los dos gobiernos anteriores (de AP y el APRA) tienen muchos muertos a sus espaldas por los que jamás pagó nadie.
En una nota fechada en el viernes, de APRODEH, leo el caso de la fosa común descubierta en Pichari, provincia de La Convención, Cusco. Donde se encontraron entre 60 y 80 personas (según la fuente que leas, las cifras bailan un poco), otras informaciones hablan de cuatro fosas comunes, una grande (de unos 60 cadáveres) y tres más algo pequeñas, todas en el mismo distrito cusqueño.

En fin, la mayoría de informaciones hablan simplemente de desaparecidos durante la guerra de la violencia interna (llámese guerra interna, llámese violencia terrorista), posiblemente todos sean Ayacuchanos (el distrito limita justamente con Ayacucho), aunque para Walter Mamani (gobernador de Pichari) habla de ayacuchanos y Cusqueños asesinados a finales de los 80, mientras que para la Fiscalía, la policía y el Comisionado para la Paz de Ayacucho son unos 80 campesinos de la comunidad de Sivia (Ayachucho) asesinados ("ejecutados") por el ejército en 1983.

Contó la República que, según la fiscalía, estaríamos ante una fosa común de ejecutados extrajudicialmente por el Ejército peruano como represalia por las muertes del Capitán Juan Enrique Davelouis Salazar (el primer oficial asesinado por los senderistas) y el cabo Mauel Torres, ambos fueron asesinados al otro lado del Río Ene, esto es, en la localidad de Sivia.

Según la Comisión de la Verdad, el 15 de Noviembre de 1983 un contingente de la compañía "Lince" entró en Sivia y secuestró ("detuvo") a unas 60 personas, luego en Ccatunrumi capturó a otro grupo, estos detenidos fueron llevados al Cuartel de Pichari donde fueron torturados y ejecutados. Al parecer, las fosas comunes encontradas son de estas personas.

Los peruanos hemos sufrido la violencia, por supuesto, unos mucho más que otros, pero todos en general hemos visto como el Estado decidió que lo mejor para todos era comportarse igual (o peor) que los terroristas, lo que llevó no sólo a una deslegitimación de las fuerzas armadas propias, sino a un sinsentido donde los segundos mayores violadores de los derechos humanos fueron las fuerzas de seguridad, cuyo respeto por el Estado de Derecho, por los derechos de las personas, aún hoy es inexistente y ello, en gran medida, gracias a la carta blanca que se les entregó para que se convirtieran en una sarta de terroristas. Si malo fueron los gobiernos de García y Belaúnde (mirando a otro lado o "favoreciendo" la impunidad después de masacres perpetradas por fuerzas gubernamentales), el de Fujimori le regaló el Perú a los terroristas, realizando una real escalada de violencia, que ni los terroristas hubieran soñado posible. Sobre todo por la alta impunidad (al menos en el 86 se condenaron a unos polis que cometieron treintaitantos asesinatos de campesinos; durante el fujimorismo tuvieron impunidad absoluta)…

Es hora que poco a poco los muertos puedan ser enterrados (búsqueda de fosas comunes, exhumaciones de cadáveres, investigación judicial de los hechos, etc.), es hora de eliminar la impunidad de las fuerzas del orden y de sus mandamases, comenzando por el recién elegido presidente del Perú, Alan García Pérez, y los hechos, entre otros, del Frontón, Lurigancho y Santa Bárbara, pesan (o debieran pesar) en la conciencia de un mandatario que no quiso someterse a la justicia peruana y se escapó de ella. Tanto por estos hechos como por la corrupción del régimen y similares.

En fin, es necesario tomar conciencia de la importancia de la reparación a las víctimas a la vez que, si queremos tener un Estado de Derecho, el sometimiento a los derechos humanos de las distintas fuerzas armadas del Estado, por ello, deben pagar por los asesinatos que llevaron a cabo, por las ejecuciones extrajudiciales, por las torturas, y demás actos que no pueden justificarse por la época de violencia terrorista que vivíamos, que si son unos incapaces de hacer frente a un problema desde el Estado de Derecho que abandonen el Estado, no podemos permitir que un mandatario incompetente para luchar con las armas del respeto a los derechos humanos sea quien mande, si no pasa lo que pasó en Perú, el Estado como la segunda fuerza asesina y violadora.

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Guerra de insultos. «Pide tú perdón primero». Chávez vs García

La Política (no sé por qué lo pongo con mayúscula), cada vez se parece más a la prensa del Corazón, esa que basa todo su potencial mediático en los insultos, las parejitas, y esas cosillas que hacen divertido el día a día de una vida de muermo que se dedica a espiar las vidas ajenas, de los supuestos "famosos", que muchas veces son los "ex" de la última pareja del rollo de una esposa de famoso, nada que ver. Bueno, a lo que iba. Venezuela contra Perú, duelo de mandatarios (de sus egos).
Toda la historia comenzó con un apoyo explícito de Chávez a Ollanta, el resto de candidatos no eran más que lacayos del imperio para el curioso mandatario venezolano, se le puede querer, se le puede odiar, pero no se puede ser indiferente a su programa, es que "Haló presidente" es mucho "Haló presidente". Esto no sentó nada bien a muchos dirigentes peruanos, denunciaron constantemente la ingerencia de Venezuela en los asuntos internos (electorales) de Perú, y que eso no era de chicos buenos. La verdad, es que si la cosa hubiese quedado ahí sería comprensible. Cualquier presidente debe poder decir quién es su candidato preferido en un país, pero no me parece demasiado admisible que vayan al insulto fácil a los contendientes de su candidato.

Alan García no se quedó chico, en la segunda vuelta vio un filón el ponerse contestón con el mandatario venezolano, en Perú no está demasiado bien visto el presidente Chávez, por lo que sea, atacar su ingerencia, además de ser "fácil", podía resultar electoralmente apetecible. Y así fue, el pata se puso contestón, sinvergüenza le llamó, y poco más. Más bien, acusaba el seguidismo de Ollanta del líder norteño.

No tiene sentido que, desde un comienzo del rifi rafe (lea y vea un poco del mismo), Chávez amenazara con romper las relaciones internacionales con Perú, porque consideraba que García es un Ladrón, mentiroso, y poco más (la verdad, la verborrea de Chávez no se fundamenta en el conocimiento profundo de sinónimos, repite lo mismo una y otra vez, y como no puede hacerlo más claro -ya es bastante claro-, lo repite más fuerte). No puede depender las relaciones internacionales de dos países de si entra o no un candidato a la presidencia, eso es chantaje, véase por donde se vea.

La cosa es que hace unos días García anunció que quiere ser la pareja de hecho de Brasil (no con esas palabras, pero parecidas), quiere un TLC con el país del jogo bonito, y de paso, entablar relaciones "de las buenas" con Chile (recordemos que Ollanta rechazaba las relaciones con Chile, al menos las veía con malos ojos), esto es, los intereses estratégicos de García no pasan por la mesa presidencial de Venezuela, y eso parece que no gusta en dicho país.

Pero García hizo un movimiento de los "políticamente correctos", tragó saliva con un poco de orgullo (sólo un poco, le queda demasiado de todas formas) y mencionó que Perú debía normalizar las relaciones con Venezuelas (enfriadas en las elecciones, y ya en la OEA), país que, no nos olvidemos, se ha retirado de la CAN, y todo eso, vamos, la muestra típica de diplomacia hipócrita "somos vecinos, dejemos los rencores, negociemos tratados jugosos", o algo así. A fin de cuentas, los gobiernos venezolano y gringo se llevan fatal, pero eso no impide que el Petróleo y los dólares fluyan con una soltura que da gusto.

Pero Chávez dice que así no, que nanay, que García debe ser el primero en disculparse. ¿Si García se disculpa Chávez, a su vez, pedirá perdón por sus insultos? Déjenme dudarlo. ¿Acaso dejará de apoyar a Ollanta (que ha vuelto a manifestar su apoyo al perdedor de la segunda vuelta)? Lo dudo (el apoyo me parece bien, lo que no me parece es que se use la política internacional de forma tan chiquillera y con insultos a los contrincantes de tu candidato). ¿Qué tipo de apoyo está ofreciendo ahora a Ollanta? ¿Quiere que repita el intento golpista o que se vuelva a presentar? ¿Las dos cosas?

¿Quien comenzó todo? ¿No fue el rifi rafe de Chávez con Toledo? De todas formas ¿Acaso importa quién lo comenzó? No hay "agresiones" a ningún país, salvo si consideramos un insulto a todos los que votaron por Chávez o por García, puesto que ambos se han atacado mutuamente. García no ha despreciado a Venezuela, y Chávez tampoco lo ha hecho con Perú. Parece más una pelea de pareja. Al carajo. Estas cosas no deben influir en las relaciones internacionales, son chiquilladas que sólo sirven para que generemos contenido de salsa rosa en comentarios políticos, no importa cómo se inició, hay que ver cómo se acaba. Lo que más nos importa, lo que debe preocuparnos, es la construcción de unas buenas relaciones, económicas y sociales, que sirvan para el crecimiento de nuestros países. Si Chávez corta de esta forma con Perú por el tema de declaraciones ¿Qué rayos hacen vendiéndole petróleo a EUA? ¡¡Más coherencia!!

Esta situación es estúpida, mire por donde se mire. Desde la pelea (la forma en que comenzó) hasta la actitud de ambos personajes, de todas formas, la del presidente Venezolano cae en el saco de infantil, queriendo seguirla hasta que le pida perdón.

Esperemos que los equipos de negociadores de ambos países piensen más en sus pueblos que en los egos personales y sepan acabar con esta infantil disputa.

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Alan García y el TLC, error de concepto.

Es difícil saber qué quiere este sujeto, qué es lo que piensa, y por qué cree que funcionará. El Tratado de Libre comercio (TLC) con los Estados Unidos de América (EUA) ya está firmado, falta la ratificación. Las ratificaciones son, básicamente, un sí o un no sobre un texto negociado y firmado por el ejecutivo. Si el parlamento quiere hacer cambios, en realidad lo que hace es decir un "no" parcial, para que el ejecutivo "renegocie" el tratado.
Así pues, esto es lo que pretende Alan García, sin cerrar las puertas, más aún, aceptando casi todo el TLC, no quiere el actual (¿Para que no le caiga el apelativo de neoliberal?) y a su vez, quiere usarlo como puerta inicial de otros tratados bilaterales con países interesantes del entorno (sí queridos amigos, hablamos de Brasil), para poder impulsar las mengües exportaciones peruanas, y con ello el ideal de "sierra exportadora", que también productora (no sólo extractora).

Así pues, uno de los grandes errores de Toledo es haber firmado el TLC, independientemente de la consideración que se tenga sobre el TLC, no podemos tolerar que en la recta final un gobierno que no tenía posibilidad de repetir mandato hipoteque el futuro económico del siguiente gobierno. Eso es lo que hizo Toledo, y con eso nos ha fastidiado de verdad.

Ahora Alan quiere un TLC con EUA, no el que está firmado, sino uno más parecido a sus deseos de apertura paritaria de fronteras. Ahora le toca la fase "todos participemos", pero es demasiado tarde… Así pues, el mensaje correcto con respecto al TLC firmado es "así no", con el APRA queriendo cambios y UPP no queriendo este (y, por el momento, ningún) TLC, es difícil pensar que el actual TLC se vaya a ratificar (y yo espero que no se ratifique), pero el APRA manda un mensaje, a su vez, moderadísimo, "así no, pero con dos o tres retoques, sí", que ya con el apoyo de otras fuerzas en el parlamento (UN, APRA, FdC, PP…) pueda llegar a buen puerto en cuanto a la ratificación.

Pero hay que depender de qué tanto desean la administración de EUA un TLC con nosotros, y hasta qué punto querrán renegociar un tratado internacional que ha tardado tanto en producirse ("no señores, ya hemos firmado, si no lo quieren, jódanse", podría ser, perfectamente, su respuesta a una "oiga, que tenemos un par de puntos corregidos ¿quieren revisarlo?"), sabemos que resultamos un bocado apetitoso, no tanto por lo que podemos exportar o por la importación que podamos recibir, más bien por la cuestión geopolítica. Pero claro, no les servimos de cualquier manera, así que es difícil pensar que se podrá renegociar las partes más importantes ni balancear el tratado…

¿Hasta qué punto la postura de Alan con respecto al TLC no es más que eso, una postura? Realmente él sabe hasta dónde puede y dónde no puede llegar con EUA, y posiblemente todos los cartuchos peruanos ya estén quemados (salvo que se firmen TLC con Chile y Brasil que nos den cierto poder extra de negociación), no se pueda llegar más lejos (tal vez un par de concesiones menores por parte de EUA). ¿Entonces? Pues que García no quiere renunciar al "antiimperialismo" aprista (porque Haya de la Torre lo decía), quiere apuntarse el mismo tanto que Toledo deseaba (un TLC justo con EUA), sin perder la "rebeldía aprista". Y todo ello, encima, desde la negociación en el Parlamento. Diablos, si hasta suena bien.

Pero eso es todo. No suena bien porque no es algo "bueno". Una posturita más de "Patadita", donde nos muestra las dos caras a la vez, donde quiere ser más de lo que realmente es, donde sabe que el límite está mucho más bajo de lo que pretende comunicarnos, donde tendría que ir, primero y ante todo, a hablar con la administración gringa, para saber qué están dispuestos a negociar, y hasta donde (bueno, esto es parte de la negociación) y luego, realmente, darle un papel de afinador al parlamento peruano, reconociendo que como ejecutivo no tiene fuerza para nada, y apoyándose en el parlamento en esas decisiones que nos afectarán por largo tiempo.

Pero García parte de un error de concepto, del poder del Parlamento para afinar un tratado e ir con el mismo a donde el gobierno de EUA y decirle "esto es lo que ratificamos, no se parece del todo a lo que firmamos, pero si cuela, cuela". Dudo que cuele. El Error de concepto es tratar un tema internacional como si fuera nacional.

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